
Que manera de escribir y no decir nada, pero mientras escribo espero impaciente a que venga mi musa a iluminarme un poco, después ya es fácil, cojo carrerilla y ya lo hago yo sólo. Ahora acabo de tener una pequeña bronca con un bulto con ojos que lleva encima el uniforme de Policía Local, un enano repulsivo, baboso y asqueroso, vamos un caracol, pues es un cornudo, baboso y arrastrado.
Y va el tío y me llama la atención sobre mi aparcamiento y con ese aire displicente y de perdonavidas y va el tío o cosa y me dice: "a ver si aparca un poco más atrás para dejar salir mejor al de delante". Y yo lo miré de soslayo y sin verle la cara, no me apetecía vomitar, y a su vez le dije: ¿que si era a mi a quién se dirigía?, y el tío pelotudo, me dice: pues claro, a quién va a ser.

El tío calló y no sé como se quedó, pues me fui dándole la espalda. Y no sabéis lo que tuve que contenerme para no saltarle a la chepa, el tío me va buscando y a la que puede suelta una puyita envenenada. No sé un día de estos leéis en la prensa que alguien se ha cargado a un enano Policía Local de Es Castell y que después de muerto lo empalaron en la plaza del pueblo y con el palo de la bandera, pues muy fácil, ya sabéis y por adelantado, que he sido yo. El que avisa no es traidor.