Hoy es sábado 09 de febrero, son más o menos las 10 de la mañana. Afuera hace un día de frio intenso y el cielo está entre nublado y despejado, entre ni fu ni fa. Hoy al ser sábado me levanto más tarde, pues aún me quedan vestigios de mis andaduras nocturnas. El viernes y el sábado, esté currando o esté en casa, por la noche me dejo llevar un poco y me acuesto entre la 1 o las 2, tampoco me paso tanto. Pero parece que lo llevo marcado en mi ADN, pues me sale instintivo, no necesito hacer ningún esfuerzo. Es curioso, porque el resto de los días de la semana llegadas las 11 de la noche se me caen las persianas y esos dos días se me empiezan a caer a partir de la 1. !Cosas de la ingeniería genética!.
Ayer cuando iba en el coche, me adelantó un pequeño coche, bueno más bien un armario con ruedas y sin darme cuenta me fijé en su culo. Si, en el culo del coche, que también tiene su culo, como las personas y me fijé porque me llamó la atención, el culo feo que tenía. Creo que era un Opel ágila o algo así, y enseguida me vino a la mente otro coche tambien de ruedas diminutas que tiene cierto parecido a éste y pensé en el Daewo, no sé el modelo pero es el más pequeño. A los dos vehículos les unen varias cosas: una, que el que hizo los modelos ese día estaba beodo y otra que su culo es antiestético, es la antítesis de un culo, aunque ese culo sea de un coche.
Claro que lo de los culos de los coches, no es problema sólo de estos dos modelos, la mayoría de vehículos tienen el mismo defecto. Aún me acuerdo las vueltas que le dí a mi cabeza para escoger el último coche que compré nuevo. Me fijé en cantidad de modelos e incluso algunos me encantaron, pero al verle su trastienda se me iban quitando las ganas, casi todos tenían el mismo esquema: dos focos traseros y el portón de atrás. El diseño de casi todas las cosas, va por delante y por atrás lo único en que se piensa es en ser lo más pragmático posible. Es el diseño delantero, que se llama. Pues conmigo van de culo, nunca mejor dicho, pues yo me fijo más en el culo, que en su motor o en sus laterales o que en su espléndida delantera. Al final el último coche que compré nuevo, lo compré a regañadientes, pues no acacbaba de convencerme su culo, un culo vacío, sin contenido, sin sustancia, que se llama.
Aunque éste defecto, el de no ver bien el culo, es un defecto universal, pues se aplica igualmente a las personas. Yo en concreto no puedo definirme sobre una persona si no le veo su culo y me refiero de que si no se lo veo a través de su pantalón, no a vérselo en carne cruda. Sería mejor y más auténtico, pero no podría decir a las personas que acabo de conocer, que se bajen los pantalones o la falda, para que me enseñen su culo lirondo. Así, que no queda otra que intuir el culo a través de sus pantalones y a lo que yo iba, el problema es en otoño o invierno, cuando llevan abrigos largos, aquí me resulta imposible intuir su culo y pacientemente espero a llegar a un sitio donde haga el suficiente calor, para tener que quitarase el abrigo. Entonces se lo veo y ya voy puliendo una idea, primero su culo me da la idea de si esa persona tiene poso, es decir si en su cabeza hay sustancia gris o blanca, me da igual, el caso es que yo sé si hay algo. Por tanto ya deduzco si es una persona reflexiva, sincera, si es depresiva o espléndida, si es explosiva y si es auténtica. Todo esto veo yo en los culos ajenos y bueno también en el mío, por supuesto. Cuando le veo el culo a una persona y resulta que es la antitesis del culo o sea que no tiene culo, y no refiero a un pequeño culo, que además de poder ser precioso a lo mejor tiene condensado todo su contenido, si no que me refiero a un culo sin culo, nada de nada, res de res,un culo sin una pequeña curva, un culo sin sustancia, entonces ya determino que esa persona ya no vale la pena, pues su cabeza está tan vacía como su maldito culo. Ahora que lo pienso, yo no tengo ni amigos ni amigas sin culo, todos son diferentes y eso me encanta, ahora sin culo, ninguno. !Por algo será!. Por supuesto que no mencioné el poder estético del culo y para mi tiene muchísima importancia, pues una persona sin culo, aparte de ser, para mí, una persona vacía y hueca, estéticamente como que no. Los culos para mí no necesitan ser perfectos, que va, a mi me gusta la imperfección y por eso los culos me gustan de todo tipo. Hombre, el culo que me encanta es el culo respingón, un culo fibroso, redondo y terso, que sobresale haciendo su curva. Pero éste es un culo que a mi edad logicamente ya no veo y por eso yo me he ido adaptando a los tiempos nuevos. Ahora ya no soy tan escrupuloso y me gusta los culos de todo tipo, pero eso sí, que sean culos. A mi lo que diga y hable una persona por muy bonito y entrañable que sea, si a mi no me gusta su culo o no tiene culo, no me creo nada de lo que dice y ya no le hago ni puto caso.
En la variedad se encuentra el gusto, unos se fijan en los ojos, otros en las tetas y otros nos fijamos en el culo. !Así es la vida!. E insisto que los culos pueden ser de todo tipo, pueden ser grandes y espléndidos y aquí sólo pido una condición, que no sean culos abandonados. De esos culos que van creciendo con los años y que de tanto abandono se desparrama la grasa como la cera de una vela. Los culos pueden ser inmensos, el tema para mi es cuidarlos un poco y para ello hay ejercicio físico y no hace falta ir todos los días al gimnasio, llega con unos paseos de vez en cuando. Es lo mismo que la persona que está gorda, y sólo se dedica a comer y a vegetar, pues normal que la grasa le cuelgue en colgajos, se puede estar gordo y ser atractivo a la vista, pero para eso hay que saber cuidarse un poco. Si aún encima de llevar las grasas como estalatitas, vas y como pieza de vestir más importante, llevas todo el día un puto chandal, ya me dirás que encanto. Pues por desgracia, suelen coincidir ambas cosas, el estar gordo o gorda abandonado y lucir el tipo con un chandal o una bata de casa o un faldón tipo mesa camilla. Por eso, esas personas que llevan éste tipo de look, lo saben y así lo entienden y por eso su objetivo es ocultar su culo descuidado. Joder si no hay culos grandes y espléndidos que son la hostia de atractivos y que por supuesto llevan dentro un arsenal de pensamientos. Si, porque el culo tiene una relación directa con nuestro cerebro, es por decirlo así, el disco duro externo. Cuando el cerebro se ve sobrepasado de almacenar tanta información a lo largo de los años, se la va mandando a su disco duro externo y ese disco duro, es el culo. Por eso a mí, me dice tantas cosas el culo, por eso sé si esa persona tiene cerebro o tiene cerebro de un mosquito, o si es una persona descerebrada y todo esto me lo dice su culo y no necesito otros parámetros, a mi llega con verle o intuir su culo.
Pocas veces me he equivado con mi vara de medir, las pocas en que lo he hecho, me ha autoafirmado, pues la excepción confirma la regla, ¿acaso, no es así?. Todos tenemos una varita de medir mágica, una varita que a simple vista no se ve, pero que está ahi, y si nos fijamos cuando valoramos a una persona si merece la pena o no la merece, siempre nos sale, pues es instintiva y por ello nos sorprendemos cuando decimos que esa persona no me gusta por sus manos o por sus dedos largos o cortos, o por su nariz aguileña o chata, o por sus cejas muy pobladas, o por sus gestos, o por su risa, o por la expresividad de su cara, o por su mirada o por sus ojos claros u oscuros. Todo esto lo llevamos dentro y es pura antropología, pues lo llevamos marcado en los genes y es una herencia que nos dejaron nuestros ancestros. A mi me dejaron la herencia de valorar los culos y con el tiempo ya veis que lo he aceptado y asumido.
A veces cuando te presentan a una persona y escuchas la valoración de alguien que te es próximo, por ejemplo un amigo o amiga, diciéndote que bien habla, que como se expresa, que simpático es, etc. o al revés, que triste es, que melancólico, etc. y tú te pones a valorar para tús adentros sin aún abrir la boca: que si, que es muy locuaz y muy simpático, pero tiene una mirada que a mi no me gusta, o los gestos no acompañan a sus palabras, o sus ojos son demasiado claros, o su sonrisa me resulta ficticia, o en mi caso, puede ser muy interesante su conversación, pero si no tiene culo, ya se sabe... Muchas veces éstas valoraciones tan subjetivas y tan personales no las manifestamos pues se basan en apreciaciones meramente subjetivas y uno tiene la sensación de hacer el ridículo cuando dice que a mi ésta persona no me gusta por su mirada huidiza o por sus manos o por no tener culo, así que nos guardamos ésta valoración en el disco duro del culo. Pero que satisfacción cuando más adelante, tú amigo o persona próxima va y te dice que esa persona que él tanto valoraba, ya no es tan a tope, pues ya se le ha visto esto y esto o sea se le ha visto el plumero. Y tú por dentro te quedas loco de contento, pues de nuevo tú instinto primitivo te ha dado la clave. Además hay personas que se niegan en redondo a aceptar que las valoraciones de las personas son subjetivas y que son guiadas por el instinto y por eso, además, menos les puedes contar tús conjeturas. Si se te ocurre decirlas, te dirá que estás loco y que no puedes basarte en esas pamplinas y menos para una cosa tan seria como es, definir a una persona. Por eso cuando te confirman que de nuevo has acertado, te matas a darte besos por dentro. !que orgasmo!.
Hay gente que sólo valora su culo como fuente de cagar mierda y así les va por la vida, no se enteran que su culo y los de los demás, es una fuente de sabiduría, una fuente de inspiración, un disco duro externo, un tratado de la memoria antigua. Señores, cuiden su culo y cuidénlo para cagar mejor, por supuesto, pero cuidénlo sobre todo, pues es un tesoro escondido, es un tesoro con una riqueza espiritual inusual, es donde está el compendio de nuestra existencia.
Pues finalmente concluyo: " A mi la única gente que me interesa, es la gente que tiene culo, que sea grande o pequeño, me da igual, pero eso sí que sea un culo cuidado con mimo, un culo cuidado con cariño y esmero y eso realmente, es lo único que me importa de las personas, pues su culo es lo que me indica el estado de su alma".
A que es muy poética ésta reflexión Aristotélica, !a que sí!. A mi me encanta.