YO NO SOY IMBÉCIL

Yo no soy explorador ni siquiera soy aventurero, aunque quizá lo sea en terrenos mentales, pues ahí si que me gusta aventurarme, además que me encanta perderme entre derroteros desconocidos. Y si hablamos de pensamientos ya es mejor cerrar el chiringuito, me entusiasma lo desconocido y lo que tenga muy poco sentido. Porque la verdad es que estoy harto de tanto raciocinio fundamentalista, de tanto uno más uno igual a dos, de tanto ¿es que no lo ves? o ¿es que estás ciego? y sino lo ves, es que ayudas al enemigo o al  Gobierno o al capitalismo.


Ya está bien de clichés y de dedos que nos señalan y por supuesto que nos culpabilizan, pues si no te mueves o no te movilizas, eres un conformista y un vendido y una mierda pinchada a un palo. Y lo digo porque veo mensajes en el Facebook que van por ese camino y mal camino el que han escogido, pues ese camino no moviliza, más bien inmoviliza. Porque por insultos yo no funciono y  supongo que los demás tampoco. Vamos a ver y para que quede claro, yo me movilizo por lo que me sale de mis cojones y si fuera mujer, de mis ovarios.

Ya está bien de mentes preclaras que se dedican a llamarnos corderitos, corderito será tu madre o tu padre, ¡capullo!. Si es que al final me cabreo y me cabreo porque ya tuve que soportar de pequeñito a la Santa Madre Iglesia diciéndome lo que está bien y lo que está mal y lo que se debe o no se debe hacer y después de largos años de silencio, ahora vienen unos imbéciles que se han movilizado 1 o 10 días, ¡que más da! y a decirme a mi, si debo o no debo movilizarme. Ya está bien de predicadores y de ayatolás de las movilizaciones.

Yo no soy imbécil y no hace falta desmigarme las cosas para que me entere. Primero, porque me entero a la primera, pues aún tengo un trozo de cerebro. Segundo, porque me entero cuando yo quiero y no cuando me digan que debo enterarme. Tercero, que si me hablan en tono agresivo y prepotente, nunca pero nunca apoyaré su causa. Puedo apoyar lo que denuncian, porque nada tiene que ver, pero lo que está más que claro, es que nunca a través de ellos.

Mientras existan elementos como  estos yo seguiré luchando por lo que creo y pienso y para estar a su lado, primero tengo que dejarlo claro y por eso digo: que yo no soy un borrego que sólo bala cuando ellos digan que hay que hacerlo, es más soy un cordero que no necesita que lo dirijan, sé por donde van los tiros y ante los tiros, yo no distingo nada y si se quiere guerra e insultos yo nunca me quedaré por detrás de ellos, yo simplemente dispararé en plan metralleta. Por favor que esos enanos o gigantes verborreicos se callen y se callen para siempre, porque hay veces que ya no distingo quién es más enemigo, si el Gobierno o los nuevos ayatolás de la política subversiva.

NO PUEDO DEJAR DE PENSAR EN TI (Poema)

No puedo dejar de pensar en ti,

en tú cara, en tus ojos,

en tus labios, en tus pestañas,

en tus pechos, en tú pelo,

y sobrertodo, en tu tierna mirada llena de vida,

y todo... todo lo llevo dentro,

y lo llevo en el almacén de los sentimientos.


Si pienso en ti,

a veces me pierdo,

pues no me encuentro a gusto,

me produce resquemor o inquietud,

o una corriente eléctrica,

una corriente que se desplaza,

 desde los pies hasta la cabeza. 


No puedo dejar de pensar en ti,

no puedo, por mucho que quiero,

es como un tumor dentro de mi cabeza,

o como una obsesión maldita,

y si me lo extirpo, me duele,

y si no lo hago, me escuece,

entonces,  ¿que hago?,

si es que no puedo dejar de pensar en ti,

aunque me ponga del revés,

y me retuerza como una serpiente,

la idea persiste en mí,

y se queda dentro de mi esencia,

 y se clava en el centro de mi alma,

y escuece, duele y sangra,

y eso me produce, hemorragias en sábana.


No puedo dejar de pensar en ti,

pero sí puedo pensar en otras cosas,

puedo sentir el paisaje de una montaña,

o ver como desciende un río,

o notar como las olas me mecen,

o como la luna me enternece,

puedo sentir tantas cosas...

que a veces se me olvida,

que no puedo dejar de pensar en ti

.

SENSACIONES

Casi las 4 de la tarde y el sol entra por mi ventana. Día frío de invierno y con ese sol que templa el ánimo, pero ya no queda mucho, hora y media y éste pequeño pueblo mediterráneo se tiñe de tinieblas, profundas y oscuras tinieblas, pero hermosas y sobre todo si hay luz de luna, como es el caso. Es una sensación extraña, una sensación de vivir en otro mundo o en el rincón más escondido del inframundo.

Pero bueno esas son sensaciones y las sensaciones se tienen, pero también se cambian, para eso estamos, para cambiar las sensaciones y sobre todo si son malas. La mala onda de las cosas o de las personas y que a veces cambian y si cambian a lo mejor es que eres tú él que tiene la mala onda y por tanto no estás en el día propicio de conocer a alguien. Por eso cuando alguien te produce mala onda, es preferible esperar a un segundo encuentro o segunda oportunidad y si te vuelve a producir mala onda, es que has acertado.

A veces y sólo a veces, fallas y hay personas que ya tienes encasilladas y esa mala onda no hay manera de quitarla y de repente ¡zas!, le ves algo que te sorprende y esa persona resulta que es más humana de lo que te parecía. Esto te confunde, pero te confunde positivamente, pues siempre es bueno que alguien se pase al lado más humano. No abundan los ejemplares de éste tipo, somos y yo me incluyo, más bien escasos, somos pocos pero somos cojonudos, pues no saben lo que se pierden el resto de los mortales.

Ellos prefieren el dinero y nosotros los sentimientos. A ellos les entusiasma la apariencia y a nosotros la sinceridad valiente. A ellos les gusta alardear de sus conquistas y pavonearse de ellas y a nosotros nos entusiasman las conquistas colectivas y también las personales, pero con esa humildad que nos caracteriza. Somos humildes, pero no gilipollas y si hay que luchar se lucha y si hay repartir hostias, pues se dan y sin miedo, no siempre las conquistas se logran por métodos pacíficos.

O sea que a reivindicarse y a ser más auténticos, pues nadie nos regala nada ni tampoco queremos regalos, preferimos las conquistas a las limosnas y si tenemos clara nuestra meta, somos pirañas que devoran los deseos y por tanto las metas. Como decía el otro día, yo me siento a gusto con la vida, pero quiero sentirme aún más a gusto y esa es mi meta, sentirme a gusto en ésta vida y en la venidera. Si la hay y sino la hay, pues me da igual, ya estuve a gusto en ésta. O sea que a luchar, a sentir y a disfrutar y no dejar que se escape ni una astilla de luz viva.

NO LO ENTIENDO (Poema)

No lo entiendo,
ni tampoco lo veo claro,
no entiendo cuando hablo de sentimientos,
y por dentro no siento nada,
y es que puedo decir palabras bonitas,
y hablar de besos y caricias,
y hasta de un amor desesperado,
y en cambio yo no me siento el protagonista.
No siempre, por suerte,
pero a veces,
es como describir una película
o como leer un poema de amor ajeno,
y es que las palabras,
pueden ser envolventes,
y lo que parece que es, no es,
y lo que se dice, no se siente.

La magia de las palabras,
y el embrujo que suscitan,
una misma palabra tiene mil significados,
según cuando y como,
y según el contexto en que se digan,
no es lo mismo decir que te quiero,
que decir que te quiero más que a mi vida,
y tampoco es lo mismo un beso tierno,
que un beso de Judas,
la misma palabra y distintos significados,
los mismos pensamientos
y más de mil interpretaciones.

A veces siento el vacío en mis venas,
y en cambio expreso más de lo que quiero,
en otras, los sentimientos me desbordan,
y no soy capaz de decir nada,
 tanto tengo que me quedo en blanco,
tanto quiero que me quedo bloqueado,
y entonces en esos momentos,
sólo soy capaz de decir,
de decir,
¡TE QUIERO!. 

ESCRIBIR Y HABLAR

Y hoy es día 18 de Enero de 2.014 y es sábado. Me ha costado saber el día, tuve que pensarlo durante un rato, pues como aquí fue festivo ayer, no sé pensaba más en un jueves o en un día a mitad de semana, bueno en definitiva un día más del calendario. Y cuando digo eso, es que no tengo nada en el tintero, pero yo sigo escribiendo pues de repente una palabra me da la clave para hablar sobre un tema. Otras veces no, otras veces empiezo a desarrollar una idea previa. He descubierto con el tiempo, que hay mil formas de escribir las cosas y nunca hay un método concreto.

Pero si hay una disciplina y está claro que a mi me ayuda empezar a situarme en el día, fecha y día de la semana y a partir de ahí ya irán surgiendo las cosas. Ahora pensaba que me resulta mucho más fácil  expresarme escribiendo que hablando. Si hablo en público me pongo tenso e intento sintetizar tanto, que pienso que al final no se entiende lo que digo. No sé pero me salen las palabras comprimidas y tensas, aparte que no me gusta mi forma de entonar las palabras o frases y si me apuras, mi voz tampoco me gusta.

Voz demasiado grave y densa, no es fresca y viva. Si me escucho en una grabación, me parece una voz extraña y que no reconozco como mi propia voz, bueno sí pero no. Sé que es mía y que remedio, pero no me gusta mi voz. Y en privado y cara a cara con una persona, me pasa que no me gusta como me expreso. Parece que hablando salto etapas y mi cerebro va mucho más rápido de lo que voy diciendo y en consecuencia, intento rectificar sobre la marcha y el resultado es digamos que nefasto.

Parece exagerado lo que digo, pues la gente me entiende más o menos y si no me entiende más es porqué simplemente no está de acuerdo con lo que digo. En público me pasa como que como lo que suelo pensar suele ser complejo de explicar, pues nada, llego rápido a las conclusiones y todo porque el proceso de discusión lo tenía echo previamente en mi mente. O sea intento ahorrar todo ese proceso en donde se enredan las cosas y lo que quiero es ir directamente al grano. Directo y al grano. Pero éste salto lo doy yo sólo, los demás van por el punto primero del orden del día y yo ya estoy saliendo de la reunión y con las conclusiones en la mano.

Es ansia, ansia de tener las cosas claras o eso pienso yo, que las tengo tan claras que el resto no se entera. Y además ahora ya no tengo la paciencia que tenía antiguamente y enseguida y sino me entienden, me desespero. Así soy yo y así seré siempre, pues ese ansia ya no hay quien me la calme y en cambio de volver al principio e intentar explicar mi postura de nuevo, pues me transformo en un loro repetitivo, que sólo repite sus conclusiones. Y a éstas alturas de la película es casi imposible cambiar las formas de actuar o de pensar o de hablar. Y acabo ya, y en conclusión creo que escribiendo consigo matizar mejor las cosas.

DECEPCIÓN (Poema)

Yo me acordaba de tus ojos,
esos ojos rasgados y achinados,
y de color rojo cereza,
y eran ojos llenos y rebosantes de vida,
y es que la vida les salía de sus pupilas,
y de repente, sí de repente, 
tú me has decepcionado,
y es que esperaba más de ti,
esperaba un atisbo de lo que había sido,
un beso tierno y sincero,
una delicada caricia,
una palabra de aquellos tiempos,
y ni tan siquiera una muesca,
o un trozo de metralla,
y ¡no confundamos!,
pues yo no esperaba nada, 
pero si algo, algo más de ti,
algo que el tiempo no lo borrara,
y que la lluvia no lo arrastrara,
y sí, si esperaba un rescoldo de aquella hoguera,
esperaba una luz encendida en tu alcoba,
algo fue y ya no es,
pero que había sido maravilloso,
y eso esperaba de ti,
esperaba una palabra de agradecimiento,
o una frase dedicada a mi:
"por lo feliz que fui contigo",
y por eso te digo, 
que sí, que "yo si fui feliz",
y que fui feliz contigo,
y  también tengo que decirte,
 que tú,
que tú si me has decepcionado.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...