Está muy bien lo del Padel, pero os juro que parece que estoy partido en dos partes. Y eso que ahora intento dosificar y empiezo a jugar muy calmado y sosegado y con esa paz interior que me dura dos telediarios, pues al tercer juego ya estoy metiendo caña y estopa. Desde fuera se dirá, pues que bien si eso te apasiona. Y es verdad que me apasiona, pero ya tengo 58 tacos y juego con personal que tiene entre doce y quince años menos y esa pasión desenfrenada al final se paga, pues si os contara todo lo que en este momento me duele, tendría que hacer otro blog y solo para ese tema.
Sarna con gusto ni pica, se dice o lo que es lo mismo si tú te lo buscaste, pues ahora jódete. He aprendido a dosificarme un rato, pero después la pasión del juego me enciega y entonces ya me pierdo corriendo como un loco y dando raquetazos y sube y baja y ahora agáchate y después salta y cada movimiento es un quejido de mis pobres huesos y articulaciones. Pero eso sí tengo mi orgullo impoluto y no muestro ni un solo gesto de dolor, al revés cuando me caliento y apasiono, pido a los demás más guerra.
Supongo que con el tiempo iré dosificándome más tiempo y haré las paradas necesarias para ir cogiendo más aire. De todas formas tengo que darle vueltas al tema, pues tengo que resetearme a como antes jugaba y por tanto situarme mejor en la pista y eso te ahorra el tener que correr tanto. Pero bueno hay que ver algo positivo en el tema y pensar que a mi edad aún puedo jugar con personas de 40 años y eso es mucho más que mucho, para mi eso, ¡es acojonante!. Y también que me siga estimulando el jugar y competir y ganar, pues ganar también me carga las pilas.
Además ganar un partido podía no significar mucho, pero como todos curramos en el mismo gremio y nos vamos a ver en el resto de la semana, pues nada que restregarlo por el careto de los contrarios tiene su aquel y más si lo vas comentando. Y eso aderezado con una buena dosis de vacile coñero, es un placer especial, tonto es, pero especial también. Y si hablan de otro tema intentando vacilarte, pues le sueltas una puyita de recuerdo y así se quedan calladitos. Y por último ganar me gusta y me gusta siempre, me gusta ganar a los chinos, al ajedrez y hasta al parchís y por supuesto me encanta ganar en mis dos juegos favoritos: el Pimpong y al Padel. El Tenis también me encantaría, pero sé que a estas alturas mi cuerpo no da para ello.
Sarna con gusto ni pica, se dice o lo que es lo mismo si tú te lo buscaste, pues ahora jódete. He aprendido a dosificarme un rato, pero después la pasión del juego me enciega y entonces ya me pierdo corriendo como un loco y dando raquetazos y sube y baja y ahora agáchate y después salta y cada movimiento es un quejido de mis pobres huesos y articulaciones. Pero eso sí tengo mi orgullo impoluto y no muestro ni un solo gesto de dolor, al revés cuando me caliento y apasiono, pido a los demás más guerra.
Supongo que con el tiempo iré dosificándome más tiempo y haré las paradas necesarias para ir cogiendo más aire. De todas formas tengo que darle vueltas al tema, pues tengo que resetearme a como antes jugaba y por tanto situarme mejor en la pista y eso te ahorra el tener que correr tanto. Pero bueno hay que ver algo positivo en el tema y pensar que a mi edad aún puedo jugar con personas de 40 años y eso es mucho más que mucho, para mi eso, ¡es acojonante!. Y también que me siga estimulando el jugar y competir y ganar, pues ganar también me carga las pilas.
Además ganar un partido podía no significar mucho, pero como todos curramos en el mismo gremio y nos vamos a ver en el resto de la semana, pues nada que restregarlo por el careto de los contrarios tiene su aquel y más si lo vas comentando. Y eso aderezado con una buena dosis de vacile coñero, es un placer especial, tonto es, pero especial también. Y si hablan de otro tema intentando vacilarte, pues le sueltas una puyita de recuerdo y así se quedan calladitos. Y por último ganar me gusta y me gusta siempre, me gusta ganar a los chinos, al ajedrez y hasta al parchís y por supuesto me encanta ganar en mis dos juegos favoritos: el Pimpong y al Padel. El Tenis también me encantaría, pero sé que a estas alturas mi cuerpo no da para ello.