Hoy es Viernes

 

Hoy es Viernes, el primer viernes del mes de Junio del año 2.025 y es el primer viernes de mi jubilación. Hablando del tema de la jubilación, hay bastantes de personas (amigos, conocidos, compañeros y hasta vecinos) que te desean suerte en esta nueva etapa de mi vida. Y yo me pregunto ¿de que nueva etapa estamos hablando?. Y porque la única diferencia con la etapa anterior, es que ahora he dejado de currar, pero por el resto todo es más o menos igual. Yo tampoco era un puto sufridor en el trabajo y pocas o muy pocas veces me he quejado de tener que currar. Tengo claro, que mentalmente podía seguir trabajando, pero físicamente ya no está tan claro y aunque me conservo bien o muy bien para la edad que tengo (69 años), hay cosas en donde me sentía limitado: por ejemplo no estoy para meterme debajo de un coche o a extraer a alguien del vehículo accidentado y hay que añadir y con este calor que ahora se me hace insoportable. Además y de momento aún no me hago a la idea de que no volveré nunca más a currar. Yo me hice médico y estoy muy orgulloso de ello, pero la verdad es que tenía unas ganas enormes de cambiar el chip y hacerme un ciudadano de a pie y al que le gusta escribir y sobre todo, sentir. Dicen, nueva etapa y aunque puede que esa nueva etapa tenga la duración de un mes o de un año o de diez años y porque a esta edad multiplicamos el riesgo de que nos pase algo y un día cualquiera y sin saber porqué, amanecemos tiesos y en rigor mortis.

Yo sé que para ser médico hay que tener una piel especial y en el tema de la muerte, hay que ser especialmente bueno y en cierta forma hacer que te resbale un poco. Si yo contara el número de muertos que he tenido delante de mis narices, podría escribir un libro o dos. Yo en mis tiempos no tan lejanos, era de los que reclamaba un apoyo psicológico o psiquiátrico después por ejemplo, de un accidente de tráfico con muertos o heridos graves y a las malas, por lo menos que ese día te lo dieran libre y para poderte recuperar lo mejor posible. Nunca estuvimos suficientemente preparados para la muerte ajena y más si ha sido violenta y desagradable. ¿qué si estoy familiarizado con la muerte?...pues que os podía decir...que sí y por el número de muertos que he visto y que no y porque nadie se acostumbra a la muerte.

Somos médicos y como somos médicos, nosotros mismos tenemos que superarlo o sea,, superarlo a pelo y con el sudor de tu frente. Y después algunos se quejan de que haya bastante cantidad de médicos adictos a las drogas y al alcohol. Y digo médicos pero igualmente podía decir, enfermeros y técnicos de emergencias. Antes es verdad, que iba el médico solo y el pastel con que se encontraba se lo tenía que comer el solito. Y que soluciones toman los mandamases sanitarios, pues te dan un cursito con nombre rimbombante, pero falto de empatía hacia el profesional que se ha tenido que comer el pastelazo.


















Anne Sexton


 «Es junio. Estoy cansada de ser valiente».

El tema que tengo entre manos


 El tema que tengo entre manos

es saber diferenciar entre la vida y la muerte.

Porque es verdad que a veces nos morimos en vida

nos adelantamos a la muerte

nos dejamos ir por esa pérdida de sensaciones vitales

y porque en definitiva,  nos sentimos viejos.

Pero sentirse viejo no está tan mal,

físicamente entras en período de decadencia

y el dolor va saltando de articulación en articulación

y no duermes igual que antes 

y la vista se declara como cansada

y el oído externo acumula pelos

y la cadena de huesecillos del oído interno

se solidifica y se hace duro y pétreo.

En la vejez hablas menos

intentas decir algo en cuatro palabras

y porque ya estás harto de hablar por hablar

y más cuando cuando sabes que no vas a convencer a nadie más

y los que están a tu lado seguirán a tu lado pase lo que pase

y juntos y codo con codo

a lo mejor podríamos cambiar el mundo.










 El tema que tengo entre manos

es saber diferenciar entre la vida y la muerte.

Porque es verdad que a veces nos morimos en vida

nos adelantamos a la muerte

nos dejamos ir por esa pérdida de sensaciones vitales

y porque en definitiva,  nos sentimos viejos.

Pero sentirse viejo no está tan mal,

físicamente entras en período de decadencia

y el dolor va saltando de articulación en articulación

y no duermes igual que antes 

y la vista se declara como cansada

y el oído externo acumula pelos

y la cadena de huesecillos del oído interno

se solidifica y se hace duro y pétreo.

En la vejez hablas menos

intentas decir algo en cuatro palabras

y porque ya estás harto de hablar por hablar

y más cuando cuando sabes que no vas a convencer a nadie más

y los que están a tu lado seguirán a tu lado pase lo que pase

y juntos y codo con codo

a lo mejor podríamos cambiar el mundo.

Hoy tenía ganas de verte



 Hoy tenía ganas de verte

pero me quedaré con las ganas

y porque no todo es tan fácil como uno piensa

y tengo un deseo

y el deseo se cumplirá y porque yo lo digo.

La vida nos enseña cosas

y la primera que debíamos aprender

es que se debe tener paciencia.

La segunda es...

es que hay tiempo para todo

para comerte a besos

para enamorarme ciegamente

para quererte chupar hasta el tuétano de tus huesos

y envolverte al vacío

o fumarte en papel albal 

y lo poco que quede de ti

lo lanzaré a la rosa de los vientos

y para que ella decida libremente.















ETAPAS


 Mis recuerdos no son eternos

mis recuerdos saben de mi vida más que yo mismo

además, yo de mi vida sé muy poco.

Tengo lugares, tengo sitios,

tengo playas, tengo barricadas

tengo hermosos rincones guardados

tengo amores que si pudieron ser

y otros que por una razón u otra, se arrastraron por el fango. 

De fechas ando fatal

pero me muevo por etapas vitales,

la infancia, la adolescencia,

mi época de estudiante universitario

los primeros pasos en el trabajo

la desilusión del día a día y porque pensaba que la medicina sería otra cosa,

mi boda, mis tres hermosos hijos,

mi bella casa de Chiclana

las flores y las plantas, la higuera,

el platanero, el maravilloso jardín

la parra echa con mis propias manos

y su bendita sombra siempre agradecida.

Y ahora estoy viviendo y de pleno

mi última etapa vital

y mis tres hijos se han hecho hombres

Mi casa es otra y porque ahora es una casa pareada de pueblo

grande y hermosa

de muros fuertes y sólidos

rezuma vida por sus cuatro costados

y por esta casa han pasado muchas generaciones familiares

tiene ni más ni menos que 130 años

y sigue en pie

y conserva esa mezcla de antigua y modernista.













Federico García Lorca

n


"yo quise olvidar
y puse un muro de piedra
entre tu casa y la mía.
Es verdad. ¿No lo recuerdas?
Y cuando te vi de lejos
me eché en los ojos arena.
Pero montaba a caballo
y el caballo iba a tu puerta".

Ay miña terriña


 Ay miña terriña, como che boto de menos. La echo de menos, es verdad, pero quizá echo más de menos, la Galicia de mis años jóvenes y de mi infancia. La última vez que fui pola miña terriña, fui con una amiga de aquí, de la Isla y yo me llevé a mi hijo pequeño y ella al suyo. Y me acuerdo que yo estaba entusiasmado como un niño y los primeros síntomas de mi "brote", los noté al llegar a Santiago. No sé si llegamos cerca de las 12 de la noche y bastante cansados, pero yo no podía quedarme sin ver Santiago de noche y nos fuimos a recorrer sus calles. Que preciosidad, seguía igual que cuando la dejé, la misma lluvia, el mismo frío, la misma piedra y la misma belleza.

Al día siguiente cogimos rumbo a Costa da Morte, entrando por la ría de Muros y fuimos picoteando en cada pueblo, pequeños y cortos paseos, pues era tal mi impaciencia por querer enseñarle todo, que si bajaba en un pueblo yo ya estaba pensando en el siguiente. Muros pueblo precioso, como siempre y la próxima parada fue en el pueblo de Ézaro y allí nos paramos a comer, a comer como auténticos cerdos, estaba todo delicioso y hacía tanto tiempo que no comía un buen pescado, que casi me muero de la enchenta. Después a Corcubión y Finisterre y aquí si tengo que hacer un kit-kat, pues empecé a tener una sensaciones raras o sea me estaba gustando todo, pero tenía un sabor extraño y seguí dándole vueltas, hasta que caí de la burra. Y era que que estos dos pueblos tenían cicatrices imborrables de la época del ladrillo, habían construido a lo bestia. Por lo menos yo lo sentía así, pues mi recuerdo era más amable y entrañable con la naturaleza del lugar. Entonces muy bien pero no tanto, pues la película que yo tenía en mi coco, ya no coincidía tanto con la realidad urbanística y eso la verdad, es que te deja chafado y medio hundido.
Desde Finisterre seguimos camino hacia A Coruña y a base de meterme os toxos por mis ojos, fui observando espléndidas alfombras amarillas por las lomas de las montes, pues eso, que se me fue olvidando ese mal sabor de boca. En las grandes ciudades, ya no noté tanto, el cambio que supuso el ladrillazo, se nota pero no es tan cantoso. Al día siguiente, Betanzos, como siempre maravilloso y seguimos hacia abajo hasta llegar a Vigo. Vigo mi ciudad natal, que ya me resulta desconocida desde hace muchos años. Faltan los descampados de mi infancia, los tranvías, los árboles y en lo que no cambió, es en sus cuestas empinadas y su caos circulatorio y urbanístico y bueno su ría, su linda ría. La ría que vi cuando nací y que después posteriormente recorrí por todas sus esquinas. Para mí, Vigo es su ría y lo demás son casas y coches y bajadas y subidas y caos, mucho caos y ruidos y más ruidos y esa maraña cada vez más grande de edificios que van tapando las vistas a su tesoro, que no es el tesoro de Rande (en Rande dicen los historiadores que se hundieron nosecuántos que venían lleno de oro y plata procedentes de las Américas y de ahí viene lo del tesoro de Rande), es el de la misma Ría de Vigo.

















CARMEN LAFORET


 

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...