
no sé donde está el botón de la mentira,
ni quién lo aprieta
y porqué lo aprieta,
pero sé que salta y que salta como un resorte,
y cada dos palabras una es una mentira,
y cada dos promesas las dos son falsas,
y ¿para que hablar de lo que se jura?,
los juramentos son engaños
y yo juro sobre la Biblia
perjuro sobre la Patria
y prometo sobre la Santa Madre Iglesia,
¿pero que más da?, si he pecado ante Dios,
o he traicionado a la Patria
o he estafado al resto de los humanos,
la cuestión es que la mentira es un caballo desbocado
y es una serpiente con dos cabezas,
una es la que te cuenta la historia
y la otra es la que te reafirma, que es cierta.