INHUMANO Y MÁS...


 

"El 2 de septiembre de 2020 se cumplieron 20 años de la fotografía que hice en la Playa de los Alemanes, en Tarifa, Cádiz. Una pareja de bañistas frente al cadáver de una persona migrante subsahariana tras naufragar su patera. La veo ahora y me pregunto: ¿Hemos cambiado nuestra mirada sobre ‘ellos’? La respuesta es sí. Ahora ya no es solo indiferencia, ahora también es odio inducido con patrañas e inoculado por el nuevo fascismo ascendente en millones de corazones, almas y votos ante el silencio cómplice de algunos que se autoproclaman respetuosos con los derechos humanos.
(...) No había dispositivo de ayuda a pie de playa. Los que llegaban vivos, heridos, quemados o con hipotermia estaban tirados en playas y roquedales durante cinco o siete horas, ya bajo custodia policial. He sido testigo de cómo guardias daban el biberón a bebés hambrientos, con su propio dinero, y de cómo vecinos ayudaban o daban refugio clandestino a los migrantes para que no fueran deportados. También he visto la indiferencia, sobre todo en instituciones y gobiernos. Pero nunca el odio y la criminalización política interesada que sufren ahora.
Tampoco había asistencia humanitaria y algunos guardias les compraban bocadillos. Los encerraban durante 40 días, sin ver el sol y sin médicos, en la siniestra sala de maletas del viejo aeropuerto, de donde salían millones de turistas. Se encarcelaba a personas no delincuentes en un campo de concentración llamado CIE. Mientras nuestros campos se llenaban de trabajadores migrantes sin derechos, nuestra economía crecía. Recuerdo el terror esperando a que llegaran camiones para llevarse deportados a los indocumentados. Hoy siguen esclavizados y en condiciones inhumanas, como jornaleros, con papeles o sin ellos, en asentamientos de chabolas que les queman cada poco. Lepe, en Huelva, el Ejido, en Almería, o Lleida siguen siendo símbolos de la explotación humana. Y muchos continúan con el miedo a ser deportados".

MI RECETA



Me han abandona las serpientes

que tenía colgadas del cuello

y que campaban a sus anchas en los atardeceres dorados,

y que me apretaban y que me sofocaban

y hasta no me dejarme ni respirar...


Ahora tengo témpanos colgando

y estalactitas y estalagmitas

y luciérnagas vaporosas

que me quieren penetrar

además me supongo,

 de quererme iluminar.


Creo que me ha abandonado al dios todopoderoso

y ahora soy el más procaz que los hombres cotidianos,

ahora soy más don nadie que persona,

tengo una parte de plástico duro,

otra de anfibio metálico

y los nudillos son de metacrilato disminuido

y mi receta es

a punto de cruz

y vuelta y vuelta.

EN EL FONDO...



Y la playa está sola

y además, se viste de soledad

pienso yo...por un momento...

y como si me sirviera de consuelo en éste anochecer invernal...


Porque no me quiero ver reflejado en mi propio espejo,

y es que me duele la verdad

y me escuece la mentira piadosa

y el reflejo de mi iris sobre el frío cristal...


Sé que a veces prefiero

mirarme en espejo ajeno,

más que en el mío propio,

a veces pasa eso,

prefieres la mirada del conocido pero desconocido

que la del amigo que te va a decir la verdad.


En el fondo la playa sigue sola,

le adorna la espuma de las olas

y la suave brisa que viene del más allá

y entre una y otra secuencia de olas,

se cuela el milagro del silencio

y el sonido de arrastre de arena mojada

y de la espuma

que precisamente vienen del más allá

y es que el mar se encrespa con la luna llena

y en el horizonte

las gaviotas se ponen a volar...

Vetusta Morla - Copenhague (Directo 15151)

Turnedo (feat. Xoel Lopez / Confesiones-directo)

Quique Gonzalez - Vidas cruzadas (Ivan Ferreiro)

Dolores O'Riordan & Sinfonia Varsovia - "Zombie" (orch. & cond. Adam Szt...

Pink Floyd - On The Turning Away (1989-07-15) FM

INSOMNIO

 INSOMNIO




Eric Clapton - Wonderful Tonight (Live Video) | Warner Vault

Paco De Lucia & Al Di Meola The Reunion "Mediterranean Sundance"


 

UNA PEQUEÑA HISTORIA


 

UNA PEQUEÑA HISTORIA

Este es conocido como uno de los momentos más increíbles de la medicina. En 1922, en la Universidad de Toronto, los científicos fueron a la sala de un hospital con niños que estaban en coma y morían de cetoacidosis diabética. Imagínese una habitación llena de padres sentados junto a la cama esperando la inevitable muerte de su hijo. Los científicos fueron de cama en cama e inyectaron a los niños el nuevo extracto purificado: la insulina. Cuando empezaron a inyectar al último niño en coma, el primer niño inyectado comenzó a despertar. Uno por uno, todos los niños despertaron de sus comas diabéticos. Una habitación de muerte y tristeza, se convirtió en un lugar de alegría y esperanza.



















































































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QUÉ HACEMOS (María Carvajal)




QUÉ HACEMOS


Qué hacemos con los tipos de interés
y las cláusulas suelo,
si esos tipos no interesan
y nos hipotecamos sobre terrenos pantanosos.
Qué hacemos con las multinacionales
y los productos transgénicos,
si me lees desde tu móvil de última generación
mientras te reflejas en la piel de una manzana.
Qué hacemos con las farmacéuticas
y los contratos basura,
si no nos curamos de envidias y rencores
y seguimos sin tirar el papel al contenedor azul.
Qué hacemos con el amor que nos sobra,
si al final lo convertimos en ego.

EL TÉ TIÑE (Juan José Millás)


 

Cuando te haces a la idea de que es imposible no decepcionar a alguien, algo ocurre en tu vida. Lo que ocurre, quizá, es que te decepcionas a ti mismo. Hay gente que disfruta de una aceptación casi universal, pero que en lo más hondo de sí misma se detesta. Se lo escuché el otro día a mi dentista, mientras me limpiaba la boca, o sea, los dientes: la calavera, en fin.
-Todo el mundo me adora -dijo-, mis hijos, mis nueras, mis pacientes, mis amigos…
Traté de hacerle saber con un gesto de los ojos que también yo le adoraba por miedo a que me hiciera daño.
-Pero yo no me soporto -continuó-. A veces me dan ganas de reunir a todo el mundo para confesárselo. Enjuágate la boca.
Me enjuagué la boca un poco preocupado por el estado de ánimo del hombre en cuyas manos me encontraba.
- ¿Queda mucho? -le pregunté.
-No, acabamos enseguida.
Mientras volvía a introducir los hierros en mi boca abierta de par en par, regresó al asunto de la decepción para analizarlo desde diversos puntos de vista.
-Yo quería dedicarme a la investigación -concluyó al fin- y ya me ves, limpiando dientes. ¿Bebes mucho té?
Asentí con un ligero movimiento de cabeza.
-Pues contrólalo porque el té tiñe el esmalte.
Salí de la consulta del dentista y acudí directamente a la de la psicoanalista, pues había organizado las citas para que encajaran y perder menos tiempo. Me tumbé en el diván y permanecimos unos minutos en silencio. Finalmente le pregunté si ella se había decepcionado a sí misma.
-Aquí no se habla de mí, sino de usted -dijo-. ¿Qué contesta a eso? ¿Se ha decepcionado a sí mismo?
Preferí no responder por la agresividad con la que lo había planteado. Ya en casa, mientras me observaba detenidamente los dientes (es decir, la calavera) frente al espejo del cuarto de baño, repasé mi vida y completé la idea de la primera línea: que cuando te das cuenta de que resulta imposible no decepcionar a alguien, te decepcionas a ti mismo

MIGUEL HERNÁNDEZ


 

ELVIRA SASTRE


 

“Y que ojalá sonrías
y no te culpes
ni te castigues:
Tú cambias vidas,
pero no destinos”.

Elvira Sastre

LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...