Agotado como un pez sobre la arena.
Extasiado, vilependiado,
ultrajado, pisoteado, oprimido,
y sobre todo estúpido,
estúpido y sólo,
igual de sólo, que el gusano de una manzana.
Un buen tío, pero estúpido,
un tanto raro y huraño,
pero lo compensa con su dulce sonrisa,
a veces pesado y gracioso,
y en otras tirando a siniestro,
él tiene debilidad por los cementerios,
y le encantaría recorrer todos los mares,
y subir las montañas nevadas,
y descender los rios con sus cascadas.
Es un personaje único,
y pertenece a una rara especie,
es un ser idiosincrásico,
es bohemio, pero al mismo tiempo sincero,
es dulce, pero se esfuerza en ser ácido,
es comprensivo con los demás,
y mucho menos consigo mismo,
y él es así y así, lo asume y lo reivindica.
Es luchador, pero a veces se agota,
y si alguien le ataca,
él se revuelve como un tiburón enfurecido,
y si la razón le acompaña, llegará muy lejos,
pero su gran problema,
es que no perdona ni se olvida,
por tanto, es resentimiento,
y es la venganza en estado puro,
y sobre todo es, lo que su lema dice,
yo sólo quiero cargarme al enemigo.
Y ese personaje tan raro y tan extraño,
ese individuo tan solitario y estúpido,
ese soy yo y lo digo porque me conozco,
y me doy cuenta que todo lo que tengo,
no me lo merezco,
no merezco mi cuerpo, por darle maltrato,
no merezco mi mente, por querer silenciarla,
no merezco a mi alma, ni tener sentimientos,
yo sé lo que me merezco,
y lo que me merezco es lo que ahora tengo,
y me tengo a mí, y poco más que a mi,
quizá tenga a la soledad,
esa soledad, que siempre me acompaña.
BICHITOS (Alucinación)

Y os juro que no había fumado un porro, ni siquiera una cerveza, ni me chuté nada, ni esnifé, nada de nada, a pelo, os digo aluciné a pelo. Hoy he descubierrto un bichito nuevo y mi curiosidad humana me llevó a observarlo. Pensé que el bichito no podía tener ojos, pues si los tenía serían más grandes que su minúsculo cuerpo. Seguí experimentando y encendí los fuegos de uno en uno, supongo que a ver como quedaban achicharrados (reminiscencias de la infancia) y nada, bueno sí se apartaban del fuego, pero lo hacían poquito a poco, como ese calor infernal sólo les molestara un poco, pero nada más, que un poco. Así que deduje que eran bichitos resistentes al calor y que a lo mejor vivían dentro de la vitrocerámica y que por casualidad habían salido hoy, hoy a darse un paseo.
También pensé, que como había limpiado la vitro con uno de esos productos que son específicos para ella, a ver si éste producto de limpieza se había pasado al bando contrario y la casa fabricante se había decidido a hacer la limpieza con productos biológicos o sea con los dichosos bichitos. Y aquí, ya se me fué definitivamente la imaginación al garete y empecé a dar rienda a posibles teorías. Los bichitos podían haber sido manipulados, por esos procesos nuevos y tan complejos, de manipulación de los genomas, o sea pasaron de ser bichitos tranquilos y vividores dentro de las vitros, a bichitos voraces de la grasa y demás mierdas que quedan pegadas a la placa. Cosas peores han inventado, ahora hay engendros genéticos o transgénicos para todo. Hasta yo estoy pensando en manipularme geneticamente y hacer un Brunito trasgénico, seguro que mejoraría la raza, pues la mía ya está cogiendo la pendiente. Pero tranquilos, que la pendiente es kilométrica y antes de llegar a la meta, aún tengo que hacer un millón de paraditas.
Ahora me vino a la cabeza, que podían ser las tantarantillas, esos bichitos pequeñitos que tiene en sus huevos las ladillas . Pero de inmediato pensé, que yo no tenía ladillas y me quedé mirando al perro, como interrogándolo, y a ver si era él, el que tenía ladillas...
FOTOGRAFÍAS (Recuerdos)

Es eso que se dice, que si era más guapa o más interesante fisicamente, pues esa es la imagen que tús recuerdos retienen y cuando la vuelves a ver, con la distancia del tiempo por el medio, resulta que la ves completamente distinta. Vamos que el halo se le fué y una persona sin halo, no es nada o por lo menos así lo sientes. Hablo de sensaciones y no de razonamientos, pues las sensaciones son pura subjetividad, y los razonamientos, se intentan que sean ojetivizables o por lo menos yo lo intento. La sensación es muy puñetera y juega contigo, si tú tienes un buen recuerdo de determinada persona, a ella le encanta jodértelo y al revés, también vale. Objetivizar un recuerdo es casi imposible, pues el recuerdo siempre está imbuído de ese tamiz surrealista, que lo hace así, ser tal como es. Lo que si se puede conseguir es relativizar los recuerdos o sea que fueron lo que fueron, pero que hoy son distintos y por tanto su peso se relativiza con el paso del tiempo.
Claro que los recuerdos no sólo afloran por las fotografías, afloran por nuestros cinco sentidos. Afloran con un paisaje que te suena a otro paisaje pasado, afloran con ese olor a leña quemada, afloran con un sabor determinado, afloran al tocar a una persona, afloran con un sonido o con la música o con las voces o con las palabras y afloran porque anteriormente lo sentiste y simplemente ahora lo revives, pero lo revivies a través de los sentidos y a veces a través de una fotografía. Que en la foto la persona saliera bien o que estuviera guapa, es totalmente secundario, lo importante era lo que significaba para tí y lo que aún significa y eso y de momento no hay cámara fotográfica que lo plasme en una foto, eso va muy dentro de cada uno, la foto en sí, sólo sirve para que los recuerdos se cuelen por la trastienda y el resto va a depender de lo que tú sentiste y sientes hacia ella.
LAPSUS (Reflexión resacosa)
Tengo demasiadas cosas en el coco y lo primero que tengo que hacer, es ordenarlas. No sé, en un sólo día tengo esa sensación de que no me aclaro mucho, es como si me faltara el aire así, de primeras o esa sensación de que me ahogo en una gota de agua. Pero digo yo, que será producto del cansancio y del agotamiento. Seguro que es eso, pues ahora que ya he descansado un poco, y ya me encuentro de nuevo por mis fueros. De aquí al domingo, el tiempo es mío y bueno y de mis hijos, que para eso también los tengo, para dedicarles tiempo y sobre todo, darles el cariño que se merecen. Los pobres ya tienen bastante con aguantar a un padre como el que tienen y ese padre soy yo, y lo soy, para las buenas y para las malas, pues ellos saben perfectamente que pase lo que pase, siempre me tendrán a su lado. ¡Antes ellos que ninguno!.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Yo, si viviera en otra tribu
Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...
