Me sorprende la vida,
salta en el vacío y aparece tal cual, delante de mí,
aparece así,
así de desnuda y así de decadente,
desnuda de vida, desnuda de todo,.
desnuda sin filtros,
desnuda de miedos,
desnuda de amores y de buenas razones.
Me sorprende la vida,
se pasea ante mí como una insinuante dama de cabellos rubios,
de grandes pechos oscilantes,
de cintura tirando a estrecha sin demasiadas estrecheces,
de camisa suelta y al rigor del viento,
de pantalón vaquero de desgastado azul cielo,
de mirada tierna y serena,
de escote profundo y de otro mundo,
de ojos claros, sensibles y a veces, temibles,
de dedos largos kilométricos,
de voz aguda y húmeda,
de piel entre dulce de leche y dulce en almíbar,
de suaves tonos morenos,
de algo de sol, de algo de sombra,
de mucho andar entre las sombras...
Me sorprende la vida,
me sorprende la inquietud de su mirada,
sus labios tersos y tensos como cuerdas de un arco,
su hoyuelo en una mejilla,
su olor a hierba fresca y recién cortada,
su rictus de mujer pantera venida a menos,
su porte, su garbo, su lastre de aquellos buenos tiempos,
su decadencia y maleficencia,
su acotada línea de flotación,
su escarcha fría en su mirada,
su buena marca y su magnífica estampa,
su estirpe sin criar,
su aire de bien estar,
su cadencia entre dos pájaros al acecho,
su estado entre dos orillas sin puente
su ahora, estoy contigo
su después, estoy con el otro
y no hay autopistas que lleguen hasta ti,
llegaron
y al final creo, que se pasaron...
salta en el vacío y aparece tal cual, delante de mí,
aparece así,
así de desnuda y así de decadente,
desnuda de vida, desnuda de todo,.
desnuda sin filtros,
desnuda de miedos,
desnuda de amores y de buenas razones.
Me sorprende la vida,
se pasea ante mí como una insinuante dama de cabellos rubios,
de grandes pechos oscilantes,
de cintura tirando a estrecha sin demasiadas estrecheces,
de camisa suelta y al rigor del viento,
de pantalón vaquero de desgastado azul cielo,
de mirada tierna y serena,
de escote profundo y de otro mundo,
de ojos claros, sensibles y a veces, temibles,
de dedos largos kilométricos,
de voz aguda y húmeda,
de piel entre dulce de leche y dulce en almíbar,
de suaves tonos morenos,
de algo de sol, de algo de sombra,
de mucho andar entre las sombras...
Me sorprende la vida,
me sorprende la inquietud de su mirada,
sus labios tersos y tensos como cuerdas de un arco,
su hoyuelo en una mejilla,
su olor a hierba fresca y recién cortada,
su rictus de mujer pantera venida a menos,
su porte, su garbo, su lastre de aquellos buenos tiempos,
su decadencia y maleficencia,
su acotada línea de flotación,
su escarcha fría en su mirada,
su buena marca y su magnífica estampa,
su estirpe sin criar,
su aire de bien estar,
su cadencia entre dos pájaros al acecho,
su estado entre dos orillas sin puente
su ahora, estoy contigo
su después, estoy con el otro
y no hay autopistas que lleguen hasta ti,
llegaron
y al final creo, que se pasaron...