En la vida pasan cosas y entre ellas está que el te cuenten un cuento chino, pero ese no es verdadero problema. y verdadero problema está en que te creas ese cuento chino y que debido aello y en consecuencia que tú se lo contarás a otros y así empezaron todos malentendidos a lo largo de nuestra historia y que nos llevaron a guerras por una causa que no existía o por un malntendido de mierda y que al final, era un verdadero cuento chino. Y así somos los humanos, nos creemos algo que es más irreal que real y una vez que estamos poseídos por esa falsa idea, nos sentimos los posedores de la verdad absoluta y de ahí a dar un paso y ser miembro de una secta, solo hay un paso y no hay más. Yo soy de creerme solo la mitad de lo que me están contando y ni tiro para un lado, ni tiro para el otro, me veo yo en el medio y equidistante de los lados. La vida es andar sobre una cuerda que a veces está floja y que en otras está tan tensa que se puede romper por si sola o por una simple corriente de aire. La vida nos da las herramientas necesarias para seguir para delante, solo pasa que a veces, la vida se atraganta por tanto payaso suelto que va diciendo y con toda su arrogancia de bestia inmunda e inhumana, que no es igual un moro que un cristiano o un negro que un blanco ni un indígena de un pueblo perdido o un señorito de una ciudad cualquiera. La vida es dura y a veces es demasiado dura y esa es una verdad inquebrantable, es una verdad como una casa o como un puño, es como un dogma de fe para un católico y el que lo dude, es que no conoce la dureza de esta vida y porque siempre vivió entre algodones y al que siempre le esparaba un chófer con un inmenso coche y para eque el neé no tuviera que andar ni 60 metros. Y hay gente que nació así, pero en general es muy poca y por eso solo puede pasar si formas parte de esa élite inmensamente rica que tiene el poder del mundo en sus manos finas y pulcras.
Pero el resto de los humanos sabemos de lo que hablamos y hablamos de la dureza que tiene la vida. Y la dureza tiene muchos grados y no es lo mismo un currante a pleno sol en medio de un verano sudado y agobiante hasta el extremo que el que curra sentado en su silla de trabajo y hasta hay algunos que tienen la suerte de su lado y les acaricia el aire de un aparato de aire acondicionado, pero la dureza de la vida también depende del cristal con que la mires y es muy duro para la espalda y las manos estar cavando patatas toda una mañana, pero también lo es, solo que lo es de otra manera, estar escribiendo todo el día y a todas horas y porque puede que te salgan ampollas y callos en los dedos y hasta te puede joder la sensibildad más fina y cuando acaricias otra piel, tardas un rato en sentir lo que estás tocando con la yema de tus dedos. Aunque también hay dureza de los que se hacen el duro y van de robots por la vida. Dicen que la dureza del diamante es impresionante y que la dureza de carácter solo manifiesta que eres un tío amargado y eso no es ningún grado de dureza y es una forma más de ser y de estar por la vida. Yo recuerdo gente muy dura y que de lo dura que era, se convirtieron en estatuas de dura piedra.
El mármol también es muy duro, pero si le das un golpe justo en el medio de una plancha de mármol, se romperá como el cristal y su dureza se irá directamente al carajo. A los tío duros les pasa lo mismo y nunca y por principios nunca podrán mostrar su talón de Aquiles y además, tendrán dos problemas añadidos, uno, será mantenerse impertérrito ante cualquier problema que vaya surgiendo y por muy duro que este sea y otro será, estar preocupado día y noche de solo mostrar su perfil de dureza pétrea. La dureza no se mide en kilómetros hora ni en kilowatios hora y su dureza real solo la conocen los que van de duros por la vida y porque mira que tiene que ser duro mantener siempre ese grado de dureza y todos los días y a todas horas..