A VECES...

 

"A veces se nos olvida

que el tiempo no regresa".


 




















BATANIA

 

Con pocos pero doctos libros juntos

FRANCISCO DE QUEVEDO


De qué sirve la sed saciada,
el viento domado, la noche sin escarpias,
el corazón con doble forro de polietileno,
arrasadas de silencio las habitaciones,
con muchos pero necios libros juntos,
si sigues añorando
el colmillo,
la víscera
y la fiebre de las víboras.


 

















Con pocos pero doctos libros juntos

FRANCISCO DE QUEVEDO


De qué sirve la sed saciada,
el viento domado, la noche sin escarpias,
el corazón con doble forro de polietileno,
arrasadas de silencio las habitaciones,
con muchos pero necios libros juntos,
si sigues añorando
el colmillo,
la víscera
y la fiebre de las víboras.

ANÄIS NIN

 

Hay dos maneras de llegar a mí: por medio de besos o por medio de la imaginación. Pero hay una jerarquía: los besos por sí solos no funcionan.



 



















STEFAN ZWEIG

 

En algunas ocasiones no es nada más que una puerta muy delgada lo que separa a los niños de lo que nosotros llamamos mundo real, y un poco de viento puede abrirla.



















ALEJANDRA PIZARNIK


 

JAMES JOYCE

 

"Los colores dependen de la luz que uno ve".


PARA LA LIBERTAD (Miguel Hernández)

 

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.

Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.
Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.




















NEORRABIOSO


 

JORGE GUILLÉN


"¡Qué alegría ser así dos historias en un cuento!"





















JULIO CORTAZAR

 

CAPERUCITA EN MANHATTAN (Carmen Martín Gaite)

 

«Pero ¿a qué llaman vivir? Para mí vivir es no tener prisa, contemplar las cosas, prestar oído a las cuitas ajenas, sentir curiosidad y compasión, no decir mentiras, compartir con los vivos un vaso de vino o un trozo de pan, acordarse con orgullo de la lección de los muertos, no permitir que nos humillen o nos engañen, no contestar que sí ni que no sin haber contado antes hasta cien como hacía el Pato Donald… Vivir es saber estar solo para aprender a estar en compañía, y vivir es explicarse y llorar… y vivir es reírse…»

 




























«Pero ¿a qué llaman vivir? Para mí vivir es no tener prisa, contemplar las cosas, prestar oído a las cuitas ajenas, sentir curiosidad y compasión, no decir mentiras, compartir con los vivos un vaso de vino o un trozo de pan, acordarse con orgullo de la lección de los muertos, no permitir que nos humillen o nos engañen, no contestar que sí ni que no sin haber contado antes hasta cien como hacía el Pato Donald… Vivir es saber estar solo para aprender a estar en compañía, y vivir es explicarse y llorar… y vivir es reírse…»

JORGE LUIS BORGES

 

Buscamos la poesía; buscamos la vida. Y la vida está, estoy seguro, hecha de poesía.



 
























ALEJANDRO DUMAS

 

Todo cabe en lo breve. Pequeño es el niño y encierra al hombre; estrecho es el cerebro y cobija el pensamiento; no es el ojo más que un punto y abarca leguas.






















LIBRE TE QUIERO (Agustín García Calvo)

 

Libre te quiero,
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía.
Grande te quiero,
como monte preñado
de primavera.
Pero no mía.
Buena te quiero,
como pan que no sabe
su masa buena.
Pero no mía.
Alta te quiero,
como chopo que en el cielo
se despereza.
Pero no mía.
Blanca te quiero,
como flor de azahares
sobre la tierra.
Pero no mía.
Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.
Libre te quiero
Libre te quiero,
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía.
Grande te quiero,
como monte preñado
de primavera.
Pero no mía.
Buena te quiero,
como pan que no sabe
su masa buena.
Pero no mía.
Alta te quiero,
como chopo que en el cielo
se despereza.
Pero no mía.
Blanca te quiero,
como flor de azahares
sobre la tierra.
Pero no mía.
Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.


























22 de ENERO del 2.020

 

 

 

 Hoy es Miércoles y lo es todo el día, además de ser día 22 de Enero del año 2.020 y así entramos o casi en la última semana del mes de Enero. Y menos mal porque ando a dos velas y además, están todas tiesas. Siempre nos pasa lo mismo en éstas fechas maltrechas y suspirando porque llegue el mes de Febrero, que por cierto en su día 5 cumplo años y no voy a decir los que cumplo (pero en bajo y como un susurro que se lleva el viento, sí que os lo puedo decir y son 64 años del ala) y digo 64 años y se me caen los dientes al suelo y me veo envuelvo en pañales y cagado y meado por todos lados. La vejez es un tema muy duro, que lo que primero que requiere es que tú o yo, nos pongamos enfrente del espejo y que reconozcamos nuestra piel dura, arrugada y gastada, nuestras patas de gallo a modo de colgajos, nuestra caída de pelo, nuestras articulaciones destrozadas, nuestra porosidad en los huesos, nuestra falta de vista y de visión lejana y cercana, nuestros dolores sordos y de cada día, nuestro progresivo descontrol de esfínteres, etc..

Si somos capaces de vernos como en realidad somos, habremos dado un paso de gigante para asumir nuestra vejez galopante. Segundo, hay que mirarse en el espejo pero además hay que mantener el ojo crítico y por tanto hay que saber medir hasta donde uno puede llegar. Que no me vale y para nada que haya un viejo en la China que a sus 90 años ha subido 14 ochomiles o que haya otro de 95 años que aún es corredor de maratones y porque siempre hay y habrá excepciones, pero que no deben ser nuestro ejemplo en el día a día. Aclaremos una cosa previa, cada uno puede hacer lo que quiera con su vida, pero lo que no puede o no debe es predicar con la excepcionalidad de sus actos (poder puede, pero nosotros tenemos que saber pasar de semejantes tíos que van de héroes ejemplarizantes y tocacojones. Ojo crítico y discriminatorio, que se llama). Porque si no sus actos de putos héroes sin dientes, acabarán hundiéndote en la ciénaga del día a día. El otro subiendo ochomiles y con 20 años más que tú y tú al octavo escalón que subas ya estás pidiendo oxígeno y papas.

Yo lo siento muchísimo, pero lo tengo que decir claramente...mi héroe soy Yo y son mis músculos y huesos porosos y esponjosos y mis glándulas que ya están medio secas y mis dolores de viejo podrido y todo esto me completa como ser humano viejo que soy. Lo que tengo muy claro es que con mi mente de viejo que ha pasado por demasiadas cosas, no podría vivir en un cuerpo joven, pero en uno adulto y maduro, sí que podría. Es decir, quitaría el dolor de todas mis partes y el conjunto de incapacidades que me producen esos dolores. Me quedaría con la experiencia y la prudencia que tiene un ser maduro y por eso digo, que eso no es compatible con un cuerpo joven y por inexperto y por poco prudente. Adulto, yo me quedaría con mi estado adulto dentro de un cuerpo sin quejas ni reclamaciones. Yo hablo de un estado ideal y que como se ve, es muy diferente al estado ideal que la sociedad nos quiere vender y porque las reglas sociales que tenemos impuestas persiguen las excepciones como estados ideales de nuestro ser y ahí es donde entra el concepto de que siempre hay que ser joven y vigoroso para subir 14 ochomiles y dentro de un cuerpo deslavazado por el paso de los años.

Yo de mayor o sea, de más mayor que ahora, quiero seguir siendo poeta y escritor de cuatro pelos y médico pero no médico de viejos, ni de niños, ni de jóvenes y quiero ser médico de gente adulta y con dos dedos de frente y que de vez en cuando, tenga un punto muy loco. Y ¿qué como se mide eso?, ¿los dos dedos de frente?...pues al tío problema le pones tus dedos en la frente y miras hasta que dedo de tus manos llega su frente y entonces ya sabrás cuantos dedos tiene su frente. En realidad, me gustaría pasar mi vejez en una vieja casa con vistas al mar o a un precioso valle con un hermoso río por el medio...pero si eso no ocurre (que seguramente será así) tampoco voy a escribir en el libro de reclamaciones de la vida, porque para eso, digo yo, tenemos el poder de nuestra imaginación. En fin, que también pido estar de coco entero y ser igual de lúcido que ahora.

Y no puedo olvidarme de ese punto de locura que siempre debemos llevar con nosotros y de la intensidad y frecuencia de esa locura ya depende de cada uno. Yo tiendo a ser muy intenso en esto y por eso de vez en cuando me han perseguido y como si fuera un poseso, los ideólogos de la también llamada, vieja psiquiatría. ¿Qué si consiguieron algo?...pues no sé, aquí me veis y no me escondo ni de ellos ni de vosotros, ni de nadie.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...