
De nuevo me cepillo los Dientes
y la noche se hace conmigo,
la profunda noche,
la noche soñadora,
la noche de ultratumba,
la noche que se confunde con mi traje de noche
y que a veces lo transforma en mi pijama de rayas oscuras y claras,
como mi vida que está pintada a rayas que suben y bajan,
como mis historias que empiezan bien y acaban mal y peor,
como los dedos de mi mano que señalan al opresor
y que de vez en cuando tiemblan de pavor,
como mis sueños de amor eterno y nunca entendido
o como mis noches de insomnio temeroso de la fuerza de dios,
lo veo con su ojo fijado en la frente
y en una de sus manos agarra un inmenso Rayo
y al abrir su Boca suena un sonoro Trueno hueco,
que aún ahora retumba en mis Oídos como un tambor,
y todo esto me demuestra que esa es la terrible Ira de dios.




