DETRÁS DE UNA AFIRMACIÓN...

Claro que detrás de una afirmación siempre aparece una duda y cuando dices, yo estoy seguro que quiero esto, una nueva duda te aparece. Pero dudar en si mismo no es malo, es necesario, lo único malo  es recrearse en la duda y no tomar decisiones. Hay que arriesgarse y a veces hay que dar pasos a tientas, no a ciegas, digo a tientas. Porque a  veces se tiene todo claro y es fácil el tomar decisiones, pero en otras todo se cubre de niebla y no ves nada, pero sientes, oyes y hueles y eso debías ser suficiente para tomar decisiones.

Y lo digo por mi y por mi experiencia, la mayoría de las decisiones se toman a tientas y el resto de los sentidos incluida la intuición, son los que te hacen definirte por algo. Pocas veces la claridad es nítida y abrumadora y en cambio la mayoría de las veces, los interrogantes forman parte de nosotros. Yo soy un interrogante que deambula por la vida y que busca su porqué. Todos buscamos de donde venimos y hacia donde vamos, todos queremos saber de donde procedemos y que coño pintamos.

Todo esto es pura metafísica patatera, pero no deja de ser real y como la vida misma. Las preguntas siempre son las mismas y las respuestas también y unos se contentan con sentir que fueron creados por un ser superior y otros en cambio nos rebelamos contra esa idea tan conformista y tan  cómoda y pensamos que nosotros los humanos somos los verdaderos creadores de lo que tenemos y por tanto somos los responsables. Es fácil de decir que cuando algo no se entiende del comportamiento humano se achaque a la ira de dios o a que el demonio nos está tentando, pues eso nos quita peso de encima y nos alivia
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LAS COSAS CLARAS Y EL CHOCOLATE ESPESO

El día se presenta más o menos agradecido, hace calor pero sopla viento del Norte, viento fresquito y que disminuye la sensación térmica de calor. Y espero que siga soplando y que nadie ni nada lo pare. De todas formas hace demasiado calor para poder sobar tranquilamente y además las moscas están al acecho y mientras dormía había dos moscas que no pararon de tocarme los cojones. Ahora empieza su cuesta abajo y antes de quedarse tiesas, les gusta ser unas tocapelotas.

Eso también le pasa a alguna gente, que cuando empiezan a notar su declive físico, no hacen otra cosa que dar por el culo. Son las llamadas moscas cojoneras y lo peor es que cuanto más  caso se les haga, más te tocan los cojones. La verdad es que al final no sabes bien de que van, si todo es producto de una enfermedad hasta ahora desconocida o es una variante de querer sentirse el centro de la tierra. Yo me inclino más bien por esto último, porque el declive físico aumenta claramente su egocentrismo.

Pero esto nadie se atreve a decirlo y todo son paños calientes hacia éstas personas y venga a buscar causas y razonamientos y posibles tratamientos. Y el único tratamiento que le dan es el adormecer a éstas personas y para que piensen lo menos posible, porque si piensan mucho dan más la vara y desquician a su entorno. Así de duro es el tema y todo por no decir claramente que o espabilan o como sigan así, nadie les va a hacer puto caso. Las cosas claras y el chocolate espeso y tantas tonterías son como los árboles que no dejan ver el bosque.

SÁBADO SABADETE

Y hoy por fin es Sábado sabadete y de momento no cayó ningún polvete. También es que sólo son las 11 de la mañana y tengo todo el día por delante y además dicen, que la esperanza es lo último que se pierde. De momento por lo menos he cobrado la pasta de mi sueldo y eso es para echar cohetes y para montar una feria del ganado. Ahora, estoy fundido y porque me dieron la del pulpo ésta noche de autos, tres avisos y de los jodidos y adiós noche, dormí hora y media y ahora por la mañana y en mi casa, otro tanto, en total 3 horas de sueño superfluo.

Pero bueno hasta el día 18 de Septiembre me he despedido de las guardias de 24 horas y mañana hago la última de Avión y por la noche de la Privada y el Lunes ya soy un tío libre y dispuesto a comerme el mundo con patatas. Claro que con el tute de ésta noche podía decir también, que me encuentro satisfecho y por eso de decir, que salvé vidas ajenas. Menudo eufemismo eso de ir salvando vidas, pero de los eufemismos también se vive.

Porque si no le echas un poco de salsa al cotarro, el cotarro en sí es superdeprimente. Gordos sebosos sudando como cerdos y a punto de petar o de estallar,  viejas dejadas de la mano de dios y con hijos que no le hacen puto caso, en fin, depresiones y dolores inhumanos y alguno de estos temas sí le puedes dar una solución médica, pero a otros sabes que no va a ver solución y en cuanto salgan del Hospital, volverán a cogerse a la botella o a las pastillas y porque en el fondo, es un problema familiar o social. Pero eso es lo que hay, la cruel realidad de la vida cotidiana.

LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...