MI BARRIO



 Nací en un barrio

donde la tierra, en principio, no era de nadie,

era tierra de proyectos inmobiliarios

era tierra de futuro,

futuro, le llamaban,

y como si el futuro estuviera cubierto de piedra, escombros 

y malas hierbas.

Así era mi barrio

casas sin plano

parcelas deformes

riadas de barro y agua

perros famélicos ladrando

miles de gatos maullando

y alguna cabra suelta que se comía las malas hierbas.


















 Nací en un barrio

donde la tierra no era de nadie,

era tierra de proyectos inmobiliarios

era tierra de futuro,

futuro, le llamaban,

y como si el futuro estuviera lleno de piedra, escombros 

y malas hierbas.

Así era mi barrio

casas sin plano

parcelas deformes

riadas de barro y agua

unos perros famélicos ladrando

miles de gatos maullando

y alguna cabra suelta que se comía las malas hierbas.

PITAS...PITAS...


UN PUTO ZOMBI

 

Claro que hoy y cuando estaba desayunando, vino un tío al que no veía desde hacía tiempo y al que le tengo un alto aprecio y nada más verlo, le pregunté ¿como estás?. Y yo la pregunta se la hice pensando que me iba a responder...pues bien... y porque así es el puto trámite que algunos nos hemos inventado para andar por la vida (no está escrito, pero así es). Y si le preguntas ¿qué tal?... te tiene que responder ¡bien! y a continuación él te vuelve a pasar la pelota a tu tejado y te dice ¿y tú que tal?...pues también ¡bien!. Esto es lo que dice el puto protocolo de los cojones que dicta nuestro funcionamiento normativo con el que se rige nuestra puta vida diaria. Y un protocolo hay que seguirlo a pies juntillas. Pues el menda me contestó con una frase que hablaba de la muerte y que decía algo así, como que yo me quiero morir sin molestar...Y claro tocó la tecla de mi alarma que me viene a indicar... que éste tío está fatal y sin decirle nada más al respecto del tema problema (cualquiera insistía), cambié de conversación. Pero poco más tarde, el tío volvió a insistir en el tema de la muerte y para demostrarme claramente que estaba metido y hasta el cuello, en el puto pozo de la depresión. Claro que mientras hablábamos del tiempo y de otras cuatro vicisitudes más, el tío se zampó un vaso pequeño lleno de ginebra (eran las 9 de la mañana y a esas horas lo que hay que hacer, es desayunar).

Pues ya estamos con la puta ecuación que viene a demostrar que depresión más alcohol es igual a más depresión y que ésta a su vez trae consigo, más ingesta alcohólica y en esa secuencia exponencial, el tío y posteriormente... primero, tendría que desintoxicarse del alcohol y segundo, tendría que pasar por un puto psiquiatra que lo pondrá del revés a base de pastillas de todos los colores y formas imposibles. Y el tío depre medio alcohólico o muy depre y alcohólico empedernido, pasará a ser un puto zombi de mierda que no se enterará de nada y a partir de esas, su día de fiesta va a consistir en mezclar unas cuantas pastillas dormideras con unos cuantos o muchísimos lingotazos de alcohol. Y bueno en esos días de fiesta, rozará el estado casi de coma y en resumen su puta fiesta de mierda, consistirá en dormir 12 a 14 horas seguidas. Por lo menos se dirá, durante 12 o 14 horas no he pensado en nada que me vaya hacer más daño (el que no se consuela es porque no quiere).

A estas edades en las que algunos andamos, no le auguro al muchacho un futuro muy prometedor (pero tampoco se lo iba a decir). Porque después de todo esto viene lo siguiente..... y esa persona se hace super dependiente y por tanto, quiere tener toda la atención del que esté en su radio de acción. Se hacen chupadores de energía ajena y van anulando toda la energía positiva que puedas tener y además, hasta que te la absorven toda, no se van a quedar tranquilos. Y vamos a decirlo claro, ya pasas de los 60 años (y ya tienes tus propias manías y resabios. Además, de que casi te llegan los huevos al suelo, aparte del exceso de pellejos que te cuelgan, de los dolores crónicos, de los huesos más quebradizos y siempre emitiendo quejidos y alaridos, de las articulaciones pastosas, oxidadas y por supuesto, menos ágiles y un largo etc...) y en esas condiciones mentales tan deplorables con te obsequia la depresión, nadie te va a querer y nadie te va aguantar y pasarás a ser un plasta coñazo que sólo sabe hablar de su puto Yo deprimido y llorón.

Por tanto todo suma y el resultado final es igual a depresión al cuadrado mezclado con un muy severo cuadro de alcoholismo. Claro que esto que digo, ningún psiquiatra te lo va decir. Él te dirá, que todo tiene cura y que hoy en día hay unas pastillas que son alucinantes, que te levantan y estabilizan el ánimo, pero no te dirán que a partir de ahora, tu estado del ánimo será el que más o menos tiene un zombi. Vamos a decirlo muy claro, los psiquiatras de algo tienen que vivir y su chiringuito no lo van a abandonar así de primeras y seguirán ejerciendo de árbitros de todo lo que está loco o no lo está y te juzgarán diciéndote...muchacho, lo tuyo no es muy normal y eso está tipificado en éste cuadro mental patológico que se llama...que además, tiene éste tratamiento y una pastilla roja todas las mañanas, al mediodía te tomas la amarilla y por la noche te zampas las tres. Y quedamos para el próximo mes y para que me cuentes las mismas tonterías que me has contado hoy. El psiquiatra no escucha o escucha muy poco, el psiquiatra sólo receta pastillas y te preguntará ¿cuantas te has tomado? y a ¿qué hora?...porque si hace falta aumentamos la frecuencia del número de dosis o cambiamos de marca...





















LA VIDA ES UNA RUTINA

 

La vida es una rutina, decía una canción de los "Doors". Y lo peor de todo es que han pasado más de 30 o 40 años y la vida sigue siendo una puta rutina y por encima, se empieza a ver el final de la obra. Más cerca estamos de dejar de ser rutina y para convertirnos en otra cosa, que a lo mejor y solo digo a lo mejor, es más rutinaria que ahora. A lo mejor solo dormimos eternamente. Hay quién piensa en reencarnarse y por arte de magia, piensa en la posibilidad de entrar en otro cuerpo. Yo si me reencarnara, quería ser el mismo, pero mejor, mucho mejor que ahora: querría ser más buena persona, fiel a la amistad y al amor, luchador empedernido, más solidario y mucho mejor compañero. Siempre mucho mejor que ahora, porque a peor es imposible ir más allá de lo que he sido. Siempre hay un más allá del más allá y a lo mejor cuando llegas a serlo, te estás convirtiendo en mejor persona (el pez que se muerde la cola).

Pero aquí, estamos. Vivimos, sobrevivimos, nos sobresaltamos, nos escondemos de los malos rollos y de las peores penurias, nos sentimos solidarios cuando firmamos alguna misiva de apoyo a los más desgraciados, a veces nos queremos y hasta la extenuación. En otras, nos odiamos y por cualquier gilipollez. Nos decimos libres y cuando estamos atados de pies y manos. Derrochamos simpatía y alegría cuando nos dicen que hay que hacerlo en ese determinado momento (por ejemplo, para celebrar el carnaval o el fin de año). Somos hipócritas porque hemos aprendido a ponernos de perfil. Otras muchas veces, nos cabreamos por el idioma, por la cultura y porque es mi cultura y no es la tuya. Nos obsesionamos, con la perfección y cuando sabemos y de sobra, que nadie es perfecto. Al débil, lo despreciamos y lo apartamos a un lado. Al imbécil de turno que se cree el amo del mundo, lo adulamos y lo revenciamos. Somos seres humanos, pero nos tira lo más inhumano. A veces, ejercemos de compañeros y nos damos compañía y apoyo, pero otras veces, buscamos el lado más solitario de esta historia llamada, vida y allí, nos quedamos instalados largo tiempo. Yo escogí el lado solitario de la vida, por el camino he tenido tanta compañía que ahora me toca descansar.

Y como yo no me voy reencarnar en nada, en nada que yo sepa, creo que mi cuerpo se pudrirá dentro de una caja de pino, aunque a mí me gustaría que fuera de roble añejo. O puede que sea quemado en una pira funeraria o que más me da..si después de muerto, pueden hacer de mí un espantapájaros o una momia disecada.






















NUESTROS SUEÑOS

 

Me siento preocupado por el acontecer de los acontecimientos. Me preocupa el día a día y el aburrimiento que a veces se produce porque sí o porque no. Me preocupa la corruptela de los políticos que tenemos y todo su choriceo de ave rapaz. Me preocupan los desahuciados y los parados que hay y los que habrá. Me preocupan los derechos civiles, libertades sociales y por supuesto, los derechos laborales. Me preocupa que esto no cambie y que tampoco haya una alternativa clara, concisa y radical. En fin, me preocupan tantas cosas que ya no sé de que tengo que preocuparme. Quizá debía empezar a preocuparme por mí...pero hoy no es el día de preocuparme de mi existencia.
Por tanto no me voy a quedar en esa fase, en la de estar, llorar y quedarme preocupado solo por mi existencia, porque simplemente esa actitud fomenta el inmovilismo de las ideas y corres el peligro serio de quedarte tal estatua de sal. Prefiero seguir hacia adelante y repartir estopa a todo lo que se menea y respira. Ahora bien y tengo que decirlo claro (además de a voz en grito), tampoco tengo una alternativa idónea y profundamente meditada, tengo apuntes, tengo pequeñas pinceladas que a veces están mal pintadas. Repito, tengo pinceladas y unas cuantas ideas sueltas dentro de mi hueca cabeza, pero señores ¿qué le vamos hacer?...uno es humano y yo solo no puedo con y contra todo. No puedo ser soldado en el frente y al mismo tiempo ser un ser clarividente que desglosa su estrategia y planifica sus tácticas con rigor de una mente clara y planificada. Lo siento, no puedo diseccionarlo todo y al mismo tiempo, estarlo cosiendo. Yo creo que somos muchos los que estamos preocupados y quizá si sumamos hagamos algo, pero yo solo predicando y sin saber a quién y para quién predico, creo que no va a ser suficiente.
Me gusta creer que el mundo puede cambiar. Me gusta pensar que puede haber igualdad y libertad y trabajo y trabajo bien pagado y en condiciones y que el hambre desaparecerá de la faz de la tierra. Sí, me gusta pensar eso, como me gusta soñar que el dinero no es necesario o que nadie nace por encima de nadie, ni que el agua potable es una propiedad privada que sirve de negociete (para unos pocos) a costa de nuestra sed. Por soñar que no quede, soñar de momento es gratis y es lo único que no nos pueden controlar los gobernantes de nuestro globo terráqueo... ni vía internet, ni siquiera con los drones espías o con los satélites que nos vigilan desde el espacio estelar. Los sueños son nuestros y es el último poder que nos queda. Por tanto soñemos y sigamos soñando. Y sino nos dejan soñar...pues... seguiremos soñando.





















MI ESTADO...

 

¿Y cuál es mi estado?.
Mi estado natural, es ser un pez anfibio que se cuela por los espesos humedales de los pensamientos y con el fin de sacar algún provecho que nos de o que me de una indicación de por donde debemos evolucionar o por donde podemos vivir mejor y más a gusto con nosotros mismos. Yo busco y rebusco y voy hilando ideas, me gusta el coser las cosas y el buscar ese punto de relación que tienen y que lo consiga o no, ya es otro tema. Pero os puedo asegurar y jurar, que moriré en el intento. Busco siempre las claves que tiene la vida, araño en sus secretos más hondos y me sumerjo entre sus más oscuros imposibles y para que se hagan posibles o por lo menos, que me pueda aproximar a ellos.
Mi estado civil, es de divorciado con tres maravillosos hijos. No me considero un divorciado desesperado y buscador de pareja, pues me encuentro muy bien sólo y además están mis tres hijos y a los que quiero más que a mismo (es decir, con toda mi alma). La soledad es buena o es mala y según como la veas y como te la encuentres. La soledad ahora es mi compañera de viaje y es la que todos los días me escucha y me acompaña. Antes (hace unos cuantos años) no, antes la soledad era como un gran monstruo al que le tenía pánico, terror y miedo. Ahora, es un gran tesoro que está lleno de momentos entrañables e íntimos y que ya quisieran muchos disfrutar tanto como yo lo disfruto.
Mi estado de salud, es el óptimo para un tío que empieza su decrepitud o que va camino hacia su ocaso perfectamente aceptado. Mi estado de ánimo, está por las nubes y todos los días me subo a la parra y después no hay quién me baje y todos los días tengo que esforzarme en ser un poco más realista y comprensivo. Mi estado de sexo, es muy bajo, está bajo mínimos y casi toca el suelo del pozo más profundo que jamás os podáis imaginar (pero de momento, no me produce traumas ni tumores cerebrales). Mi estado de luna, es el de luna llena, pues la luna llena me inunda de entusiasmo y a veces me pone tanto... que hasta me transformo en hombre lobo que sale a pasear por los muelles de mi pueblo. Mi estado de sentimientos, es desbordante, me sobran sentimientos por todos lados y me desbordan por todas las costuras de mi vieja piel. Pero también tengo que decir, que son muy selectivos o sea que no voy queriendo a todo el mundo y echando lindas florecitas por las calles de mi pueblo. No, yo tengo la misma capacidad para querer como para odiar y además me encanta eso de tener esa capacidad repartida a partes iguales o casi y es que me gusta tanto querer como odiar. Y por eso, a algunos os quiero tanto y por eso a otros, os odio tanto o más.


























14 DE FEBRERO Y DEMÁS...


 Del 14 de febrero ¿qué os podía decir?. Que es una cursilada de día y por sus cuatro costados. Que es San Valentín patrón de los enamorados y que todo se cubre de tiernos corazoncitos palpitantes. Yo en esto, soy ateo o soy agnóstico y me importa una mierda que sea el día de los enamorados. Y no os penséis que es envidia cochina y porque en estos momentos, yo no estoy enamorado de nadie y porque cuando yo estaba enamorado hasta las trancas, también me importaba una mierda este día. Y es más, te puedo querer todo el año menos el día de los enamorados y solamente por llevar la contraria. De todas formas yo no soy de días señalados y este día se celebra tal cosa y en el otro, lo otro, porque prefiero y me gusta lo espontáneo y te voy a regalar una planta o una flor el día que me salga de dentro. O te voy invitar a cenar el día que nos apetezca salir a cenar y no porque nos lo dice el calendario. Salvo, claro está, cuando es mi cumpleaños o el de otra persona y porque uno nació en un día determinado y ese día habrá que celebrarlo o no y eso ya depende de como te va por la vida (digo el que lo celebres o no).

Yo, durante un pequeño período de mi vida, fuí de la peña de no celebrarlo. Y porque las cosas me iban bastante mal y de aquella época, prefería llorar a luchar. Más tarde, me lo reproché muchas veces e incluso llegué a pensar que de aquellas había sido un puto cobarde. Ahora, ya no pienso lo mismo y pienso que fue una época negra en mi vida en donde solo quería esconder mi cabeza bajo la almohada, pero no era por puta cobardía y era más bien, porque no levantaba cabeza y mis ánimos estaban por el suelo. Y eso significa, dolor y sufrimiento. Pero que hubiera sido de mí, si previamente no hubiera pasado por esta fase de mi vida y porque el que no sufre no mama y el que no siente dolor, es un puto insensible.

Para estar arriba primero hay que saber estar abajo. Y al revés, también me vale. Si no como podría medir el estado de mi ánimo y por ejemplo, hoy en día como podría decir, que tengo el ánimo por las nubes. Pues sé que lo tengo por las nubes porque primero pasé por los infiernos y en donde mamé mierda a toneladas. Son los sube y baja que tiene la vida. Y de vez cuando y solo de vez en cuando, uno permanece en el punto medio de la película, pero generalmente son períodos cortos de tiempo. La medianía dura muy poco y porque poco a poco todo se va pronunciando hacia un lado o hacia el otro y bajas la cuesta o la tienes que subir.















A MÍ ME GUSTARÍA...

 

A mí gustaría demostrar
(sobre todo a mí mismo)
que tengo el valor suficiente para tomar decisiones,
que soy un ser decidido,
que lo que digo lo cumplo y con creces
y que además, lo escribo y lo certifico.
A mí me gustaría
que el viento soplara siempre del norte,
que en las calles crecieran amapolas,
que en el amanecer me dijeras
¡te quiero!
y que en las noches más oscuras
cogieras mi mano y la depositaras sobre la tuya.
A mí me gustaría decirte
¡lo siento!
y aunque nunca, hasta ahora, te lo dijera,
nunca es... ni será tarde
y menos para pedir disculpas...
y decirte LO SIENTO y en letras mayúsculas.
Todas las reacciones:

























JULIO CORTÁZAR


 

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...