...Y BORRO...

Amanecer
El día tiene 86.400 segundos

y yo de momento, necesito 3,

uno, para parar,

otro, para pensar

y el último, para decidir...

 ¡que le den por culo al mundo!,

ver y observar,

incidir y opinar,

decidir y pasar un paño húmedo que lo borre todo del cristal de mi memoria,

uno o se renueva o muere en el intento,

y se olvida hasta de su nombre

y era la mujer fantasma sin rostro y sin nombre,

a ella le gustaban los amaneceres y los días lluviosos,

...y borro...

a ella le gustaban los verdes prados

y el olor agradable de mi colonia

...y borro...

a ella le encantaba el mar

y bañarse

y nadar con él

...y borro...

y sus buenos días eran de oro

y borro...

y sus mensajes eran como espigas de trigo

...y borro...

y su mala historia era su propia historia

...y borro...

y entonces ¿qué?...pues nada...

...y borro...

MI CONDENA DICE

A estas alturas de la película,

yo no pido demostraciones de nada,

no tengo tiempo ni ganas

y por eso, que nadie me pida lo mismo a mi,

pues con todos mis respetos,

lo mío ya está demostrado en mi hoja de ruta,

mis malos antecedentes ya me han castigado

y los buenos que me quedan,

no están para ser sometidos a sumario de juicio,

pues ya fueron juzgados y condenados

y mi condena dice:

tú haz lo que sientas

y al que no le guste el tema

yo (que soy muy educado)

le acompaño a la puerta de salida

y además le digo

¡que te vaya bonito!

¿Y QUE PASA?

Castillo de Santa Cruz (Oleiros)
 A mi me hubiera gustado en sitios y lugares muy dispares. Por ejemplo vivir en Oleiros (A Coruña, Galicia) y no sé muy bien el porqué. Quizá porque siempre me gustó y porque siempre me dio ese punto de tranquilidad que yo pido al sitio donde voy a vivir y es que al mismo tiempo tiene una gran ciudad al lado (A Coruña), pero en sí Oleiros es un pequeño pueblo. O era y porque yo de éste asunto hablo de hace casi 40 años y a lo mejor ahora, puede que sea un bodrio de pueblo superpoblado o que se haya convertido en un barrio añadido de la gran ciudad de A Coruña. O vivir en la zona norte de mi querido Portugal y mejor al lado del mar u océano atlántico. Mis recuerdos de éstas zonas son acojonantes, pero claro tengo que remitirme a 40 o 50 años y como siga así, voy acabar en la prehistoria. Un sitio más reciente está enclavado en la zona de Tarifa (el punto más al sur de España) y ya sé que hay guiris a mogollón, pero ¿en que sitio no los hay? y además, allí como pega que te cagas el viento de Levante y de Poniente, el mismo viento se encarga de eliminar a una buena cantidad de guiris. Pero así y todo, hay cantidad de guiris, Pero siempre habrá o eso espero, una esquina despejada de la marabunta de guiris. Vistas a Marruecos y al continente africano y por el medio el Estrecho.


Tarifa. Al fondo África.
También me encantaría vivir en las Alpujarras granadinas y no precisamente en aquél monasterio budista que ya os hablé en su día y porque yo de la meditación ¿qué os puedo decir?...que a lo mejor ya me paso todo el día meditando y sin necesidad de estar instalado en un monasterio budista. De las Alpujarras me gustaban sus montañas y valles y ese aire tranquilo que rezumaba por cada esquina y ¿porque no mencionarlo?, también me gustaba por la cantidad de Castaños que atesoraba. Verde no era muy verde y para mi es su punto más flaco. Pero bueno había algún río (no muy caudaloso) pero me supongo que en Invierno y teniendo al lado Sierra Nevada, las nieves son abundantes en esa Sierra y ya se encargarían de poner el caudal en su respectivo lugar y sitio. También me encantaba sus antecedentes históricos y por todas las señas musulmanas que había por la zona. Claro que si tuviera más pasta gansa, a lo mejor me daba por ir a vivir a Marruecos y me instalaría en un chalet con vistas al mar. Pero como no la tengo, el asunto queda resuelto. Después entre mis preferencias estaría el monte o montaña casi siempre nevada y con un río cerca y un extenso bosque. 

Yo, con mi chimenea y buscando setas. 

Yo, encendiendo la leña y comiendo truchas salvajes. 

Yo, pescando en el río y admirando tanta belleza. 

Yo, escribiendo en una mesa de roble 

y como sonido de fondo se oyen, las chispas del fuego de leña,

Yo, me subiría al pico más alto y gritaría:

Aquí estoy Yo... ¿y que pasa?

y es que al final, todo acaba en Yo y en sus circunstancias...

COMO MAL GALLEGO QUE SOY...


 Como buen gallego fuera de su tierra que debería ser, tendría que estar casi llorando por no poder estar allí en mi terruño, pero no es así y porque en realidad podría visitarlo (pero eso sí, visitarlo y punto) varias veces al año. Vivir de momento no, aunque quién sabe si una vez jubilado y retirado del trabajo productivo, me dará por irme a vivir allí. De momento mi futuro inmediato sigue estando en ésta Isla. Como mal gallego que en realidad soy, no entiendo a esos otros gallegos que hablan de "orgullo gallego" y para muestra un botón... y venga a enseñar fotos de puta comida y en una abundancia que resulta ser un tanto grotesca y guarra y de tales cantidades pantagruélicas resulta ser bestial y aterradora. Que si Lacón tamaño gigante con cuatro grelos perdidos (el verde aparece en pequeñas cantidades), que si carne asada en toneladas, que si a mellor tortilla de patatas tiene que ser inmensa, que si pulpo a la feira para una legión entera, que si empanada de todo tipo para un millón de tipos y todo ello en platos desbordados y rebosantes de comida. Y vamos a ver, una cosa es el hambre y otra son las ganas de comer, pues lo que a mi me pasa es que ante éstas demostraciones de comida abundante y siempre apabullantes, me quitan los ganas de comer.


 Yo entiendo que en Galicia tenemos materia prima fabulosa respeto del tema, comer (sobre todo, carnes, pescados y mariscos) pero el tema de esa exagerada abundancia ya resulta algo grotesca y nauseabunda. Menos... señores, los platos menos llenos. Orgullo gallego y flas un plato de cerdo haciendo montaña sobre un plato todo desangelado (esa es otra, la estética espartana y porque lo único que importa, es la sagrada comida). Yo soy de los que pienso que para reivindicar lo tuyo, no hace falta nadar en la abundancia rozando lo desagradable. Es como aquella antigua amiga que para reivindicar lo más profundo e insondable del campo gallego, decía que le encantaba el olor de los meados y de la mierda de vaca. Bueno, yo me lo tomaba como un asunto patológico cercano a lo enfermizo y tal y como si le pudiera gustar el intenso y desagradable olor de las cloacas o el escuchar como grita un cerdo cuando va a ser acuchillado en el momento de su penosa matanza.

Yo no debo ser muy gallego, pues me gusta que los platos me los presenten con vacíos y para yo tener la opción de llenarlos más con mi imaginario, de poder añadirles otro ingrediente que le falta o de simplemente jugar con el vacío de la nada y poder quedarme con cierta sensación de hambre y para así, poder disfrutar de otro plato más liviano o para pasarme directamente al postre (me encantan los postres). Comer bien no significa que te tenga que salir la comida por las Orejas o el quedarte digiriendo como una Boa constrictor. Sí, ya sé el tema del puto clima y como en Galicia hace más frío... es necesario más poder calorífico, pero por esa misma teoría o regla de tres...el finlandés o sueco para quedarse satisfechos, se tendrían que comer focas enteras como simples mandarinas y después, escupir sus muelas y huesos. Y mira que yo tiendo a la abundancia en los platos que sirvo y porque se me escapa la mano...pero de ahí a ver esos platos de carne, grasa y colesterol hasta los topes, hay todo un mundo por el medio. Tampoco debo ser muy gallego en los olores, pues me gusta oler las cosas finas y agradables. Además, me encantan los aromas de las colonias más caras (por algo tiene que ser), pero eso sí, de las colonias al agua o más frescas. Es decir, huyo de los olores reconcentrados de los perfumes mareantes y despampanantes. ¿Y que os puedo contar de los aromas de los meados y cagadas de vacas?...pues os puedo decir...que ese tipo de aromas  los tengo en reserva para mi antigua amiga. ¡Y para que después digan que no soy un tío considerado!.

¡ADELANTE!











Mis ideas se reproducen cual 

esporas de aire y nieve,

mis sueños son delirantes y 

desquiciantes,

mis miedos son de azul de metileno con ribetes negros,

mis historias están escritas bajo la lluvia mediterránea,

mi memoria está entre la decadencia y la efervescencia,

mi mar sigue in crescendo, para después bajar sin miedo,

mis ánimos son de otros mundos paralelos,

mis ganas son bestiales, 

son tremendas,

son vitales, 

son explosiones de júbilo...

la vida, mi vida...es alucinante.

fue y será alucinante,

yo me veo montado en un caballo blanco

y gritando...¡adelante!.

LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...