A VECES ME PIERDO ENTRE ÁRBOLES FRUTALES
Truman Capote
VINICIUS DE MORAES (La rosa de Hiroshima)
DIENTES DE SIERRA
No hace falta ser muy listo para decir que todo lo que sube, tarde o temprano, acabará bajando y de ahí a que toque fondo ya depende de múltiples factores, entre ellos está, lo que tú hagas para que no te hundas y quedes en el fondo. Hay factores externos que influyen en la toma de nuestras decisiones, pero la decisión definitiva va a depender de tí y además, vas a ser tú el que va a recibir las consecuencias de esas decisiones (principalmente). Para algunas personas, todos sus males los achacan a factores externos y fue porque hacía mal tiempo o porque fulanito es muy mala persona o porque no dormí como tocaba o porque me tienen envidia...o en definitiva la cosa es...es porque todo lo que sube, tarde o temprano, acabará bajando. Y eso es ley de vida. Claro que si a largo de tu vida vas elevando el dintel de lo que para TÍ significa estar de bajada, pues al final puede resultar que estás de bajada y resulta que sigues instalado en la parra. O sea sigues arriba de las escaleras y sólo has bajado dos peldaños y porque esas escaleras solo tienen dos peldaños. Has delimitido terreno en un pequeño margen. Antes estando de bajada llegarías hasta las mismas puertas del infierno y allí durante mucho tiempo, te quedarías instalado.
Ahora esos períodos, el de subida y el de bajada, los haces más cortos de tiempo y menos profundos y tu gráfica vital se va pareciendo de cada vez más, a unos dientes de sierra. Aparte que ahora, ya dejé el lado neutro de la película y me significo y me mojo por todo. Bueno, todo esto es relativo y porque en la vida no hay nada absoluto, pero quiero que se me entienda por donde quiero ir. Me pides que te quiera y te querré con toda mi alma pero partiendo que de base, te quiera y a partir de ahí quizá podamos alcanzar las cimas y los picos de la vida. Claro que ahora, entre querer mucho, poco o nada, solo hay dos escasos escalones y no hay un tercero, donde te rogaré que esperes el tiempo que sea o que necesite y porque no lo tengo claro del todo y porque simplemente ya no tengo tiempo para estar perdiendo más el tiempo. O sí o no y te abro mi puerta o te la cierro en tu puta cara. Dos escalones nos separan entre el cielo y el infierno.
Falta saber lo que uno va hacer con su vida y uno se puede meter a monje, profeta o simplemente se va a quedar en donde está y sin hacer más alardes ni falsas promesas, pero eso sí, decidiéndolo todo, tomando postura, pronunciándose, mojándose, bajando al barro y todo esto significa, seguir luchando. Yo me quedo en esto último, me quedo en mi sitio y con una espada de fuego en una mano y en la otra, con la palabra precisa que necesite tener en cada momento.
No hace falta ser muy listo para decir que todo lo que sube, tarde o temprano acabará bajando y de ahí a que toque fondo ya depende de múltiples factores, entre ellos está, lo que tú hagas para que no te hundas y quedes en el fondo. Hay factores externos que influyen en la toma de nuestras decisiones, pero la decisión definitiva va a depender de tí y además, vas a ser tú el que va a recibir las consecuencias de esas decisiones (principalmente). Para algunas personas, todos sus males los achacan a factores externos y fue porque hacía mal tiempo o porque fulanito es muy mala persona o porque no dormí como tocaba o porque me tienen envidia...o en definitiva la cosa es...es porque todo lo que sube, tarde o temprano acabará bajando. Y eso es ley de vida. Claro que si a largo de tu vida vas elevando el dintel de lo que para significa estar de bajada, pues al final puede resultar que estás de bajada y resulta que sigues instalado en la parra. O sea sigues arriba de las escaleras y sólo has bajado dos peldaños y porque esas escaleras solo tienen dos peldaños. Has delimitido terreno en un pequeño margen. Antes estando de bajada llegarías hasta las mismas puertas del infierno y allí durante mucho tiempo, te quedarías instalado.
Ahora esos períodos, el de subida y el de bajado, los haces más cortos de tiempo y tu gráfica vital se va pareciendo de cada vez más, a unos dientes de sierra. Aparte que ahora, ya dejé el lado neutro de la película y me significo y me mojo por todo. Bueno, todo esto es relativo y porque en la vida no hay nada absoluto, pero quiero que se me entienda por donde quiero ir. Me pides que te quiera y te querré con toda mi alma pero partiendo de que de base, te quiera y a partir de ahí quizá podamos alcanzar las cimas y los picos de la vida. Claro que ahora, entre querer mucho, poco o nada, solo hay dos escasos escalones y no hay un tercero, donde te rogaré que esperes el tiempo que sea o que necesite y porque no lo tengo claro del todo y porque simplemente ya no tengo tiempo para estar perdiendo más el tiempo. O sí o no y te abro mi puerta o te la cierro en tu puta cara. Dos escalones nos separan entre el cielo y el infierno.
Falta saber lo que uno va hacer con su vida y uno se puede meter a monje, profeta o simplemente se va a quedar en donde está y sin hacer más alardes ni falsas promesas, pero eso sí, decidiéndolo todo, tomando postura, pronunciándose, mojándose, bajando al barro y todo esto significa, seguir luchando. Yo me quedo en esto último, me quedo en mi sitio y con una espada de fuego en una mano y en la otra, con la palabra precisa que necesite tener en cada momento.
Jorgelina Soulet
“—Te vas a quedar sola
con tus plantas
tus gatos,
y tus libros,
me dijo
Pero hace dos meses
acá
los días transcurren mansos
y un gato duerme al sol,
mientras yo
con las manos en la tierra
pienso el poema
que voy a escribir
para contarle
que en esta casa
estamos muy bien
muy felices
los gatos,
las plantas,
los libros
y yo”.
Yo, si viviera en otra tribu
Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...
