A VECES ME PIERDO ENTRE ÁRBOLES FRUTALES


A veces me pierdo entre árboles frutales,
siempre cargados de fruta y zumbidos de avispas.
A veces
me cobijo bajo su sombra,
me acurruco allí
y me hago, ovillo y nido,
relajo todos mis miembros,
apoyo mi sien sobre un brazo
y veo al sol entre hojas y ramas del árbol.
Juego durante un rato con la luz y las sombras
y al final,
siempre me quedo dormido con los ojos entreabiertos
y como si estuviera mirando al cielo.
Después me despierto
y disfruto de la suave brisa de la tarde
que por suerte,
suele acompañarme.



















Truman Capote

"Nada es tan común como creer que los demás tienen parte de culpa de nuestros fracasos, del mismo modo que es también una reacción corriente olvidarnos de aquellos que han tenido algo que ver en nuestros éxitos".

























VINICIUS DE MORAES (La rosa de Hiroshima)


VINICIUS DE MORAES
Tenía 66 años cuando murió en Río de Janeiro el 9 de julio de 1980, ciudad en la que había nacido. Se lo ha comparado a Pablo Neruda por la potencia de su poesía, su condición de diplomático y su militancia política, pero en algo superaba a ese modelo ilustre y era que, además, cantaba y ese era su atajo para llegar directamente a la emoción de la gente común. Era un gran literato, pero también era la Bossa Nova, la Garota de Ipanema.
Confusión maravillosa y fecunda de este aparente bohemio y en realidad trabajador incansable para viver um grande amor, como tiene escrito: sabido es que sus poemas, filosóficos y a la vez románticos, alcanzan a menudo una armonía y u a belleza estética ejemplares.
LA ROSA DE HIROSHIMA
Piensen en la criaturas
mudas telepáticas
piensen en las niñas
ciegas inexactas
piensen en las mujeres
rotas alteradas
piensen en las heridas
como rosas cálidas
pero oh no se olviden
de la rosa de la rosa
de la rosa de Hiroshima
la rosa hereditaria
la rosa radioactiva
estúpida e inválida
la rosa con cirrosis
la antirosa atómica
sin color sin perfume
sin rosa sin nada.
Todas las reacciones


















VINICIUS DE MORAES
Tenía 66 años cuando murió en Río de Janeiro el 9 de julio de 1980, ciudad en la que había nacido. Se lo ha comparado a Pablo Neruda por la potencia de su poesía, su condición de diplomático y su militancia política, pero en algo superaba a ese modelo ilustre y era que, además, cantaba y ese era su atajo para llegar directamente a la emoción de la gente común. Era un gran literato, pero también era la Bossa Nova, la Garota de Ipanema.
Confusión maravillosa y fecunda de este aparente bohemio y en realidad trabajador incansable para viver um grande amor, como tiene escrito: sabido es que sus poemas, filosóficos y a la vez románticos, alcanzan a menudo una armonía y u a belleza estética ejemplares.
LA ROSA DE HIROSHIMA
Piensen en la criaturas
mudas telepáticas
piensen en las niñas
ciegas inexactas
piensen en las mujeres
rotas alteradas
piensen en las heridas
como rosas cálidas
pero oh no se olviden
de la rosa de la rosa
de la rosa de Hiroshima
la rosa hereditaria
la rosa radioactiva
estúpida e inválida
la rosa con cirrosis
la antirosa atómica
sin color sin perfume
sin rosa sin nada.
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DIENTES DE SIERRA

 

No hace falta ser muy listo para decir que todo lo que sube, tarde o temprano, acabará bajando y de ahí a que toque fondo ya depende de múltiples factores, entre ellos está, lo que tú hagas para que no te hundas y quedes en el fondo. Hay factores externos que influyen en la toma de nuestras decisiones, pero la decisión definitiva va a depender de tí y además, vas a ser tú el que va a recibir las consecuencias de esas decisiones (principalmente). Para algunas personas, todos sus males los achacan a factores externos  y fue porque hacía mal tiempo o porque fulanito es muy mala persona o porque no dormí como tocaba o porque me tienen envidia...o en definitiva la cosa es...es porque todo lo que sube, tarde o temprano, acabará bajando. Y eso es ley de vida. Claro que si a largo de tu vida vas elevando el dintel de lo que para TÍ significa estar de bajada, pues al final puede resultar que estás de bajada y resulta que sigues instalado en la parra. O sea sigues arriba de las escaleras y sólo has bajado dos peldaños y porque esas escaleras solo tienen dos peldaños. Has delimitido terreno en un pequeño margen. Antes estando de bajada llegarías hasta las mismas puertas del infierno y allí durante mucho tiempo, te quedarías instalado.

Ahora esos períodos, el de subida y el de bajada, los haces más cortos de tiempo y menos profundos y tu gráfica vital se va pareciendo de cada vez más, a unos dientes de sierra. Aparte que ahora, ya dejé el lado neutro de la película y me significo y me mojo por todo. Bueno, todo esto es relativo y porque en la vida no hay nada absoluto, pero quiero que se me entienda por donde quiero ir. Me pides que te quiera y te querré con toda mi alma pero partiendo que de base, te quiera y a partir de ahí quizá podamos alcanzar las cimas y los picos de la vida. Claro que ahora, entre querer mucho, poco o nada, solo hay dos escasos escalones y no hay un tercero, donde te rogaré que esperes el tiempo que sea o que necesite y porque no lo tengo claro del todo y porque simplemente ya no tengo tiempo para estar perdiendo más el tiempo. O sí o no y te abro mi puerta o te la cierro en tu puta cara. Dos escalones nos separan entre el cielo y el infierno.

Falta saber lo que uno va hacer con su vida y uno se puede meter a monje, profeta o simplemente se va a quedar en donde está y sin hacer más alardes ni falsas promesas, pero eso sí, decidiéndolo todo, tomando postura, pronunciándose, mojándose, bajando al barro y todo esto significa, seguir luchando. Yo me quedo en esto último, me quedo en mi sitio y con una espada de fuego en una mano y en la otra, con la palabra precisa que necesite tener en cada momento.














No hace falta ser muy listo para decir que todo lo que sube, tarde o temprano acabará bajando y de ahí a que toque fondo ya depende de múltiples factores, entre ellos está, lo que tú hagas para que no te hundas y quedes en el fondo. Hay factores externos que influyen en la toma de nuestras decisiones, pero la decisión definitiva va a depender de tí y además, vas a ser tú el que va a recibir las consecuencias de esas decisiones (principalmente). Para algunas personas, todos sus males los achacan a factores externos  y fue porque hacía mal tiempo o porque fulanito es muy mala persona o porque no dormí como tocaba o porque me tienen envidia...o en definitiva la cosa es...es porque todo lo que sube, tarde o temprano acabará bajando. Y eso es ley de vida. Claro que si a largo de tu vida vas elevando el dintel de lo que para significa estar de bajada, pues al final puede resultar que estás de bajada y resulta que sigues instalado en la parra. O sea sigues arriba de las escaleras y sólo has bajado dos peldaños y porque esas escaleras solo tienen dos peldaños. Has delimitido terreno en un pequeño margen. Antes estando de bajada llegarías hasta las mismas puertas del infierno y allí durante mucho tiempo, te quedarías instalado.

Ahora esos períodos, el de subida y el de bajado, los haces más cortos de tiempo y tu gráfica vital se va pareciendo de cada vez más, a unos dientes de sierra. Aparte que ahora, ya dejé el lado neutro de la película y me significo y me mojo por todo. Bueno, todo esto es relativo y porque en la vida no hay nada absoluto, pero quiero que se me entienda por donde quiero ir. Me pides que te quiera y te querré con toda mi alma pero partiendo de que de base, te quiera y a partir de ahí quizá podamos alcanzar las cimas y los picos de la vida. Claro que ahora, entre querer mucho, poco o nada, solo hay dos escasos escalones y no hay un tercero, donde te rogaré que esperes el tiempo que sea o que necesite y porque no lo tengo claro del todo y porque simplemente ya no tengo tiempo para estar perdiendo más el tiempo. O sí o no y te abro mi puerta o te la cierro en tu puta cara. Dos escalones nos separan entre el cielo y el infierno.

Falta saber lo que uno va hacer con su vida y uno se puede meter a monje, profeta o simplemente se va a quedar en donde está y sin hacer más alardes ni falsas promesas, pero eso sí, decidiéndolo todo, tomando postura, pronunciándose, mojándose, bajando al barro y todo esto significa, seguir luchando. Yo me quedo en esto último, me quedo en mi sitio y con una espada de fuego en una mano y en la otra, con la palabra precisa que necesite tener en cada momento.

Jorgelina Soulet

 

“—Te vas a quedar sola

con tus plantas

tus gatos,

y tus libros,

me dijo

el último día que lo vi.

Pero hace dos meses

acá

los días transcurren mansos

y un gato duerme al sol,

mientras yo

con las manos en la tierra

pienso el poema

que voy a escribir

para contarle

que en esta casa

estamos muy bien

muy felices

los gatos,

las plantas,

los libros

y yo”.



















Todas las rea

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...