
Y ya está y como además la gente te vota igual, pues se presupone que si quieres ser un político de pro, te presentarás por algún Partido de los mayoritarios y en esos Partidos tienes un voto asegurado, pero lo que no tienes asegurado es el que tú salgas. Y ahí, es donde reside la importancia del cálculo, por ejemplo, de una regla de tres. Para los más próximos, haces el paripé de que realmente te preocupa la situación geopolítica y que te dan pena los muertos de hambre y hasta los sin vivienda.
Total es decir dos o tres veces seguidas y en distintos ambientes, que te preocupan esas cosas tan mundanas y tan de la plebe. Después el resto son comilonas con los de tú nuevo Partido y ahí solo hay que hacer bulto y claro, aplaudir al líder que hable en los mítines. Si vas por el PP, no te olvides de engominarte y de ponerte el jersey de pico por encima de los hombros. También de llevar lindos zapatos castellanos y por algún sitio una pequeña banderita española.

Si vas por IU, ya importa menos el uniforme, pero lo la ropa que lleves debe estar desgastada o sea que se note que tú ropa es utilitaria y que es del día a día o que la compraste de segunda mano. Eso sí las barbas y pelambreras aumentan según te escores hacia la izquierda y hacia los verdes. La calva es lo único que no cambia, pues en eso la calva no es clasista y se instala igual en un pelo engominado, que en un pelo raído y mal cuidado.