UN ROMÁNTICO...

Yo intento enseñar mis pequeños rincones,
algunos,
son heredados de no sé quién me los ha regalado
otros,
son buscados bajo el tesón de un pirata pato de palo
y algunos otros,
son encontrados bajo la casualidad del que fisgonea sin temor y sin causa aparente,
y me supongo que algunos otros,
llevan la firma de autor y de autenticidad de origen,
yo soy Bruno y vivo en Menorca,
antes viví en la tacita de plata (Cádiz)
y antes de antes,
viví na costa da Morte (Galicia) y sin estar morto pero casi,
era como un muerto viviente en busca de algo,
quizás fuera,
en busca de mis pequeños ratos viendo el Atlántico
o quizás fuera,
que me convirtiera en piedra y en alga
y en mar embravecido por nuestros destinos,
o quizás,
no era el mismo momento propicio,
quizás,
quise decir cosas que no fueron comprendidas,
quizás,
 yo andaba delante de los que iban por delante
o quizás,
 yo era el último soldado de una raza en extinción
y como dice mi hijo más pequeño...
Papá... yo soy un romántico
y claro, yo me identifico con él y hasta la médula ósea,
yo soy un romántico empedernido
y moriré con las botas puestas
y él ha heredado mi propia tontería...

Y AL FINAL, SEREMOS PASTO DE LAS LLAMAS Y PUNTO

                            Ahora ya conozco los ataques del tiburón blanco y sus ataques no son feroces como los míos (yo soy, tiburón sanguinario tipo pez piraña, pero siempre aviso a que los que viven a mi alrededor de que se tomen sus precauciones). Los ataques del tiburón blanco son a pequeñas mordidas que aparentemente no hacen ningún daño, mordidas como si fueran besos envueltos en mensajes de paz y concordia (con mucho punto zen y todas esas cosas) o son ínfimas mordidas sin importancia y de las cuales ni te enteras. Como esos putos pececillos que se comen los colgajos de piel humana sobrante y descamada, que puede ser muy naturalista el tema, pero que a mi me dan un asco infinito. Comer piel muerta me da asco y que se alimenten de ella con toda esa ansia de pez voraz de piel muerta, no sé como definir el asco que me da esa imagen tan visual. 

                          Pues yo como tiburón sanguinario que soy, digo que me entusiasma la carne con sangre fresca de filete recién fileteado, pero una vez que me quedo satisfecho y saciado del todo, me quedo como una boa constrictor que se ha comido una vaca entera (me quedo en una especie de estado catatónico o comatoso). Es decir, me quedo noqueado y aturdido durante unos meses y me dura lo que dura ese lento proceso de digestión...Pero que una vez pasado ese lento y sordo trago digestivo, sobre mi memoria cae un tupido velo que cubre casi completamente mis anteriores recuerdos. Y a partir de ahí, pasan a ser hechos pasados, que además ya no mueven molinos, ni siquiera alteran la superficie de los charcos. Pasado el dolor viene la calma, pero viene una profunda calma que la acomodo dentro de mi propio silencio. Y es lo único que recupero de esos recuerdos, el silencio y su vacío silencioso de calma chicha de mar muerto.

                          Claro que de vez en cuando, me ataca el tiburón blanco y porque le sale directamente de sus partes más honorables (supongo que serán esas), pues pasa que ahora si que me entero de sus ataques suaves y casi tan tiernos como un beso en el mismo culo de un niño recién nacido. Pero ahora, ya no me enfado tanto como antes y digámoslo de otra forma, ahora esos ataques me hacen cosquillas y cuando yo en mi vida tuve cosquillas. Lo que yo quiero decir mi querida princesa venida a menos, es que en la vida hay que tomar decisiones y yo una vez que son tomadas y pasado ese tiempo de dolor interno e intenso...pues ¿qué queda?. Y ahora y para que lo comprendas mejor, te voy a contar un bonito cuento: Hubo un tiempo y hace unos pocos de años, en que yo fui iluminado por la varita mágica del amor y te convertí en princesa de mi reino o en reina de mi cuento, pero por el medio pasaron muchas cosas, que al final acabaron distorsionando aquél maravilloso amor y por eso, un día nos dijimos adiós.

                       Después, pasaron meses de dolor y por tanto desamor dolorido. Vale, hasta aquí es fácil de entender éste cuento de hadas, pero creo que la parte final se te escapa entre tus dedos y porque desde entonces, entras en una especie de pensamiento envolvente y repetitivo que de vez en cuando emerge y que viene a decir, que algo se puede salvar del desastre al que hemos asistido. Y yo digo que no y porque no quiero y porque no me apetece darle ninguna vuelta más aquél dolor de parto distócico y de nalgas. No hay... y no hay y además ahora te puedo asegurar, que no lo habrá nunca más contigo. Punto final. Cambiemos de libro. Y hasta nunca y porque ni creo que nos veamos en la otra vida, porque en el infierno no hay cruces de caminos, ni senderos mágicos que alumbren nuestras historias, ni hermosos acantilados al borde del Mediterráneo, ni faros del fin del mundo, ni estrellas fugaces, ni lunas llenas, ni paseos por Lisboa o por Santiago de mis amores y me temo que de aquellas fechas futuristas, todo estará ardiendo como hoy en día arde medio mundo. Y al final, seremos pasto de las llamas y punto. Ya lo éramos y la pregunta del millón: ¿y porque azuzas los rescoldos?.

NI SIQUIERA YO

Ni siquiera yo

que soy mi propia musa,

tengo el poder de crear algo partiendo de la nada,

algo tengo que tener...

un diente, un pelo,

una corriente, un velo,

un amor herido,

una herida infectada,

un descendiente perdido,

un honroso honor, un resquemor,

una tórpida pasión a contra luz,

un hilo de su blusa en mi uña,

un diente de ajo colgado,

una pérdida incomprendida,

una esquirla de su vida,

un trozo de metal oxidado,

un hueso sin roer,

una montaña rusa sin fin,

un patio de colegio,

una sombra hermosa y fresca,

una suave brisa que me acaricia,

un olor a hierba luisa,

el maullido de una gata en celo,

el color del otoño suave y húmedo,

los rasgos del amanecer,

el gallo ejerciendo de gallo,

la luna luciendo cintura,

el mar buscando su fe,

el tiempo perdido entre sueño y sueño,

el ganado a contra reloj y a trompicones,

el tiempo que mueve los hilos de nuestro ser,

y que siempre va por delante

de aquella última decisión que hemos tomado,

tiempo de futuro sin precisar

y ¿quién dijo la palabra tiempo en tiempos de destiempo?.

¡¡¡VIDA!!!

Entre mis recuerdos de aquellos lejanos tiempos,

 tengo varios que penden del fino hilo de mi memoria:

la arena mojada en la madrugada,

 la marea baja extendiendo sus alas, 

el murmullo de los pinos jugando a las sombras,

el olor a algas de las mareas vivas, 

el viento del norte dando en mi cara,

la resina y la sal pegadas a mi dura piel de pez espada,

la ternura que había en tus ojos,

unos dientes de león buscando el sol,

la montaña rusa de mis sentimientos,

la lava de mi volcán incandescente,

la mirada turbia bajo el agua,

la música que nunca se terminaba,

las sigilosas tardes de sopor y tedio,

la alborada recién descubierta,

el tranvía emitiendo chirridos de desespero,

 la bici sin frenos y corriendo junto a mi perro,

el perro del vecino dando ladridos

 el mío dando cabriolas de circo,

los senderos iluminados por luciérnagas,

el bosque perdido y mágico, 

los helechos mecidos por el viento,

los primeros ingobernables deseos descubiertos,

el verano corto de mi tierra, 

la playa en el mes de septiembre,

el como me gustaban el sabor de los besos,

la vendimia y su olor a uva recién exprimida,

mi madre dando gritos al cielo,

mi padre contemplando la vida y viendo pasar el tiempo,

los destellos del sol de poniente,

la luna asomando por mi ventana

el batir de olas invadiendo mis sueños

y ¿como no?

y mis primeros despertares como explorador de una jungla, 

llamada......................... ¡¡¡¡¡vida!!!!!

HOY LLUEVE

Hoy llueve,

hoy por fin llueve,

llueve a mares y a océanos

llueve como debía llover siempre

a trompicones y a fuertes chaparrones 

y lloverá hasta que nos desborde el mar,

o hasta que yo me ponga a cantar...

HAY QUE TOMARSE LA VIDA...

Hay que tomarse la vida 

como un disparo

pin, pan, pun......¡fuego!

y todo olvidado.

ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...

  Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...