OTOÑO Y VUELOS

Si hay una Estación que entusiasma, esa es el OTOÑO. También me gustan las otras estaciones y por la simple razón de me gusta la vida, pero si tuviera que escoger entre las cuatro, me quedaría con el Otoño. Me gustan sus colores y sus trajes de marrón, verde y amarillo. Me gusta su luz suave, su luz casi mortecina sin llegar a ser muerta........................................................................
Y bueno y en esto sonó el teléfono y por supuesto ¿qué iba a ser?, pues que me llaman para una emergencia médica. Chavala de 20 años con amenaza de parto prematuro y a 31 semanas de embarazo. Me cambio de ropa a toda hostia y salgo todo descontrolado y porque los partos como que no, y eso que he asistido a algunas, pero esa imagen de que una chavala se ponga a parir dentro del avión se me clava en el nervio óptico. Pues llego al Hospital y veo a la chavala y resulta que la tía estaba mejor que yo: ni contraciones de parto o de no parto, dolor intenso ninguno, ni siquiera suave, andaba y reía y yo viéndola así hasta me entraron ganas de sacarla a bailar.

Total, falsa alarma, otra falsa alarma y otro cuento chino, claro que después piensas, pues mejor y porque me ahorro el posible parto prematuro inventado. Y nada más, bueno sí que después de la chaval, me tuve que llevar dos pacientes más y al final, he llegado a mi casa a las 7 de la tarde y ahora me estoy comiendo una chocolatina y bebiendo un Aquarius y fin de la tarde y casi del día

MI VOCACIÓN PATATERA

¿Y quién dijo Miedo habiendo Médicos como yo?, ¿Médico de vocación?, pues realmente no. Yo soy médico por un conjunto de casualidades y la principal es que aquella moneda lanzada al aire salió cruz, porque si llega salir cara, ahora sería un Biológo de tres al cuatro o a lo mejor me estaban dando un Premio Nobel por mis aportaciones "al como se deben matar a los capullos". Y ahí empezó mi historia de médico, por una puñetera moneda lanzada al aire, claro que cuando más o menos iba por tercero de carrera, la cosa empezó a gustarme y ya después, todo resultó ser mucho más fácil y agradable. Bueno tuve mis tropiezos por el medio, tuve mis dudas, tuve serias dificultades en algunos momentos y casi siempre relacionados con temas políticos pseudorevolucionarios.

De aquellas creía más en la posible Revolución que en la Medicina, la Medicina era sólo un medio más de hacer política. Sí, así de descerebrado andaba yo y por eso me pasó que cuando se me cayó el telón de la revolución me encontré literalmente en pelotas y con la carrera medio jodido. Pero ahí aprendí una cosa, que uno puede renacer de sus propias cenizas. Y como pude y con un gran esfuerzo por mi parte, me levanté de nuevo y me arremangué para acabar Medicina. Fue una etapa de mi vida demasiado dura, pero de la que me siento muy orgulloso, pues avancé a pesar de todos los escollos habidos y por haber.

Y después de acabar Medicina me puse a estudiar oposiciones y porque eso era lo que se hacía después de acabar la carrera. Y fue otro fracaso estrepitoso y porque realmente de lo que tenía ganas, era de trabajar y así, lo hice. Empecé a currar y se me empezaron muchas mierdas que aún tenía en mi cabeza. Y lo de acabar haciendo Emergencias Médicas, fue por otra casualidad, pues estaba en el sitio y en el momento en que había que estar. De auqellas estaba en un Servicio de Urgencias y hasta los cojones de tanto catarrito y tantas toses y un buen día de Primavera, se presentó un gran jefe indio y nos dijo: ¿alguno de vosotros quiere trabajar en una UVI MÓVIL? y yo dije que sí, que yo iba y sin tener puta idea de que iba aquello. Pero a medida que fuí profundizando en el tema, me gustó tanto que como véis, aún sigo sin bajarme de ese chiringuito y ahora tengo que decir: ¡QUÉ DISFRUTO TRABAJANDO! y eso, es mucho decir.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...