ALMA (Ernesto Pérez Vallejo)

 

ALMA (CIUDAD PROHIBIDA) 


Me llamo Alma y omitiré mis dos apellidos,
tengo la edad que tú te quieras imaginar
pero cuando lo hagas no me lo digas.
Nunca me han gustado las personas
que miden todo en cifras,
yo soy de letras, de palabras.
Había un chico que las unía de tal modo
cuando me observaba que yo,
una chica cualquiera, me hacía poema.
El era guapo, muy guapo, jodidamente guapo,
tanto que cuando estaba con él
tenía la certeza de que todas mis amigas
si pudieran se lo follarían.
Desde las más íntima, a la más puta.
Imagino que ya sabéis como acaba esta parte.
Si exacto, se casaron el junio pasado,
él y mi amiga más íntima.
La más puta al final tenía cierta decencia
y ahora es mi mejor amiga.
Al final ni la íntima era tan íntima
ni la puta tan puta.
La vida va así, desordenando a su capricho
los papeles de la vida.
Dice Cristina otra amiga,
(Lease amiga con los datos anteriores)
que ninguna mujer debería estar triste por un hombre,
que lo único bueno de ellos
cabe en un cajón de la mesita de noche.
Pero Cristina entre otras cosas no quiere ser madre,
dice que la maternidad envejece y elige
soledad eterna por eternidad ficticia.
Yo si quiero ser madre,
antes cuando era poema,
deseaba que fueran tres,
luego cuando los versos dejaron de rimar
me conformaba con dos,
Ahora quiero uno, solo uno
y que se parezca tanto a mí
que no me duela mirarme.
También os voy a omitir mi estatura
ya sabéis por aquello de las cifras
y mi peso ya entendéis por aquello del complejo,
os diré a cambio que soy tan alta como la luna
cuando me quieren cara a cara
y tan baja como como un sótano
cuando me odian por la espalda.
Y soy romántica, no de esas mujeres románticas
que escriben notas en la nevera
para que cuando amanezca la persona querida
tenga algo que llevarse al estómago.
Yo soy romántica pero con menos ingenio,
por ejemplo incluso antes de masturbarme
me digo te quiero tres veces
para que el acto no me resulte tan frío.
Los ojos los tengo verdes como mi madre,
las tetas la tengo enormes como mi abuela,
del culo no conozco la herencia
y me jode no poder darle las gracias a a alguien.
Mamá dice que la gente ya ni da las gracias ni pide disculpas,
que antes por aquí, que antes por allá,
mamá adora su pasado porque era feliz
pero yo no lo recuerdo.
Se que papá no le pidió perdón después
de lo de aquella vecina que tenía la sonrisa en el escote
y que si lo hubiera hecho ella no hubiera sabido perdonarlo.
Mamá dice que lo malo no es que el amor se vaya,
lo malo es aquello que se lleva de ti misma.
Siempre que alguien se va se lleva algo
y ese algo nunca vuelve,
y aunque ese algo sea una mierda
lo echas de menos porque era tuyo.
Es como tener un mal hijo
lo quieres a pesar de todo.
También os puedo decir que soy multiorgásmica,
obviamente no os voy a contar
a cuantos orgasmos he conseguido llegar
pero os prometo que hubo una vez un invierno
que llovió más dentro de casa que fuera.
Que tengo tantos lunares que si los cuento
me entra el sueño,
tantos sueños que si los digo os entra el pánico.
Que una vez hice un trío porque fui yo dos veces
y otra me tragué tanto amor de golpe,
que confundí deseo con sed
y promesa con verdad.
Mama dice que los hombres solo dicen la verdad
después del orgasmo y que por lo general roncan.
Pero mamá nunca fue poesía y si lo fue
sería antes, tan antes, que ya no se acuerda.
Yo si, a veces todavía tengo algún verso
en la punta de la lengua
y me dan ganas de besarme,
de lamerme,
de saborearme lentamente hasta enamorarme
otra vez de mí misma.
Luego vuelvo al odio y me abandono
en mitad de un descampado donde nadie
se acuerda jamás de mi nombre.
Pero me llamo Alma,
Alma
y una vez fui poesía.

SHIRLEY CAMPBELL BARR


 

UMBRAL


Aún es temprano
el sol apenas está saliendo
la mañana está fresca
las plantas están húmedas
es temprano
apenas amanece
aún es temprano
los dientes están frescos
las manos limpias
la mañana tiene ese dulce olor a madrugada
es hora de limpiar la casa
recoger la basura del día anterior
y empezar a existir
ahora que casi entendemos lo que pasó
podemos mirar al sol de frente
cambiarnos las ropas viejas ajenas
y volver a empezar
aún es temprano
huele a montaña
a niños recién bañados
a tetas llenas de leche
a historia amanecida
reconstruida
rescatada
el sol apenas está saliendo
huele a pan fresco
a lágrimas de ayer
es temprano
aún se puede empezar todo de nuevo.







LIBERADA

Yo ya no busco razones
para mi piel
no busco más excusas ni explicaciones
para la redondez de mis nalgas
o la natural cadencia
en mi andar.
No justifico ya mi natural agrado
por los tambores
o la necesidad de mi cuerpo
de danzar al ritmo que le toquen.

Hace ya tiempo
que dejé de explicar antepasados
que justifiquen mis labios,
mi extraordinaria nariz
o la hermosura incólume
que me acompaña
desde tiempos inmemoriales.

No justifico más
mis sincretismos
mis pasiones o mi sensualidad.
Yo ya no otorgo razones
para mi ser.
Me convertí en mí misma
me aprendí
soy yo.

Tengo certeza de mí misma
y de los míos
no necesito autorizaciones para ser.
No pido ya permisos
para vivir.

Hoy disfruto con sobrada elegancia
mi negrura
la llevo con honor,
con garbo y distinción.
La paseo por parques,
mercados y plazas
por escenarios y anfiteatros
simples coloquios
y grandes conferencias
con placer me colma el alma
el discurso y la vida.
Ya no intento disimularla en mi cabello
en mi tez
o en mis distinguidas alocuciones
la aprendí de memoria
desde adentro,
con historia
desde el centro del alma.

Por eso,
ya no preciso de razones para ser
porque me descubrí limpia
brillante y victoriosa
incólume y probada
bendecida
batallada
negra.

Ya no,
no preciso razones
hoy soy yo
liberada.

en Rotundamente negra y otros poemas, Ediciones Torremozas, 2013



Shirley Campbell Barr
(San José, Costa Rica, 1965) 
Reside en Brasilia
POETA/ANTROPÓLOGA/ACTIVISTA FEMINISTA

ELEGÍA (Robin Morgan)






ELEGÍA

f r a g m e n t o 

(...) Sí, di sus nombres. Como si decir sus nombres pudiera revivirlas. Pero decir sus nombres las vuelve reales, no las deja desaparecer, al menos por un momento. (...) Cuántos nombres más, demasiados, una lista tan larga que se pierden los preciosos detalles únicos de cada individuo y la vida insustituible, solo otro nombre desdibujado por los números, extraviados en el esfuerzo por recordar quién cuándo cómo fue asesinada cómo dónde por qué fue él quien mató cuándo termina esto, ¿Cómo hacemos para detenerlo? Todos los humanos cometemos errores, seguro, pero cometer el mismo error una y otra vez, no es un error, cómo negarse a tragarlo, vomitarlo, se tarda demasiado en aprender a hacerlo.

No muestro mi desesperación en este espacio. Este espacio es para confortar, informar, ser útil. Escribo aquí en prosa. La prosa es el lenguaje de los hechos, la ley, los informes, la lista de la compra, la carta, el discurso, la nota de cabecera que se apuntó después de esa pesadilla que realmente no quieres recordar, pero es mejor no olvidar. La poesía es el lenguaje de la verdad. La poesía, un reactor nuclear, se construye lo suficientemente fuerte como para contener la energía de la desolación, captar el poder de esa energía, canalizarla, dejarla batir. La prosa es el lenguaje de la venganza. La prosa firma órdenes ejecutivas, lanza conferencias de prensa y ladrillos a través de los escaparates. Sin embargo, la prosa es brillante para razonar, para recuperarse, para seguir adelante. La poesía también hace todo eso, con un chasquido de dedos, pero también lleva una cazuela horneada a la casa de la madre de la mujer muerta, deja una rosa en la acera en el lugar donde el muerto fue asesinado. La prosa incita a la rabia, invoca la paz, forma comités, promete cambios, aprueba leyes, a veces incluso hace cumplir algunas. La poesía identifica el cuerpo. La poesía cierra los párpados y cierra la bolsa con cremallera sobre la cara.

La poesía es donde soy libre de sangrar. Entonces aquí el medio es la prosa, ya que mi dolor no cambia nada. Al planeta le queda poco tiempo, para mí menos aún, mi piel sigue siendo siempre blanca, y mis herramientas siguen siendo solo estas palabras. Pero el duelo de mañana requiere que nos pongamos de pie y nos arropemos con nuestra mejor desesperación, un paso a la vez, con la cabeza en alto, como si fuéramos invencibles, haciendo lo que podamos centímetro a centímetro hasta que se acabe nuestra parte. 

Perdóname por dejarte echar un vistazo a esta hora desolada, incluso si ¿Quién se atreve a decir que tú o yo no tenemos derecho a la desesperación?

Mi agradecimiento y respeto van a la prosa por haber liberado estas palabras del apretón que asfixia, dejarlas respirar, permitirme reclamarlas, dejarlas ir y reconocer su paso.

El poema se sienta junto al ataúd y llora.

O SOLE NOSTRO (Celso Emilio Ferreiro)



O SOLE NOSTRO



Qué desgracia tan grande ser poeta,

oficio de llorar sin cobrar nada,

oficio de escupir en la mar inmensa

y de plantar pancartas en el desierto.


Celso Emilio Ferreiro


EL FUEGO EN EL QUE CREO (Alejandra Pérez Tujague)

 


PROCESO

Cuando todo esté bien
voy a limpiar la casa
abrir las ventanas
y pasear al perro

ahora
solo quiero quedarme
desnuda sobre las sábanas

los insectos
agujerean mis poros
con fina dedicación

veo desde acá
el polvo sobre las cosas

cuando todo esté bien
la casa se va a sacudir.



Fotografía de Amanda Charchian

GRAVEDAD

Por estas calles
donde la gente pasa
a hacer su vida
paso yo también
a hacer la mía
elevo el corazón
y lo arrojo al aire
como una piedra
que nunca
cae.


Fotografía de Amanda Charchian


MUJER DE CAMPO

Ella tomó la serpiente
que asomaba entre el aloe vera
con los ojos encendidos de placer
la levantó en el aire
y mostró como un trofeo
sus colores.
Después
la arrojó al cielo.
Una mujer de campo
que arrastra su cuerpo y se levanta
sabe que la serpiente
podría ser
un pájaro
que ha sido liberado de la tierra.



Fotografía de Amanda Charchian

CONSUELO

Ayer lloré
mi hija
acarició mi cabeza
con un movimiento suave
sus dedos entre mis cabellos
tenían un efecto adormecedor
subían y bajaban
chispas de electricidad
desde la nuca hasta el centro de mi visión
donde todo era blanco
balanceaba en su mano
mi cuerpo hecho un caparazón
con lentitud
deslizó un aire tibio sobre mis mejillas
eran
besos diminutos
como si me fuera a romper
mientras repetía
todo va a estar bien
todo va a estar bien.







Alejandra Pérez Tujague
(Buenos Aires, Argentina, 1973)

SACARSE UNA MUELA (Rebeca Lane)

 SACARSE UNA MUELA


lo más doloroso de sacarse una muela
es dejarla ir
abrir la quijada y parirla
no pensar que con ella
se va algo que nunca volverá

lo más doloroso
es lo que se deja ir

yo reventé en lágrimas
como en un funeral
porque aunque ya no la quería
no estaba lista para despedirla
porque a pesar de la certeza
que las cordales nunca se quedan con una

no estaba lista para despedirla

sólo quiero una mano que apretar
que comprenda
lo mucho que me duele que me la arranquen
entender que después de hoy ya no estará viva
y tenga que enterrarla en algún cajón del recuerdo
y condenarla al olvido

me duele despedir mi muela
como me duele la muerte
porque una nunca vuelve a ser la misma



Rebeca Lane
-Rebeca Eunice Vargas Tamayac-
(Ciudad de Guatemala, 1984)

SABER O NO SABER (Pedro M. Martínez)

 

Saber o no saber

 



Querida mía, en un tiempo de tu vida decías que no querías saber.
Ahora, hoy, sabes algo más e ignoras lo mismo que entonces.

Hay cosas que no sé si sabes.
Durante un tiempo viví en una jaula.
Tú -lo que tú eras para mí- me daba de comer, sin saberlo.
Ahora, hoy, camino por el borde de la ría, voy, vuelvo y ya utilizo la pala de pescado, las diversas cucharillas y soy capaz de limpiarme los labios con servilletas de hilo, de papel o con la bocamanga.
O sea, que he aprendido a comer solo. 
Aunque siempre he preferido comer en compañía. 
De hecho prefiero hacer casi todo en compañía.
También he aprendido a mirarte de otra forma.

Aún no sé, no tengo ni idea de casi nada, pero entiendo mejor las historias.
Por eso te miro desde varios kilómetros aunque –qué cosas- te veo como si estuvieras a mi lado. O yo en el tuyo, que por eso no vamos a discutir, ni por eso ni por nada.

Veo círculos, ideas circulares, unas cuantas, se repiten, van y vienen pero están ahí.
A veces te veo a ti en una jaula.
Tú misma te alimentas, una cosa extraña, sacas la mano entre los barrotes y te acercas el tenedor a la boca desde fuera. Con lo fácil que sería que comieras desde dentro, pero no, tú eres así, tuya, tú.

Claro, estas son divagaciones, ¿qué sabré yo?, pero miro tu fotografía -¡qué guapa eres!- y pienso estas cosas y otras y sigo sin saber nada pero entiendo, una luz aquí, tenue, de vela, y quisiera abrazarte, acariciarte el pelo y siento una ternura suave, un manto dulce de cariño y emociones sin nombre, tan ricas, soft, como una almohada de plumas mientras camino por el borde de todas las rías hasta que sé y tengo miedo, ahora sí, pobrecito mío (yo). Sé que lo que ocurre, es que todo va demasiado rápido y a este paso terminaremos sin saber nada. De nada.

O algo así.

SIEMPRE ME PIDEN POEMAS INÉDITOS (Fábio Morábito)

 

SIEMPRE ME PIDEN POEMAS INÉDITOS




Siempre me piden poemas inéditos.
Nadie lee poesia
pero me piden poemas inéditos.
Para la revista, el periódico, el performance,
el encuentro, el homenaje, la velada:
un poema, por favor, pero inédito.
Como si supieran de memoria lo que he escrito.
Como si estuvieran colmados de mi poesia
y ahora necesitaran algo inédito.
La poesía siempre es inédita, dijo el poeta en un poema,
pero ellos lo ignoran porque no leen poesía,
sólo piden poemas inéditos.


Fábio Morábito

FRIDA KAHLO



“Yo solía pensar que era la persona más extraña en el mundo, pero luego pensé, hay mucha gente así en el mundo, tiene que haber alguien como yo, que se sienta bizarra y dañada de la misma forma en que yo me siento. Me la imagino, e imagino que ella también debe estar por ahí pensando en mí. Bueno, yo espero que si tú estás por ahí y lees esto sepas que, sí, es verdad, yo estoy aquí, soy tan extraña como tú”.

FRIDA KAHLO

COMO LOS ERIZOS (Luis Cernuda)


 Como los erizos

"Como los erizos, ya sabéis, los hombres un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor. El resultado fue, ya sabéis, como en los erizos.
¿Qué queda de las alegrías y penas del amor cuando éste desaparece? Nada, o peor que nada; queda el recuerdo de un olvido. Y menos mal cuando no lo punza la sombra de aquellas espinas; de aquellas espinas, ya sabéis.
Las siguientes páginas son el recuerdo de un olvido."
Luis Cernuda

LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...