Yo estoy más que emocionado con mi nuevo viaje, que no era el que al principio quería, pero para eso somos seres humanos, para adaptarnos a lo que hay y olvidado mi primer plan, me he pasado a mi plan B, el de viajar por la Isla de Mallorca. Y ahora descuento los días y las horas y los minutos y ojalá ya fuera mañana...pero no y porque todo lo bueno se hace esperar. De todas formas también estaba pensando en otra cosa, en como una amiga me describía, como introvertido y triste, entre otras cosas más bonitas, claro. Y eso sí, que me ha descolocado, yo triste e introvertido, porque una mis características personales, es que soy un extrovertido de la hostia, me resulta muy fácil establecer relaciones humanas y además, lo hago de forma espontánea, vamos que no necesito esfuerzos y porque está escrito en mi ADN: "tendrás facilidad para establecer relaciones humanas".
¿Y triste yo? y ¿yo triste?. Joder si ahora se me considera triste, me tenía que conocer en otros tiempos y cuando la tristeza era mi esencia y la sangre que recorría mis venas. Quizá sea por eso, porque yo comparo entre dos estados, entre la tristeza más profunda que antes tenía y entre la belleza alegre que tengo ahora. ¿Y cabizbajo?, ¿yo cabizbajo?, que si lo fuera, tampoco pasaba nada y porque me da igual ser cabizbajo que bizco. Pero yo pienso al revés, yo alegro la vida de muchas personas, les doy toques de ironía, los inundo de tonterías, les saco la gracia hasta debajo de sus pantalones (que no de su entrepierna), les toco la cara y les saco la risa. Y que nadie piense mal, tampoco soy un payaso de mierda y porque yo soy todo eso, si solo hay buena onda.
Nunca y nunca fui introvertido, hasta en mis peores momentos no me gustaba meterme para mis adentros. Y todo, porque afuera hay mucha vida y me encanta la vida y las relaciones humanas, claro que también me gusta mucho estar solo...pero eso es otra cosa y porque me gusta estar solo pero para conocerme mejor a mi mismo...para saber quién coño soy y como soy...Mi pensamiento lo dice todo: la vida es mi estímulo y eso determina mi forma de ser: espléndido, extrovertido y con la frente bien alta y porque hay mucho que ver y sentir y disfrutar y amar y querer y millones de miles más. Vamos que no estoy falto de vida, que me sobra vida hasta por las costuras, que no hago milagros porque dios no me dio ese poder, pero sí que hago mis pequeños milagros diarios, riego mis plantas, saludo a la gente, doy un par de besos, saco un montón de sonrisas y me acuerdo y mucho, de mis mejores momentos, porque el recuerdo no se borra, porque lo que fue divino no está en el cielo, está dentro de nuestra alma y ahí se quedará y para siempre.