La patria no es una bandera,
ni una pistola.
La patria es un niño que nos mira.
El agua no resiste. El agua fluye. Cuando sumerges tu mano en ella, todo lo que sientes es una caricia. El agua no es una pared sólida, no te detendrá. Pero el agua siempre va donde quiere ir, y al final nada puede oponerse. El agua es paciente. El agua que gotea desgasta una piedra. Recuerda eso, mi hijo. Recuerda que eres medio agua. Si no puedes atravesar un obstáculo, dale la vuelta. El agua lo hace".
Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...