YO VOTARÍA A UN SUEÑO

Bueno, pues a éstas alturas del día tengo que decir que el día no estuvo tan mal, que pudo ser mejor porque siempre puede ser mejor, pero que vamos, que en general no puedo quejarme. Día precioso primaveral y donde flota ese olor a fresca y amorosa primavera y es que siento los latidos del amor, aunque me falte su presencia física, pero primero está el sentir y después está la forma o el cuerpo o lo que sostiene a ese cuerpo y ya veremos que dimensiones toma, bueno si las toma y porque todo puede ser un pedo lanzado al aire, al aire primaveral. Vamos, que tampoco me preocupa y porque cuando vas sobrado de sentimientos puede ser que acabes envolviéndote en ellos y entonces, puede que acabes pasando de los demás.

Bueno, demos un tiempo de espera, un tiempo muerto, un tiempo que flote con el viento y hasta donde éste me lleve. Las cosas no ocurren porque tú lo quieras, ocurren porque tienen que ocurrir, ahora sino estás preparado para que así ocurran, dejarás pasar esa oportunidad. Quiero decir, que las cosas ocurren al azar, pero como tú y yo no somos seres amorfos, depende de nosotros mismos que esas cosas puedan evolucionar. Es una forma de decir, que somos seres activos y que participamos y que opinamos y que sobre todo, decidimos y puede que alguno quiera añadir: que también votamos y porque en España, nos vuelve a tocar el tener que votar.

Yo sinceramente votaría a un SUEÑO, a un puto y grandioso sueño y creo que no hay ningún partido que en su programa político, tenga a un SUEÑO como fin. Todos pecan de hiperrealismo, algunos son de derechas derechona, otros de derecha revenida tipo PSOE y otros que ahora van de auténticos izquierdosos, hablo de Izquierda Unida y de Podemos...claro que su programa es una serie de peticiones y exigencias que tampoco están mal y están muy bien, pero le falta ese aire mágico, esa mano suave que tiene la imaginación, esa poesía que tiene el amor y esa melodía que tiene la ilusión. No sé, un poco de quimeras, un poco de idealismo, un poco de que soñemos con otra sociedad, un poco de ideas mágicas. Yo votaría a un SUEÑO, pero creo que me voy a tener que despertar.


PULPO ATLÁNTICO

Bueno, pues poco a poco vamos alcanzando al Verano y ese pensamiento me pone de los nervios, claro que ahora, estoy más preparado que antes, ahora tengo mi máquina infernal instalada, la del aire acondicionado y para conservarme fresco y reluciente. Vamos, que yo llegado el verano, me encierro a cal y canto y en mi bat cueva. ¿Y ahora?, pues ahora, también, pero digamos que de vez en cuando aún asomo la cabeza y ya quisiera yo tener más tiempo y más espacios y más todo y salir a darme una vuelta y bañarme en el mar mediterráneo, aunque los de bañarme no lo llevo tan bien y supongo que será porque el agua me recuerda al agua de mi Atlántico y eso significa, frío y temblores.

Es como si tuviera alergia al agua y creo, que ya es tarde para poder cambiar de planes. Bueno, quizá cambie de planes cuando me enamore de una sirena y porque ya sabemos que el amor hace estragos todos tus planes. Y una dulce sirena y con sus escamas relucientes y su cola portentosa...y yo nadando a su lado y me supongo que persiguiendo su estela, porque nadando no soy precisamente un pez y soy más pulpo que pez y porque mis manos están llenas de tentáculos y mi boca devora todo lo que ve y quiere.

Es como esos juegos que hacen que te identifiques con un animal y yo claro, soy un pulpo, un puto pulpo atlántico, que cuando algo no le gusta, suelta un chorro de tinta y para que el enemigo se confunda. Pues ya veis, soy un pulpo y soy un pulpo atlántico, porque yo nací al borde del atlántico y ese sello es imborrable. Es que a mi me encanta el mar Mediterráneo, pero...pero...pero el Atlántico es mi océano y a veces, echo tanto de menos sus movimientos de caderas o de mareas, que me pongo fatal o sino, tengo que tirar de mis recuerdos, de sus mareas bajas, de sus olores a algas, de sus grandes olas y de sus maravillosos sonidos...

MÁS DE BALNEARIO

Y éste es mi hotel por dentro, por sus adentros o por sus entrañas y es como trasladarme a los años 20 y si supiera bailar un vals ya estaría yo en pleno salón, mi problema es que no sé bailar un vals, bueno, en realidad no sé bailar, pero eso sí, me encantaría flotar sobre mis delicados pies y al ritmo que marcara la orquesta. Bueno, eso es como lo nadar bien o jugar muy bien al tenis o al baloncesto y porque creo que todos tenemos sueños deportivos, bueno yo sí, salvo el correr y porque no me hace ninguna ilusión el correr mucho.

Siempre he preferido el moverme andando, salvo para los deportes que me gustan. Yo es que admiro a las tortugas y creo que es más, por su perseverancia y constancia, por su caparazón duro y resistente, por esconder su cabeza ante los malos rollos y porque me encanta su belleza ancestral. Yo la verdad es que me vestiría de antiguo: traje y camisa de seda, pantalón ajustado y marcando paquete y sombrero de ala ancha y de medio lado y bueno, si tuviera a Capone a mi lado, ya sería la hostia bendita, porque unas metralletas en nuestras manos nos quedarían de gala.

Pero tengamos la fiesta en paz y además, para eso me voy a un Hotel Balneario, para descansar en paz y aclaro y no para morirme en paz. Lo que yo sé, es que llevo mucho tiempo, esperando que inventen de una puta vez la máquina del tiempo y claro, yo pondría: los felices años 20...pero ya me estoy hartando de esperar tanto y por eso, si los años 20 no vienen a mi, yo tendré que ir a ellos y que mejor sitio que éste, que mejor sitio que una piscina decadente, que un balneario herrumboso, que un río pase a su lado, que los jardines sean algo divino, que esté rodeado de parras, de dulces parras de uva y es que si yo pensara en el paraíso, tendría que estar en éste sitio.

JULIO CORTÁZAR