Yo soy imperfecto,
es más...,
me siento orgulloso de mis imperfecciones,
pero esto no lo digo, por decir,
lo digo en mi pleno estado de conciencia a flor de piel
y demostrando mis sobradas facultades mentales y viscerales,
lo digo con la inconsciencia derramada sobre barricadas de verdades insolubles,
y que por eso, ahí están...
o simplemente,
no valen nada o queda muy poco de su valor mercado
lo digo con mis 20 sentidos en fila india
y uno detrás del otro y porque hay que poner un cierto orden,
pero es que todo tiene su historia
y es que me historia es dentro mi sexto sentido están mis imperfecciones,
mi sexto sentido me dice:
reconoce tus imperfecciones,
déjalas al simple desnudo,
deja que las imperfecciones te duelan y que sangrarás por ellas,
que tu penitencia sea reconocer las cosas en crudo y en carne propia
y a pecho descubierto y que hasta sus últimas consecuencias,
y aclaremos un punto más...
que nadie se mate por mi,
pues porque no
y porque para matarme lo hago yo sólo y con mi propio patrimonio
y por cierto, también me resucito,
yo pongo los medios, yo pongo las ganas
y la fe que me ilumina ablanda mis estudiadas estrategias,
y no hablo de la fe cristiana que todo lo ha jodido
hablo más de la fe que me da la real gana,
la fe que me mantiene en pie mi pesada osamenta,
la fe que hace de cada despertar un nuevo acontecimiento,
la fe que me levanta en volandas,
la fe que me cede el aire que necesito,
y la que me imbuye de datos atmosféricos y de absurdos jeroglíficos geométricos,
y es más,
hasta me informa de como evolucionan las capas de Ozono
y el consabido y más que sobado, estado del bienestar sin otra historia,
yo pido... datos
y ellos entran como si fueran balas mortales de necesidad,
yo pido... datos
y ellos salen en forma de dudas metafóricas
o salen como supositorios a punto de entrar por oscuras oquedades,
que por cierto, son demasiado fáciles de adivinar.
es más...,
me siento orgulloso de mis imperfecciones,
pero esto no lo digo, por decir,
lo digo en mi pleno estado de conciencia a flor de piel
y demostrando mis sobradas facultades mentales y viscerales,
lo digo con la inconsciencia derramada sobre barricadas de verdades insolubles,
y que por eso, ahí están...
o simplemente,
no valen nada o queda muy poco de su valor mercado
lo digo con mis 20 sentidos en fila india
y uno detrás del otro y porque hay que poner un cierto orden,
pero es que todo tiene su historia
y es que me historia es dentro mi sexto sentido están mis imperfecciones,
mi sexto sentido me dice:
reconoce tus imperfecciones,
déjalas al simple desnudo,
deja que las imperfecciones te duelan y que sangrarás por ellas,
que tu penitencia sea reconocer las cosas en crudo y en carne propia
y a pecho descubierto y que hasta sus últimas consecuencias,
y aclaremos un punto más...
que nadie se mate por mi,
pues porque no
y porque para matarme lo hago yo sólo y con mi propio patrimonio
y por cierto, también me resucito,
yo pongo los medios, yo pongo las ganas
y la fe que me ilumina ablanda mis estudiadas estrategias,
y no hablo de la fe cristiana que todo lo ha jodido
hablo más de la fe que me da la real gana,
la fe que me mantiene en pie mi pesada osamenta,
la fe que hace de cada despertar un nuevo acontecimiento,
la fe que me levanta en volandas,
la fe que me cede el aire que necesito,
y la que me imbuye de datos atmosféricos y de absurdos jeroglíficos geométricos,
y es más,
hasta me informa de como evolucionan las capas de Ozono
y el consabido y más que sobado, estado del bienestar sin otra historia,
yo pido... datos
y ellos entran como si fueran balas mortales de necesidad,
yo pido... datos
y ellos salen en forma de dudas metafóricas
o salen como supositorios a punto de entrar por oscuras oquedades,
que por cierto, son demasiado fáciles de adivinar.