Tengo una teima (obsesión) nueva, bueno no tan nueva, sólo que ahora se
ha agudizado. Es una obsesión tan antigua como el origen de la vida y
ese es el verdadero problema, que de antigua, se va haciendo como una
capa más de tú piel, por lo tanto la llegas admitir como si fuera tuya,
una capa más de piel superpuesta y te dices, a mi que me importa tener
una capa de más . Aunque de vez en cuando asoma su cabeza o sea por un
acúmulo de circunstancias se agudiza y te vuelve a decir , aquí estoy yo
dispuesta a darte por el culo.
Y éste tema no es otro,
que nuestros queridos Bancos y no importa ni el color del banco y menos
importa su nombre. Mi experiencia en éstas lides es bastante
significativa, he pasado por bastantes bancos y en todos me ha pasado lo
mismo. El problema comienza, porque tú empiezas a simpatizar con
alguien del banco, aunque no hace falta hacerse amigos, pero bueno uno
del banco que más o menos te atiende un poco bien o un poco
correctamente y eso no es tan fácil, pues los currantes bancarios suelen
estar mal pagados y están obligados a mentir tanto, que mienten más que
hablan, mienten como bellacos y en definitiva, están más quemados que
la pipa de un indio. Y cuando vas cogiendo un poco de confianza con el
currante del banco y ya vas resolviendo asuntos y él te llama
personalmente por si hay una factura extraña o un descubierto o lo que
sea, pues justo cuando empiezas a estar contento consul serviciode, que
se concreta sólo en ese señor determinado, van los cabrones de los
jefes del banco y cambian a ese señor de sucursal. Con lo cual todo la
avanzado, de repente se te va al carajo, sin más.
O sea
que más o menos llegas un día y te encuentras con un careto nuevo en el
Banco y como su vestir y comportamiento los denota a miles de
kilómetros, tú te das cuenta que se acabó el entendimiento con ese
entidad bancaria. Poco a poco y con pequeños detalles, ves que ya se te
avisa de nada y que nadie está atento a los movimientos de tu cuenta.
Por tanto a continuación, viene un periodo de llevar unas cuantas
hostias financieras y te vas al banco y hablas con el nuevo director y
planteas que las cosas antes no iban así, como ahora, y por la cara que
pone el interlocutor te enteras de una sóla vez, que más vale que
cambies de banco. Después viene una procesión bancaria y vas de sucursal
y tiro porque me toca, hasta dar con un agraciado bancario. Y de nuevo
más de lo mismo, tú criterio de escoger ese banco determinado, está
basado en la empatía de ese trabajador o director. Y éste proceso dura 2
o 3 años, y después vuelves a empezar a rodar la misma rueda: cojes
confianza con ese banco y gracias a la empatía de esa persona, después
lo cambian de sucursal, que por cierto suele ser en un sitio lejano, y
al final acabas haciendo de nuevo, la peregrinación bancaria.
Aunque ahora, no es precisamente el tema de empatía con una persona que
trabaja en el banco, pues no hay malos entendidos, ni hay
equivocaciones, ni es que no me avisen si hay descubiertos. Ahora lo que
es, es un tema de crédito hipotecario y estoy más que avisado,y mucho
más que eso, estoy amenazado. Todo esto viene a cuento, de no poder
pagar como toca la Hipoteca y entonces vienen presiones mafiosas. Te
bombardean por teléfono, con el correo postal y el eletrónico y te
hablan de listas negras, de morosos y demás monsergas amenazantes.
Y es que por las razones que sean y que no vienen a cuento contarlas
aquí,(Ya sabeis mi lema: "a llorar a Cangas") yo llevo unos cuantos
meses arrastrando la hipoteca y he llegado a un punto de no retorno, a
un punto sin salida. Y por tanto mi nómina ya no tiene capacidad de
resolver ésta situación y yo cara a un banco, sin nómina no soy nadie.
Me he ido al banco, para espetarle directamente que ya no puedo más y
que me estoy muriendo de angustia y la primara mirada de tú interlocutor
es la perdonarte la vida. La segunda es intentar decirte que en
realidad es culpa tuya y que eres un puñetero desastre, pues si llegaste
a éste estado actual es porque tú eres un irresponsable. Lo tercero es
que tú aumentas tú cabreo y sin más le dices que solicitas la Carencia y
es más no la solicitas, es que no queda otro remedio y por tanto la
exiges, si es que quiren ver que sigue entrando pasta. Entonces vienen
los argumentos de repasarlo todo y que la cuota va a bajar un poco al
ser actualizada con el euribor y que además la Carencia va a costar su
pasta( esot aún hay que verlo) y R que R y qu en definitiva que sigas
pagando a tocateja. Aquí ya te ves obligado a meter en el tinglado al
banco y le dices que si, que es tú problema pero que también es un
problema para el banco, pues si tú no pagas, vendrá el deshaucio y yo
saldré jodido y rematado, pero ellos tendrán una casa más, que hoy día
carece de mucho valor y que es lo que prefieren, si prefieren tener otra
propiedad más o prefieren facilitarme que les pueda seguir pagando.
Ahí, con ese argumento de peso, la dejas descolocada y comprueba
realmente que si, que estás totalmente desesperado. Y ya por fin,
empieza a hacerte un poco de caso y se empieza a pensar la posibilidad
de la carencia, mientras hace cálculos de la cuantía y te advierte que
sólo son 2 años y que después tendré que pagar el resto y tú le
contestas que ya lo sabes y que por eso vienes al banco a hablar de éste
asunto. Por fin, te va dando cifras y claro la cuota es otra historia y
de nuevo te advierte que cuidado que son 2 años y que después hay que
pagar el resto y tú le contestas que la pelota ahora está en su tejado y
si quieren resolver algo, ese algo está en sus manos. y por último ya
te remite para otro día para seguir éste diatriba y que tienen que
estudiarlo y que ya me contestarán y tú te repites como un loro y le
espetas que a mi el estudio me da igual, y que eso es que hay. Claro que
para decir yo todo esto tengo, que estar más desesperado que los que no
cobran las preferentes y como vemos acabamos volviendo a hablar de
temas bancarios.
Es que los bancos son mucho y
últimamentte están siempre en medio del ruedo. Me recuerdan a la
Monarquía que padecemos, siempre en el candelero. Los bancos , antes
eran vacas sagradas y no se les podía tocar ni un pelo y ahora se les ha
descubierto su tinglado y nos han mostrado, lo que ya sabíamos, que son
una auténtica cueva de ladrones. El respeto que se les tenía era,
cuando menos que desmesurado. Yo me acuerdo que hasta en épocas de vacas
gordas, las colas de los bancos, eran de alucinar a colores y lo más
curioso de todo, es que nadie decía ni mu, en cambio en el resto de los
sitios, ya fuera tema sanitario o de cualquier asunto de oficinas, que
la gente montaba un pollo que te cagabas. Y esto, es sólo un pequeño
ejemplo del inmenso respeto que se les tenía a los bancos.
En el fondo, cuantas veces me he preguntado: ¿que carajo es un banco?, y
si es lo que pìenso, que un banco es un almacén de dinero, como puede
llegar a almacenar tanto poder. Pues supongo que vuelvo a lo del
principio, porque ya nacimos educados sobre éste punto. Pues el banco no
tendría nada si nosotros no ingresamos la puta pasta y es más el banco
invierte y juega con tú dinero y lo hace a tús espaldas. A mi nadie me
dijo nunca que mi pasta estaba siendo invertida en tal industria o en
tales acciones. Y os aseguro que llegamos a pensar del revés, que son
ellos los que nos prestan la pasta y es más, si realmente nos la dejan
es porque van a sacar suculentos beneficios y en cambio nos lo venden
como un favor que nos hacen ellos, vamos que nos perdonana la vida. Es
curiso el trrapicheo bancario, ellos para dejarte pasta te piden unos
intereses que alucinas y en cambio si tú les ingresas dinero, por
ejemplo domicilias tú nómina, ellos que se sientes desprendidos te dan
al cambio una sartén y una mierda de aparato de música o un móvil, todo
trapallada innecesaria. ¿Se ve la diferencia?.
En resumidas y
definitivas cuentas, yo estoy escribiendo sobre éste tema para cojer
fuerzas, para reafirmarme en que tengo mis razones y que mi lucha es la
única que me queda. Y parece mentira que uno tenga que recargarse las
pilas para irles a la yugular, pues yo no estoy hablando de no pagarles,
yo les estoy hablando de que simplemente me den un respiro para coger
fuerzas. Y menos mal que tengo una nómina que me defiende, si no ya
estaría en la puta calle, eso seguro.