Y es que es descarado, es descarado sentirse bien o no tan bien, pero aparentar que estás bien. Aparentar, aparentar, esa es la palabra que buscaba, aparento ser mejor de lo que soy, aparento ser un tío guay y cojonudo o aparento ser un desgraciado o por último, no aparento nada. Parece fácil la postura que se debe tomar y vale no le voy a dar más vueltas y lo lógico o lo más consecuente sería decir, que yo no aparento nada.Vale y vale para los que se lo crean, porque, ¿quién de nosotros no aparenta?. Nadie, absolutamente nadie, pues todo dios aparenta, se aparenta cuando estás jodido y dices a mi no me pasa nada o tuve un problema pero ya está resuelto. También se aparenta cuando estás en un estado cojonudo y por no ofender a los demás, que por supuesto no están en tu mismo estado (están más abajo y por supuesto, que se jodan), va y dices y por educación o por solidaridad atontada o estúpida, pero, pero podía estar mejor.
O cuando estás en un estado neutro de ni fu ni fa y analizas la cara de quién te interroga y según lo que interpretas, dices bien o mal o a ti que te parece, te parece que bien o te parece que mal o te parece cojonudo y como última alternativa, te queda decir, y ¡a ti que coño te importa!, que la mayoría de las veces, es lo que debías decir, pues más claro, agua..Yo aparento estar muy bien y esa es la verdad, es apariencia en estado puro, pero que os voy a contar, os voy a contar mis penas y mis angustias y... y...y una mierda pinchada a un palo, yo tengo mi orgullo, mi orgullo que a veces, me da pena y en otras, me llena de valentía, pero pobre orgullo mío, pobre orgullo... está el pobre sólo y bien jodido
.





