
Bueno aquí en ésta Isla, se acaba de inagurar el otoño, el otoño real. Mejor dicho empezó ayer y todo apunto que ya se enfila por fin ésta estación y ¡manda carallo!, estamos a 15 de Noviembre, menuda fecha para empezar el otoño. Todo se va retrasando, las estaciones, la salida de la crisis y el repunte económico y las mejoras sociales, ya no digamos, eso como es lo último que a los políticos les preocupa, pues figuraros, quizá yo ya no lo vea, pues a éste paso esto va para el 2050 y yo de aquellas ya estaré criando una buena mata de malvas o eso espero, que sea buena.
De todas formas yo soy de la opinión que los logros sociales ya nunca volverán a ser los mismos que tuvimos anteriormente, los de ahora son fácilmente mejorables, pues hemos tocado fondo del fondo y entonces, por poco que se haga siempre hay margen de mejora. Pero insisto, los que tuvimos hace no tantos años, esos no volverán ni en los mejores sueños. A no ser, a no ser, que esto de alguna forma pete y así demos un vuelco a esto.

Ojalá petara todo, pues ello significaría que nos hemos rebelado y éste es un pensamiento a tener en cuenta y no porque lo vea fácil de realizar, sino porque es el pensamiento que nos queda, digamos, es el pensamiento que nos sirve de consuelo.El pensamiento que nos queda a todos los que no estamos conformes con éste tipo de sociedad. Fácil no está, pues más caña de la que nos meten ahora y no saltamos como resortes, pues eso, que ahora están las condiciones óptimas para que todo explote y no pasa nada o casi nada o pasa muy poco, vamos, es demasiado poco para que esto cambie de rumbo.
Quizá y siempre quizá, puede que esto salte cuando uno menos lo piensa, pues eso históricamente ha pasado más veces, que se dan las condiciones idóneas y no pasa nada y después por un acto insignificante, estalla todo. La mecha, falta la mecha, la mecha que prenda fuego y que a su vez haga que todo explote. La mecha puede ser cualquier cosa y a lo mejor no lo produce un hecho aislado, aunque lo parezca, pues siempre se da o aparece después de períodos largos de miseria y de grandes pérdidas sociales.Yo mientras se busca la mecha, sigo aquí atento y siempre dispuesto, pero...,pero..., pero falta la mecha