¿DERECHOS?

Es cierto que somos personas y personas de principios o deberíamos serlo y la pregunta que me hago es que ¿hasta cuando uno permite que le pisen sus principios?. Bueno supongo que para empezar hay principios y principios o sea que hay algunos, que no lo son tanto y con estos últimos quizá se pueda  ser más flexible, pero con los otros, los que son verdaderos principios, esos deben ser intocables.

Y a mi y ahora me acaban de pisar uno de esos principios, mejor dicho ésta fue la última gota que colmó el vaso. Y hablo a nivel laboral o de curre. Y digo yo, ya está bien de está cruzada que están haciendo los Peperos, nos recortan los sueldos, nos cuecen a impuestos y siegan derechos laborales a ritmo frenético. Y yo digo ¡basta!, basta ya de querer hacernos siervos y esclavos. Y estoy harto de dar el mismo discurso a mis compañeros, ¡joder! que nos rebelemos YA y que presentemos batalla. Ya llevo dos años predicando en el desierto.

No sé, pues aún así  y tal como soy, un ser utópico y hasta la médula, sé que convocaré otra reunión y a ver si de ésta vez les hierve la sangre de una puta vez a mis compañeros, porque sino los hierve con ésta nueva vuelta de tuerca por parte de nuestros jefes, pues nada, que os juro que me retiro a un monasterio budista a hacer meditación profunda sobre la vida de la hormiga. Qué a estas alturas no sé si me ofrecen más confianza las hormigas que la confianza que tengo en mis compañeros. Espero equivocarme y estar desacertado, pues sigo confiando en la especie humana.

Bueno yo nací para disfrutar, creo que como todos, pero parte de ese disfrute forma parte de la lucha. La lucha me enaltece y me suelta la adrenalina, la lucha es parte de mi vida y ya me callé muchas veces y durante mucho tiempo, como para seguir mudo el resto de mis días. La lucha te despeja la mente y también te hace ver el terreno que pisas, quién es tu verdadero compañero y quién es un aliado del enemigo. Y digo enemigo y muy consciente de ello, hace ya tiempo que los perros que nos dirigen ya nos mostraron sus dientes de acero y sus collares de púas. Así que a calentar motores y ya os contaré en que acaba esto, pero tampoco esperéis demasiado, yo no lo espero. Pero ya sabéis las cabras tiran al monte...y yo sin luchar me muero.



SENTIMIENTO (Poema)

Siento frío por no verte,
y más por no tenerte,
las venas son horchata congelada,
y mi cuerpo es un témpano de hielo,
y mi alma, ay!! mi alma,
es lo único que me queda vivo,
 es un hierro candente,
y es la caldera que me mantiene vivo.

Pena, pena, pena,
pena de que el fuego se apague,
y de que todo se haga ceniza,
pena de todo,
pena de noche, pena de día,
pena de penitente arrepentido,
pena que pena entre almas gemelas,
y esa pena la tengo clavada en el centro de mi espalda,
 y yo sé que tengo que penar con ella,
y quiera o no quiera,
 ella es mi pena,
y es mi pena, y es mi pena maldita.

¿Me arrepiento de algo?, puede,
sino fuera así, no sufriría,
seguiría volando de punto a punto
y de continente en continente,
y sin miedo y sin alas,
libre como el primer día de mi vida,
y salvaje y voraz de sentimientos,
sería un devorador de palabras bonitas,
y un arquitecto de agujeros negros,
ni las bombas más dañinas,
ni la metralla de las granadas,
harían daño más allá de mi superficie,
por dentro seguiría igual de incandescente,
y me convertiría en el amo,
en el puto amo del reino,
del reino
que se llama, ¡SENTIMIENTO!.




¿SE NACE O SE HACE?

Por mucho que me cueste reconocerlo, nosotros ya nacemos predeterminados y me refiero al carácter. Me cuesta reconocerlo porque siempre tuve la idea que el carácter se forja más por la educación recibida y por el ambiente que en que te has criado, que también están e influyen y mucho, pero no determinan el carácter de cada uno.

Porque sino no se explicaría que haya personas que nacieron y vivieron en un ambiente agresivo y de malos tratos y después sean personas afables y tranquilas, aunque siempre les queda el gusanillo de si algún día no se le despertará la bestia que llevan dentro y acabarán siendo como el padre o la madre. Y lo mismo pasa al revés. Entonces hay algo más profundo que marca el carácter de uno.

Hay algunos que nacen sedados y de adultos siguen con su sedación y no les importa en exceso el que no se esté de acuerdo, ni están hechos para confrontaciones ni para mantener sus opiniones y si ven que hay discrepancias no insisten en sus argumentos, simplemente pasan y siguen a su rollo. Y puede ser por dos cosas, una que se quedaran con la placidez que da el líquido amniótico y por tanto están a gusto con su forma de ser y punto. Y también puede que la madre le atizara demasiado a los tranquilizantes y éste tipo de sedación ya es otra cosa, es empanada mental.

Hay otros que nacieron peleones y entre los que me incluyo y eso no significa estar cabreados todo el día, sólo que el gatillo se dispara más fácilmente. Y digo que me incluyo, pues después de analizarme en las tres dimensiones he llegado a esa conclusión. Mi entorno ha influido y mucho, mi infancia fue de excesiva agresividad, pero aún así estoy seguro que si me llego a criar en un ambiente plácido y tranquilo, también sería peleón o agresivo. Aunque aquí matizo que no necesariamente ser peleón incluya ser agresivo o sea que puedes ser peleón sin ser agresivo.

Pero en mi caso van incluidos ambos conceptos y es que además no sé muy bien si a veces no me busco motivos para poder dar rienda suelta a mi agresividad latente. No siempre, desde luego, pero algunas veces si lo pienso. Es como el que nace sedado y que busca alternativas vitales que le ayuden a desarrollar su lado de sedación y se va a sitios tranquilos y donde reine la paz y la tranquilidad. Pues un agresivo hace lo mismo, busca sitios o situaciones donde es más fácil que pueda saltar la chispa.

También los hay que nacen felices o tristes o foribundos con el mundo. Al feliz y al triste de nacimiento, más vale de darles de comer aparte, pues son como dos vegetales que viven sólo en su mundo rodeados de flores o de sauces llorones. Y al foribundo o cabreado permanente, es mejor matarlo de chiquitito y antes de que aprenda a usar palos o armas arrojadizas, porque sino te matará a ti y a base de disgustos o de palos, depende de lo que tenga más a mano o de las dos cosas..

Por último, los hay que nacen  resentidos y estos no nacen de cara al mundo, nacen del revés y hacia dentro y por eso su visión de la vida es la de una cueva y sin salida. Y en esa cueva oyen voces y ecos y todas hablan sobre él, porque en el fondo un resentido se cree el ombligo del mundo. A estos es mejor cerrarles la cueva a cal y canto y asunto solucionado.

Queda un surtidillo variopinto, donde se mezclan los que nacen emperadores por sus cojones o princesas por su delicadeza y por supuesto los que nacen descerebrados y que abundan demasiado y mirar si abundan, que aquí en España tenemos a un Gobierno lleno de ellos, pero que quede clara una cosita, ellos están ahí porque hay millones de descerebrados que les han votado. Aquí nadie se va de rositas. ¡Qué quede claro!

SÁBADO

Sábado, primer sábado después de mi cumpleaños que fue el día 5 de febrero y ese día el mundo tuvo la mala suerte de saber que en una esquin...