TRAFICANTES DEL TIEMPO (Irene Vallejo)

 

TRAFICANTES DEL TIEMPO (Irene Vallejo)

«Igual que tú, el niño siente la impaciencia del deseo —lo quiero ya—, pero no puede comprender la razón de la prisa. Para qué sirve la rapidez, cuando el placer consiste en entretenerse, remolonear y ser lentos. Qué inexplicables le parecen vuestras bruscas urgencias, los espabila, los venga vamos, los así no llegaremos nunca. Experto en demoras, se recrea en cada juego, en el peldaño de cada escalera, en cada excursión, como una historia interminable. Tu hijo intuye que el amor exige prodigalidad temporal. Si quieres a alguien, le das tu sosiego, tu desaceleración, tu olvido de los relojes.
Sin embargo, tu pequeño sibarita tiene serios competidores: cada instante, los dispositivos digitales y sus voraces pantallas batallan por secuestrar nuestras horas. Los gigantes tecnológicos codician miradas absortas para subastarlas en un frenético mercado de la atención. Las aplicaciones y las redes sociales son gratuitas solo en apariencia. No pagamos por ellas porque el producto es en realidad otro: nuestro tiempo. Hechizados por imágenes palpitantes y estímulos adictivos, regalamos información sobre nuestros gustos, movimientos, opiniones, miserias y sueños. Cuanto más, mejor: alimentamos bancos de minutos y bases de datos que las empresas venderán al mejor postor y que retornarán en forma de publicidad y propaganda personalizadas. Somos nosotros quienes estamos en venta.
En los años setenta, antes de la expansión de Internet y los primeros móviles, un autor de literatura infantil, Michael Ende, escribió una fábula visionaria sobre el saqueo de nuestro tesoro temporal. Los habitantes de una gran ciudad empiezan a recibir la visita de unos misteriosos hombres vestidos de gris, agentes de la Caja de Ahorros del Tiempo. Estos persuasivos recién llegados prometen suculentos intereses a la gente que deposite en su banco las horas ahorradas cada día: en lugar de media hora, dedique un cuarto de hora a cada cliente; reduzca el contacto cotidiano con su anciana madre a unas breves palabras; mejor aún, alójela en un buen asilo, pero barato, donde cuidarán de ella; no pierda ni una fracción de sus preciosos días en cantar, leer o en compañía de sus amigos. Los traficantes de tiempo van conquistando calladamente la sociedad, sin ninguna resistencia. La ansiedad, la urgencia y una prisa obsesiva se apoderan de la gente, que sigue ciegamente los consejos de los trajeados hombres grises tomándolos por decisiones propias. “Un negocio difícil, sangrarles el tiempo a los hombres, segundo a segundo. Nosotros nos lo quedamos, lo necesitamos, lo ansiamos. No sabéis lo que significa vuestro tiempo. Pero nosotros lo sabemos y os lo chupamos hasta la piel. Y necesitamos más, cada vez más”. Solo Momo, una niña huérfana que vive entre las ruinas de un anfiteatro romano, y la mágica tortuga Casiopea consiguen desenmascarar y derrotar a los grises banqueros que aspiran el humo de instantes usurpados.
Frente a nuestro empeño en digitalizar la educación, los gurús informáticos de Silicon Valley están criando a sus hijos sin pantallas. En los carísimos colegios privados de la meca tecnológica, los niños hacen sus cuentas con lápiz, cuartillas y arcaicas pizarras provistas de tizas de colores. Algo huele a podrido en California, cuando los propios cocineros prohíben a su familia saborear el mismo plato que nos ofrecen.
En la mitología clásica existió una divinidad llamada Momo, como la niña de Ende. La legendaria Momo encarnaba la burla irreverente hacia todos, incluso contra los habitantes del Olimpo: opinaba con ironía que la creación de los seres humanos estaba sobrevalorada. A su juicio, los dioses deberían haber previsto una pequeña puerta en el pecho que permitiera vigilar nuestras verdaderas ideas y sentimientos sinceros. No imaginaba que, algunos milenios más tarde, regalaríamos con ligereza datos vitales sobre nuestra salud, nuestras ideas políticas y nuestros secretos, auténticas semillas de control. Hoy, esa portezuela que soñó Momo existe, y ciertas empresas la abren para hurtarnos el tiempo y la intimidad con la ganzúa de nuestras horas cautivas».

"ESTAMOS DISTRAÍDOS" (Roberto Fontanarrosa)

 

"ESTAMOS DISTRAÍDOS"

Mi amiga Colette solía decir, y hace ya mucho tiempo, 'Estamos entrando en la edad del nunca me había pasado'...
Y es así.
Decimos: 'Es curioso. Nunca me había pasado, me agaché a recoger un tenedor y se me trabaron cuatro vértebras de la columna.
Escuchamos: 'Es notable. Nunca me había pasado. Mordí un caramelo de limón y un premolar se me partió en ocho pedazos.
Es que, así como se habla de un Primer Mundo y de un Tercero sin que nadie conozca a ciencia cierta cual es el Segundo, nosotros hemos pasado de la Primera Edad a la Tercera sin recalar por la Segunda y el cuerpo acusa recibo de tal apresuramiento.
El tiempo mismo, incluso, ha tomado una consistencia gelatinosa, plástica, mutante.
Calculamos: - 'Cuánto hace que se mudó Ricardo a su nueva casa?'.
Y arriesgamos: - 'Tres, cuatro años'. Hasta que alguien, conocedor,
nos saca de la duda: 'Catorce'.
Suponemos ante el amigo encontrado ocasionalmente en la calle: -'Tu pibe debe andar por los seis, siete años'.
- 'Tiene diecinueve - nos contesta el amigo
- Vení Tacho!'. Y nos presenta a una bestia de un metro ochenta, pelo verde, un clavo miguelito clavado en la ceja y un cardumen de granos sulfurosos en la mejilla.
Se corrobora entonces aquello que, dicen, decía John Lennon: 'El tiempo es algo que pasa mientras nosotros estamos distraídos haciendo otra cosa'. Y suerte que estamos distraídos haciendo otra cosa. Mucho peor es aburrirse.
Es dulce rememorar ciertos momentos, pero más me entusiasma pensar en las cosas que tengo para hacer. Es que muchos de esos ciertos momentos son muy viejos.
Y por lo tanto vale recordar el consejo dado por Javier Villafañe cuando alguien le preguntó cómo hacía para conservarse tan joven pasados los ochenta años. - 'No me junto con viejos', respondió el maestro.
Yo quiero agregar lo que un día dijo Jean Louis Barrault, famoso mimo francés: 'La edad madura es aquella en la que todavía se es joven, pero con mucho más esfuerzo'.

LA SOLEDAD (Séneca)

"La soledad no es estar solo, es estar vacío".

 

Gloria Fuertes.

 

"La patria no es una bandera, ni una pistola, la patria es un niño que nos mira."

SIEMPRE PASA LO MISMO


Siempre pasa lo mismo y ya fueron varias veces que le dan el premio Nobel a un chorizo y me refiero a el que hasta hace poco fue el primer ministro de Egipto y por tanto el Nobel de la paz apoyó un golpe de estado. No sólo él, también Europa y los EEUU de América con Obama al frente apoyaron el golpe de estado, ¡qué bonito es ver el mundo de esa manera!. Vamos que hoy eres mi amigo y mi aliado y hagas lo que hagas y aunque se sepa o se suponga que tu postura es oportunista, te doy en recompensa un premio nobel. Y eso es lo que pasa con el oportunismo, que hoy estoy contigo y mañana soy tu enemigo. Claro que esto que digo no sólo pasa con algunos personajes, pasa también con los países o mejor dicho con los que los gobiernan. Y me viene a la memoria el caso de Afganistán por llamativo y contradictorio.

Resulta que cuando fue un territorio invadido por los rusos, la principal oposición a ellos la formaban los Talibanes o su germen en aquel momento. Van los yanquis y rearman a estos y todo por joder a la madre Rusia y al final consiguen las afganos independizarse, bueno después de miles y miles de muertos y de quedar el pais arrasado. Entonces cogen el mando del gobierno los que tuvieron más fuerza y estaban mejor organizados y estos eran los talibanes. Después vino el 11 S y los yanquis decidieron, con razón o sin razón pero eso decidieron, liquidar a los Talibanes. Y entonces pasó lo que pasó, que se vieron las caras en la guerra y los dos bandos usando el mismo tipo de armas, pues todas eran yanquis, ¡qué cosas tiene la vida!.
Y si sólo pasara una vez, pero fueron tantas veces el que hoy estoy contigo y mañana soy tu enemigo y todo por salir del embrollo en que se habían metido inicialmente o sea en la boca del lobo, digamos. A ver quién no recuerda, que los talibanes eran los mayores asesinos de la tierra, según la palabra de los yanquis y de posible solución diplomática nada de nada y que sólo valía liquidarlos a todos. Y que pasó después, pues pasó que ahora están los yanquis negociando con ellos. Como veis todo esto es un juego, un juego para ellos, para los estrategas de las guerras, para nosotros es muy distinto, la guerra significa la muerte de miles de persona y las que quedan vivas, abrazan la miseria. Pero nosotros no pintamos nada, somos esa mayoría silenciosa del que habla el PP y es una forma de decirlo finamente, porque en el fondo lo que nos están llamando, es que somos un rebaño de ovejas, obedientes y sumisas. Pero menos mal que siempre quedan algunas ovejas negras (y entre ellas me incluyo).

SEPTIEMBRE

Ahora me acuerdo de cuando el mes de Septiembre era un mes precioso de necesidad. Era cuando se daba por finiquitado el caluroso verano y el sentir como poco a poco y al lento paso de los días de Septiembre, nos iba envolviendo la mano húmeda del dulce otoño. Volvía la adorable lluvia después de un seco y siempre agresivo verano. Eran Septiembres de vendimias y siempre me acompañará ese olor a uva fermentada de la vendimia y el intenso olor de la tierra mojada. Yo tengo un hermoso jardín lleno de olores, algunos son olores ancestrales cosechados hace mucho tiempo (infancia, niñez, pubertad), otros son más recientes en el tiempo (estudiante, adulto y pasado de rosca) y por fin, otros son actuales y a los que intento, darles forma y contenido con plantas y flores aromáticas (los aromas me inundan de recuerdos y de los más bellos momentos). Y digo, lo intento y porque no siempre consigo. Yo guardo en mi empobrecida memoria de viejo ya medio caduco, el olor a la Naftalina en forma de pequeñas bolas escondidas en los cajones de mi infancia. De vez en cuando me viene un agradable olor a Hierba Luisa que me encandila mi Pituitaria. O a Manzanilla. O a café de pota. Y en los Septiembres me penetra ese olor a tierra mojada y a uva fermentada, aparte del suave aroma de la paja humedecida en los pajares y a maíz recién cortado y a punto de ser desmigado.

Septiembre también es mes de grandes y profundas mareas vivas y todo el mar subía más que nunca y todo el mar bajaba hasta dejar la playa casi desnuda. Claro que ahora vivo rodeado de mar Mediterráneo y el bajar y el subir de las mareas, es mínimo y hasta a veces pienso que es, ridículo. Yo quiero morir mirando al Océano Atlántico (me gustaría) e ir poco a poco apagando mis cansados ojos al mismo tiempo que iría bajando la marea y el momento más sublime de mi muerte coincidiría con el máximo punto de bajada. Bueno también, querría sonidos naturales y que se escuchara al mar en su batir de olas y al viento, levantar arena y espuma. Y en esa cadencia casi perfecta y casi sublime, ir apagando mis velas vitales. En mi tierra gallega se prefiere morir como sea (supongo que siempre será lo mejor posible), pero que te entierren mirando al mar. Es decir, lo que realmente importa a mis paisanos, es que los entierren mirando al mar. Y yo como no creo en la vida después de la muerte, pues pido y ruego que cuando esté en mis últimos estertores, que alguien me acerque hasta mi Océano Atlántico y que allí me deje morir en paz.

Mi visión del mundo y de las cosas la quiero tener y retener antes de picar billete para el otro barrio. Después de muerto, me da igual que me incineren, que me entierren o que me den por el culo. Quién sabe, a lo mejor al otro lado se encuentra la felicidad ideal. Pero yo expongo mis dudas al respeto, pues yo creo que si hemos tenido momentos felices, esos son los que tenemos que retener y nuca olvidar. Y yo nunca fui más feliz en mi vida, que cuando viví en mi tierna y a veces sufrida infancia, pegado al Océano Atlántico y todas las noches escuchaba su maravilloso concierto de olas y no puedo olvidar, todas las ganas acumuladas que me entraban de ponerme a volar. Y por supuesto, que nadie se olvide de ponerme delante los colores otoñales de Septiembre: el sol tangencial dando en mi cara (color ocre con hermosas sombras oscuras otoñales). Las hojas entre verdes y marrones. El mar azul pero mucho más oscuro que en verano. La lluvia en los charcos. El suave gris del cielo. Los reflejos en la arena mojada de la playa. La luz lejana de aquél faro. El cielo pintado de estrellas fugaces. La luna de septiembre, más hermosa que nunca. Y yo de pie y apoyado en mi ventana y percibiendo cada sonido del viento.

PRIORIDADES


Mi primera prioridad debería ser cambiar el mundo. En realidad, lo es...pero hay días en que esa prioridad se hace tan difícil y requiere tanto esfuerzo y sacrificio, que al final me busco una más cómoda y entonces decido cambiar mi vida. Cosa que tampoco resulta tan fácil, pero más fácil que la anterior, sí que es. Claro que si queremos seguir rizando el rizo, seguro que llega un momento en que me tendré que decir, que mientras he ido cambiando mi puta vida, me he dado cuenta de que si no cambio el mundo no podré avanzar hacia donde yo quiero dirigirme. Pero bueno, hasta que uno llegue hasta eso, faltan carros y carretas. Lo que quiero decir, es que uno no puede aplazar sus cambios y en aras de lo que hagan los demás y el mundo entero. Antes, hay tanto camino por recorrer y hay tanta mierda que recoger y transformar y almacenar y seleccionar y filtrar y diferenciar y por supuesto...decidir. El tema no es ir creando santa santorum y ejemplos emblemáticos de santidad, primero porque no los hay y segundo, no se trata de ir idealizándolo todo y pontificando y casi adorando a alguien porque lo haga mejor que tú. Y si lo hace mejor que yo, yo me alegro un huevo y la yema del otro, pero hasta ahí es hasta donde llego y es hasta ahí donde tengo prohibido pasar. A partir de ahí leo un cartel que pone, cuidado con los explosivos y con los desprendimientos de moral. Es decir, a partir de ahí, no me creo nada de la película.
Yo valoro o esa intento valorar, el lado humano de las personas y no el lado divino o fantasmagórico, Mi única devoción es valorar el lado humano de la vida y de las personas. Yo prefiero a un tío humano y con todos sus fallos...que al don perfecto en todo pero carente de alma y de fallos humanos. La perfección se la dejo a los don perfectos o a esos engreídos que te miran por encima del hombro, que te saludan como si tú fueras una puta mosca cojonera, que te hablan sin mirarte a los ojos, que te desprecian por tu forma de ser y de estar, que te miran bajo la lupa de sentirse por encima de todos, que si por ellos fuera te pisarían la cabeza con su puta bota de niño bien y facha. Ahora bien, la perfección se la dejaría a ellos, pero previamente marcaría el terreno: por un lado, tenemos a los perfeccionistas clasistas y por el otro, tenemos a los demás humanos y en el medio y en el puto medio, habría un muro tan alto...tan alto...que llegaría a tocar el cielo.
O bueno y a lo mejor resulta que hay algunos que piensan que debemos vivir sin barreras y muros. Pues yo no y a joderse toca. Yo quiero a esos chulos de mierda al otro lado del muro y con vigilancia en los muros día y noche. Que ellos no pasen, que no se mezclen con nosotros, que no incordien, que no vengan y nos exploten...que sigan jugando al golf todos los días y que vayan de caza los fines de semana. Que los domingos vayan a misa y que se confiesen diciendo mentiras y que después, se den por el culo en su puta comunión. Que un día a la semana se lo dediquen a la tauromaquia. O que vayan a jugar a la guerra, pero que sean ellos los que estén en el frente y metidos en la puta trinchera...

DOMINGO (De hace 2 años)

Domingo 8 de septiembre. Domingo como toca, fiestas en el pueblo de al lado, en consecuencia éste pueblo (el de aquí, el mío) se ha quedado casi vacío del todo. Las campanas de la iglesia sonando todas locas y debe ser porque muy poca gente acude a su reclamo de trompeta. La gente habla bajito y no sé porqué. Hace calor pero ya no es la bestialidad del calor de agosto. Acabo de volver de desayunar y todo lo encuentro como demasiado quieto. Hay momentos así, momentos en donde todo va a cámara lenta y es cuando te preguntas ¿en qué dimensión estoy viviendo?. Pero bueno, viene por la calle un capullo en moto y a toda ostia y con el tubo de escape que más bien parece que lleva incorporado el Órgano de la iglesia y te destroza toda esa especie de paz interior, que tanto nos gusta. Y vuelta a empezar de nuevo y venga a recomponer el anterior decorado, la botella de agua estaba en ésta esquina, el móvil estaba en modo silencioso en medio de la mesa, la tele estaba apagada, la ventana sigue abierta y por ella penetran escasos sonidos, algunos imperceptibles y otros en cambio, ruidosos a más no poder. Y es que otra moto con tubo de escape a todo volumen, acaba de pasar. Y ya lo voy a dejar y voy a pasar al plan B de mi película. Y a partir de ahora me van a importar un pito los ruidos, es más ahora reclamo ruidos ensordecedores que atronen y sacudan mis viejos y patéticos sentidos.

Domingo dominguete y para cuadrar la rima... y que te den por el culete. Los domingos de mi infancia, eran domingos de misa por la mañana. Y por supuesto eran los días de ponerse las mejores galas y de lucir todo lo estrenado. Me acuerdo de mi polo gris de tela fina y tacto agradable, que sólo me ponía los domingos y porque así estaba estipulado por mi madre (y lo que decía mi madre, iba directamente a misa). Domingos, misa y después venía lo mejor de todo el día, los aperitivos, que en mi tierra gallega eran más que abundantes y sabrosos. Y aquellos ricos Berberechos o aquella preciosa nécora o aquella tapa de pulpo con cachelos que era para comerse los dedos. Aparte que los mayores o sea mis padres y sus variopintas amistades, se ponían tibios de vino y bueno, hasta el más antipático se ponía graciosillo. Otros en cambio, los menos, se ponían pesados y empalagosos y porque se habían pasado de dosis o porque el vino les ayudaba a descubrir como en realidad eran. También había el puto tocón de los cojones, que te pasaba su pezuña toda pringosa por la cabeza y después, de tocarse sus asquerosos huevos.

Estaba muy claro que el Domingo estaba partido por dos partes. La mañana que era grandiosa y espléndida y la tarde era triste y casi lagrimosa. Por la mañana te desbordaba el optimismo y todo te parecía fútil y pequeño, en cambio por la tarde te caían los huevos al suelo y porque poco a poco se aproximaba la hora del lunes lunero. Mañana cole, te decías. Era como ver al Domingo desde la trastienda y viéndole el culo a los actores. Yo llevaba fatal lo de los Domingos por la tarde y no sé... y me entraban unas ganas enormes de desaparecer para siempre. Pero nunca lo conseguí del todo. En cambio y años más tarde, le encontré el gusto a la tarde del Domingo y porque me enamoré de su aire melancólico y de su inmensa paz de día de lluvia. Me gustó su enorme vacío y su quietud con ese aire a decadente de vieja canción. El Domingo por la tarde, me suena a "fado" portugués cantado por ejemplo, en una calle siempre mojada (porque tiene que llover, sino no vale) y con su aroma a piedra mojada y en mi hermoso Santiago de Compostela...pues Santiago para mí es el culmen de lo entrañable y decadente. Y que más podría decir: que sí....que me moriría en mi querido Santiago de Compostela y con vistas a la alameda y a una vieja carballeira (me da igual cual sea).

EL PÚLPITO

Como decía el otro: yo ya no pierdo el tiempo en boludeces. Porque a éstas alturas de la película, ¿quién comulga con ruedas de molinos?. A lo mejor con eso comulga el Papa. Menudo discursito el del Papa, un discurso que suena muy bien, como muy cercano y próximo al pueblo y hasta critica el funcionamiento de la economía de mercado y por tanto critica las desigualdades sociales y la que hay entre los países del mundo. El discurso suena bien, pero a mi ese sonido me escama, me recuerda a otros señores que nos hablaron desde el mismo púlpito, el que sólo está reservado a los poderosos. Me recuerda a Obama y su promesas electorales, me recuerda a Chávez en sus principios, a Evo Morales, a Daniel Ortega, a Hollande, A Fidel Castro y algunos más y que ahora no me acuerdo. Menciono sólo a los de izquierdas, porque de los de derechas ya ni hablo.
Todos nos hablaron desde el mismo púlpito, ese que está por encima de nuestras cabezas y desde el que prometieron miles de cosas, cosas que en principio sonaron bien y que poco a poco se fueron diluyendo y que después retomaron en la siguientes elecciones y de nuevo se repitió toda la película. El Papa ahora no depende de unas elecciones, el Papa ya las tuvo y ¿quienés tuvieron derecho al voto?, pues los mismos que apoyaron al Papa fascista anterior, al mismo libertador de curas y obispos pederastas y ese fue su principal mérito, perdonarles la vida. Y el actual, no es lo mismo pero parecido, el tío sabe que hay que ganarse a la peña, sino se quedan sin tribu y entonces se adorna de un lenguaje filibustero y pseudo progresista.
¿Me lo creo o no me lo creo?, me creo sus bonitas palabras y me hago más papista que el papa o sigo desconfiando y simplemente espero. Yo me pronuncio por lo segundo, por la desconfianza, y siendo redundante por la desconfianza que me da un Papa que dice ser progresisita y lo eligieron los más fachas de la tierra. Y bueno puestos a rizar el rizo, yo empezaré a creerme algo, cuando él empieze el desmantelamiento de su propio tinglado, cuando vea que no existe el banco vaticano, cuando vea en la cárcel a todos los curas pederastas, cuando vea que deja el vaticano y se va a vivir a una chavola, cuando la Iglesia cotice al Estado y cuando dejen sus privilegios de lado. ¿Es mucho pedir?, pues supongo que sí, pero es pedir mucho más que yo me crea lo que nos cuenta.
Algunos hay que tragaron el anzuelo y ahora van predicando en arameo, después y no dentro de mucho, nos dirán que el Papa hizo todo lo posible y que los verdaderos culpables son los poderes fácticos de la Iglesia o sea los que lo eligieron. Y yo pregunto, ¿no suena más a maniobra, no suena más vamos a darnos un lavado de cara y nosotros seguimos y nos quedamos igual, igual que estábamos?. Para creer lo que el Papa dice, primero que limpie su sacrosanta casa y después ya hablaremos....porque a lo mejor de aquellas, ya cambió su discurso. O sea que no me lo creo, hasta que lo vea.

OTOÑO...

Yo soy más de Invierno, mejor dicho soy más Otoñal que otra cosa y porque llegado el otoño (del cual solamente llevamos un día) poco a poco va cambiando mi filosofía vital y si ya antes era un ser solitario, pues ahora es como si viviera en una isla desierta. Del Otoño me gusta todo o casi todo. Me gustan sus olores a tierra mojada o a tierra húmeda y además, me encanta como se viste con esa inmensa variedad de musgos, de setas y de helechos y para que hablar de sus colores...sus colores son hechos por los dioses, esa marrón suave y tierno, ese amarillo pajizo, ese verde oliva recién mojado, ese azul cielo o ese gris amenazante.- Y además, llueve o suele llover y todo se limpia y hasta mi alma se limpia de malos pensamientos, aunque es verdad que algunos no se le limpia ni lloviendo lejía, pero por suerte y de momento, entran dentro de las excepciones o casos raros.
Me gusta el calor de mi estufa de leña y su aroma a madera quemada y hay quien dice que el inconveniente que tienen las chimeneas y estufas de leña es que la leña ensucia. Y yo les digo, que si se ensucia habrá que limpiarla y porque no hay mejor calor en el mundo, no hay calor más entrañable y confortable. En otoño mis dos grandes ilusiones son:
- Encender la estufa de leña.
- Ir a por setas.
- Y podía añadir un tercer deseo: escribir con su tenue luz.
Creo que yo me haría de la secta del otoño perpetuo o bueno y para no pasarse dos o tres pueblos, erradicaría de la faz de la tierra al Verano y simplemente se lo añadiría al Otoño y por tanto serían 6 largos meses de Otoño y los otros 6 se los dejaría al Invierno y a la Primavera. Yo, a éstas alturas de mi vida, no puedo con el Sol y sus ardentías y sudores, vamos a ver...yo puedo con el Sol cuando está suave y tierno, cuando te acaricia con sus dedos templados la piel. Y cada año que pasa me es más difícil de aguantar su calor veraniego y pegajoso. Y quién sabe y quién sabe si dentro de 3 o 4 años, uno será capaz de reproducir con una impresora 3D las estaciones que uno quiere y así meto en la impresora algunas setas, un poco de musgo verde y amarillo, unas cuantas hojas secas y marrones, unos trocitos de leña (no muchos, no vaya a ser que se jopda la impresora) y ¡zasca! y ya tenemos un lindo y maravilloso Otoño.

PEQUEÑAS REFLEXIONES

 

Si me dieran a elegir un superpoder, pediría tener la capacidad de rebobinar y al mismo tiempo, de avanzar en mi vida y como si el todo fuera una película sin fin que conectara el antes, el ahora y el después, con una fluidez bestial y alucinada. Que pasen en dos minutos, todas las diapositivas que necesite para llegar al destino que sea, cualquiera que sea ese destino. No tener que sufrir el esfuerzo diario de revivir todos los recuerdos y que me quede estancado en alguno de ellos y por la razón que sea y que por desgracia, sueles ser dolorosa. Yo quería volver atrás y seguir aprendiendo sin más sufrimiento. Avanzar y ver los créditos que conseguirás al final y ver quiénes son los nombres de los protagonistas que te rodearán antes de abrir la puerta del más allá. Pararme un segundo, a escuchar una banda sonora que flote en el aire, ver si el suelo hace juego con las cortinas del salón de casa (aunque ello me importe una mierda) y ver si el tono es el correcto o no lo es y porque no todo tiene que cuadrar como uno previamente lo tenía pensado.

Y si todo tuviera que cuadrar, entonces se acabaría perdiendo la chispa que nos estimula como seres vivos. La vida pasada es bonita, porque lo fue en muchos momentos y además, porque no va a volver a ser así de bonita (será distinta y punto). La vida futura es bonita porque no sabes cómo va a ser, pero a veces, se supone. La vida presente, es bonita y porque cada segundo de vida que pase es estar más cerca del objetivo final, la cima la tendremos cada vez más cerca y desde allí tendremos las mejores vistas que podamos imaginar. Hoy me siento más positivista que nunca, aunque tengo que reconocer que me siento más perdido que nunca.

ÁREA DE PRUEBAS ATÓMICAS DE NEVADA


Hoy es lunes y día 23 de septiembre. ¿Y que pasó un 23 de septiembre?. pues dice la wikipedia que entre otras cosas pasaron éstas:
1957: en el área de pruebas atómicas de Nevada (a unos 100 km al noroeste de la ciudad de Las Vegas), a las 4:29 (hora local), Estados Unidos detona sobre una torre de hierro de 150 metros de altura su bomba atómica Whitney, de 19 kilotones. (En comparación, la bomba de Hiroshima fue de 13 kilotones). Es la bomba n.º 115 de las 1132 que Estados Unidos detonó entre 1945 y 1992.
Si la tierra está agujereada como un queso de gruyère... ahora, ya sabemos porqué. Nada menos que EEUU detonó 1.132 bombas atómicas en menos de 50 años. Y esas son las que nos cuentan y porque siempre nos ocultaron y nos ocultan pruebas y datos. No es que yo esté descubriendo algo nuevo. Digamos que casi todo está descubierto, pero me temo que ese casi es como el burro con la zanahoria, que cuando piensa que está llegando a ella, se da cuenta, que tendrá que volver a empezar. Hay que ser conscientes de que vivimos en un mundo de mierda y en donde nosotros somos paja de relleno y donde hay cuatro que tienen el puto mando y ordeno y hazlo o sino te mato o te monto un pollo o una guerra mundial de cuatro quilates y esos los que mueven los hilos de todo el tinglado. Mil y pico bombas atómicas y en menos de 50 años y algunas de 19 kilotones y no me toques los cojones (no pude con la tentación de hacer un pareado) y ya veis que bombazo, pues si se compara con la de Hiroshima (13 kilotones y no me toques los c.......), creo que le supera con creces y le come hasta las babas (atómicas, por supuesto).. El área de pruebas atómicas de Nevada, le llaman y situado a 100 km al noroeste de la ciudad de las Vegas. Yo si viviera en las Vegas (cosa que no ocurre, ni ocurrirá nunca), no dormiría nada tranquilo sabiendo éste dato tan explosivo. A 100 km de mierda. A tiro de piedra. A voy a la otra punta de la Isla y vuelvo.
Después decimos que no nos lo merecemos todo y nos lo merecemos y con creces. Años y años de destrucción masiva y explosiva. Siglos de agresión a la tierra que nos amamanta. Plásticos, fábricas humeantes y contaminantes, coches que parecen chimeneas andantes, bosques en período de extinción. La Amazonia arde. Siberia, también. África por descontado. Europa va en camino. A nuestro alrededor todo se adorna y huele a extinción. Yo también empiezo a oler a extinción, me siento contaminado y asqueado por los cuatro costados y a veces, no soy una bomba atómica de 19 kilotones y no me toques los c....., pero debo andarle muy cerca. La rabia me produce una reacción en cadena muy similar a la que me temo que algún día se producirá en la Tierra. Y yo sólo tengo un par de kilotones...

DÍME ALGO

 

Si de verdad me quieres,
díme algo
algo que no suene a hueco
o que no huela a podrido y a falto de vida,
algo que signifique mucho
algo que sea intenso
y que no sepa a miedo,
ni a perdona,
ni a lo siento...

LA PEQUEÑA HISTORIA DE MI VIDA


La pequeña historia de mi vida, ha sido muy corta. Demasiado corta pero también ha sido demasiado intensa. Y que me quiten lo bailado, pero además, que no me quiten de la memoria todo lo vivido y disfrutado. Sin memoria sería una zanahoria sin sustancia o un palo seco. Digamos que ahora y más nunca necesito tener la memoria fresca y porque cuando más te vas haciendo mayor y los años te empiezan a doblegar el esqueleto y la voluntad, tienes que tirar mucho del carro de la memoria y así vas uniendo historias de antes con las de ahora y porque siempre hay un hilo invisible que lo conecta todo.
Uno aprende y aprende mucho y aunque muchas veces se diga lo contrario. Con el paso del tiempo se aprende y se quiere mejor. Y sobre todo, uno aprende a quererse a él mismo. Esa es mi experiencia. Me castigo menos que antes ante mis fallos y desajustes (me fustigo menos), no vivo tan dentro de la penumbra de la a veces indomable, depresión y si no fuera porque al cuerpo lo noto más carcomido y más desgastado que antes, creo que ahora no sería el tío más feliz de la tierra, pero le andaría cerca. Ahora me quiero como soy, me gusto y me perdono y si tropiezo dos veces en la misma piedra, quitaré esa piedra de mi camino y si no, la evito y punto y pelota. Y lo haré con calma y con la tranquilidad y paciencia que ahora me invade. Mi única prisa, es que no se acabe el día y que nunca se acabe la noche.

HAY...

Hay telarañas en el techo
y en aquél rincón olvidado de la mano del diablo,
que ahora y por lo que sea,
no soy capaz de ver...

Hay marcas de neumáticos en el arcén
y muertos en la cuneta de aquél ayer...

Hay máquinas del tiempo
que miden el destiempo
y las ganas de querer...

Hay horizontes lejanos
y polizontes cercanos.
Hay miedos que se disfrazan de valientes
hay valientes que perdieron el norte antes de vencer
y que aún ahora,
siguen buscando su razón de ser...

Hay días que nacen muertos.
Hay otros que se adivinan vivos aunque nacen heridos,
y hay algunos otros,
que asoman adormilados
entre los brumas del amanecer
y en los que tendría que llover y porque así estaba escrito...
pero no va a llover.
Y hoy tengo ganas de coger el día
y lavarlo con la lluvia de mis deseos...

PANORAMA (2.013)

He tenido que cerrar las contras de la ventana porque entra un sol del carallo y eso que es otoño. No sé pero ahora me vino lo de: "en éste otoño me voy a Logroño detrás de un coño", Ya sé que es simple, pero a veces hay que ser un poco simple, porque sino te saturas de tantas complicaciones. Y hoy es un día de esos, un día en que estoy cansado de comerme el coco y persigo la simpleza de las cosas. Hombre también persigo la luz del final de túnel, como dice el Rajoy, la persigo pero yo no la veo. Yo veo todo esto, más parado que un cementerio, no veo nada, no veo actividad ninguna, ni macroecómica ni microscópica, aquí nada se mueve.
Después nos quejamos. Pero señores, nosotros (yo no me incluyo, porque yo no lo he votado) hemos votado al payaso que tenemos al frente del Gobierno, sí nosotros y nuestros padres y hermanos y amigos, todos pusimos un granito de arena para la mayoría absoluta del PP. O sea que a rasgarse las vestiduras, que vengo yo con mi látigo de cuero y diamantes traídos de Sudáfrica y os pongo la espalda como la cordillera Alpina. Y ahora resulta que hay elecciones en Alemania, por cierto la tierra donde nació el nazismo (un apunte histórico) y gana de nuevo la "muñeca diabólica" y por tercera vez consecutiva, ¡qué quereis que os diga!. Y por un pelo no consiguió mayoría absoluta, esto es para hacerse un harakiri colectivo. Tampoco sería tan difícil, quedamos todos un fin de semana en una granja perdida y sin más preámbulos nos abrimos en canal.
Lo que tenemos nos lo merecemos y eso va para todo dios y ahora sí que me incluyo. Es lo único bueno que tuvo ésta puta crisis, ponernos a todos en su sitio y ahora mismo estamos en él, pues somos pasto de lo que criamos, más o menos como dice el Evangelio. Criamos consumismo, pues toma consumismo, criamos avaricia, pues toma avaricia, criamos envidias, ostentaciones y despilfarros, pues tomar dos tazas. Y yo no voy del palo del PP, de que nosotros somos los culpables, pero que si nos hemos adherido al bacanal del despilfarro y consumismo. Culpables fueron los bancos y las financieras y el capitalismo feroz y del Gobierno y del sistema, en fin, de los culpables de siempre, pero es verdad que nosotros participamos de esa orgía y en parte es lógico, pues a todos nos gusta el sexo y el vicio. Y en esa pequeña pero real medida, si fuímos partícipes.
Y ahora lo de la Ángela Merckel y para rizar más el rizo, sale más triunfante que nunca. A veces dan ganas de mandar todo a la mierda y pasar de todo o meterse a politólogo, que es como un tocólogo, sólo que te aprieta con más fuerza las partes que ya sabemos. Por último y si seguimos la rueda observatoria, nos encontramos con un Berlusconi que sigue sumando un buen puñado de votos y eso sí que ya no me entra y eso que tengo esfinteres amplios y generosos. Y los neonazis del Despertar, creo que así se llaman y me refiero a Grecia, que sacaron unos cuantos escaños. ¿Y eso como se guisa y como se come?. El panorama es desolador, pero es el mismo panorama histórico que siempre se dió con las crisis potentes, y es que en la anterior crisis profunda del capitalismo, salieron las nazis de Hitler a la palestra. O sea que mucho cuidado y tendremos que adelantar las fechas de la revoluvión pendiente, ¿que os parece si empezamos mañana mismo?.

Me queda la palabra ( Blas de Otero)


Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...