¡Que le den a los miedos!
y a todo su séquito de payasos,
hoy ante todo...
actitud positiva y reforzada con titanio,
espíritu constructivo y desafiante,
a la angustia la saco de paseo
y le invito a un gin tonic,
a las palpitaciones las meto en la caseta de perro
y cuando ladren les tiro un hueso
y así van a aprender lo que es el orden natural de las cosas,
pálpito...
ven para aquí
y el pálpito tiene que venir moviendo la cola o rabo,
angustia...
te voy a enseñar a disfrutar
de un paseo al borde del mar
y ahí si que te va a entrar un sudor frío,
pero frío del gusto que te va a dar,
después, acabaremos el recorrido,
sentados y mirando al mar,
yo pensando en mis cosas celestiales
y ella pensando en como trasladarse a otro cuerpo.
Hay instantes que se transforman en momentos,
hay días, como el de hoy,
donde amanecí bajo la lluvia
pero no hay que fiarse de las lluvias de mayo,
detrás de la lluvia se esconde el sol del ardiente verano,
como detrás de ti se ocultaba la noche más oscura.
¿Te hablé de ti?
¿te hablé de mi primera visión e impresión?,
del susto que me llevé al verte,
de como el sol te daba en la cara,
de como tu pelo se mecía por la brisa
de como aquél día no estaba en mi diario,
de que antes de ese día... había sido antes
y que después... ya sería tarde,
pero eso vendría después del después...
y volviendo a aquél hermoso momento,
ponerme a temblar estaba en mi mente
pero en cambio, me hice el valiente,
a veces piensas una cosa
y haces la otra,
¡es la vida y sus contradicciones!,
cuando te conocí,
me hice un poco más persona,
me mantuve en pie como pude,
sonreí con la mejor de mis sonrisas,
y traté de mirar al horizonte lejano,
la lejanía te da perspectiva
y visión globalizada
la necesitaba,
necesitaba sentirte como una parte del todo
y al todo dentro de tus partes,
al fondo el azul del mar,
unas cuantas gaviotas buscando comida,
y unas barcas bailando al ritmo de las olas
y al fondo del todo y como no,
el gran rey sol...
Se encoge el iris...
apunto y disparo,
se encoge la vida
y menos, disparo,
en tal caso,
yo me sumo a la vida,
yo pondré mi granito de arena
dentro de una maceta
e iré de casa en casa
recogiendo granitos de fina arena
y plantaré en mi maceta
una hermosa gardenia,
a la que le injertaré un ramillete de cerezas
y a la vista dará cerezas
y al olfato dará gardenias...
yo me sumo a la vida
y a dar vida
y a crear espacios entre la luz y la sombra,
y entre la tarde y la noche,
yo los veo y los siento,
pero son tan extraños y raros
que mis pobres palabras se han quedado enmudecidas.
Sigo buscando las piezas
que me faltan para completarme,
tengo un puzle dentro de mi cabeza,
me faltan piezas,
sé que me faltan piezas...
pero conozco sus huecos,
y sé donde tienen que criar
durante éste largo verano,
que será más largo que ninguno
y quizá sea el más extraño de mi vida,
yo no lo veo muy claro,
será verano
pero tengo la rara sensación
de que nevará en el mes de Agosto,
o puede que...
que sea una de mis complejas alucinaciones...
¡que tampoco lo descarto!.
Alrededor de mi
y en mi entorno más próximo
crecen plantas trepadoras
que suben por mis piernas y brazos,
rodean mi cuello con sus dedos de hojas
y al final, penetran mis orejas
después,
pasan por mis trompas de Eustaquio
y ahí, les perdí de vista...
alrededor de mi
crece la lluvia
y la gota pasa a charco
y el charco pasa a riachuelo
después,
todo desemboca en el mar de plata
y no sé porqué
pero siempre que me acuerdo de ti,
te veo en la otra orilla,
el río es cada vez más ancho
y a medida que caminamos
nos alejamos,
al final,
acabarás siendo ese simple punto negro
que nunca quise que fueras.
En todas las calles te encuentro
en todas las calles te pierdo,
en todas las caras te veo,
te busco en cada rincón de mi vida,
en cada verso y soneto,
en cada suspiro de desespero,
en la arena mojada de tu playa,
en la orilla de mi fuerte resaca,
en mi pecho descubierto,
en la hoguera de mi penas,
y hasta en mis libros de magia...
y yo te busco
y al final, no te encuentro
no sé
si seguir mi búsqueda
o rendirme a la evidencia,
de momento
me voy a tomar un café
y a la vuelta os diré
si sigo
o me rindo.
.
