En este momento me acabo de dar cuenta de que tengo un poco abandonadas mis redes sociales. Bueno, hablo de mis redes sociales como si tuviera 50 redes sociales, cuando la única realidad es que solo tengo una. El feisbú de los cojones. He intentado cientos de veces meterme en otras redes y por eso de duplicarme más y así aprender un poco más de los demás y porque algo se aprende en las redes, aunque yo soy más de la teoría de que se desaprende más. Yo sé que tenemos necesidad de relacionarnos, de intercambiar opiniones y pensamientos y así poder ver que el mundo y los humanos, somos diferentes y opinamos diferente o sea, nos sirve para demostrarnos que hay pluraridad de pensamientos. Pero claro, falta el respeto hacia las opiniones de los demás y que opiniones son digeribles y cuales no lo son. Porque vamos a ver: a un machito alfa, o a un facha redomado o a un negacionista que solo cree en su fantasía infantil de niño mimado y consentido que se cree cualquier cuenta que le narran, yo ¿qué les puedo decir?. Pues creo que nada, no les puedo decir nada, porque para empezar no pierdo mi preciado tiempo leyendo sus tonterías obsesivas o su agresividad hacia parte de otros seres humanos, ni escucho a su violencia machista, ni quiero guerras,
Pacifista, me dicen algunos. Progre, me llaman otros. Viejo anticuado que vive en las antípodas del universo, al decir de otros. Lo de pacifista lo admito, todo lo demás que se lo metan por el culo y si no les cabe que sepan que se venden dilatadores del ano. Lo que ellos no saben es que he pasado por todo en esta vida, pero nunca he llegado a ser tan gilipollas como lo son ellos. No quiero hacer un rosario de insultos y porque no me gusta perder mi preciado tiempo con este tipo de sujetos. Prefiero seguir en mi puto mundo que tiene su parte real y su parte irreal o mágica. La magia me encanta y porque lo mágico es de otro mundo o es de otra dimensión y donde las cosas y su funcionamiento funcionan de otra manera y que de momento los humanos no somos capaces de comprender. Pero que no seamos capaces de comprender su funcionamiento, no equivale a que esa cosas no funcionen dentro de otra dimensión.
En el fondo y es lo que más me define como persona, soy un puto soñador empedernido y enfermizo. ¿De que padeces tú? me preguntará algún día alguien y yo le diré: mi patología principal está relacionada con el mundo de los sueños y me declaro ser un soñador patológico y para señores y señoras, de momento no hay medicación para curar eso y si la hay, que se la tome el que me lo dice.