¿HÉROES?

Dicen que en las guerras el verdadero valor está en ir a pecho descubierto y por eso, quedan tan pocos héroes vivos y los que han sobrevivido es por la suerte de la bala equivocada, porque la bala iba hacia ellos, pero otro, normalmente un pringado y el verdadero héroe, pues se puso delante del otro y entonces, éste la palmó y el otro se salvó y punto. Pero ese punto no todos lo respetan, porque tiene que haber héroes sí o sí y porque dicen que se necesitan y porque un héroe nos dice: mearos y todos nos meamos y ahí, es donde se ve el verdadero poder de los hombres y se ve ese poder, en el puto engaño. Somos criaturitas del engaño y no rascamos más, por eso de que no vaya a ser que el engaño se va a convierta en verdad y entonces, ya jodimos su circo.

Y si jodimos su circo..., y si jodimos su puto circo, entonces los leones andarán sueltos y los tigres se comerán a sus domadores y los payasos se tocarán los cojones. Y eso no lo permitirán ni por asomo, ni porque les tengamos ganas. Ellos, los poderosos, se pueden permitir conciertos de rock y concentraciones de sueltas de adrenalina o sea y léase en la letra pequeña y por ejemplo y entre otros muchos, exhibición de deportes extremos de tipo Red Bull o de corredores de fondo que también se zampan el Red Bull y en toneladas y ellos los corderitos corredores, todos contentos con sus marcas personales de cronómetro.

Pero hoy no iba a por los corredores y porque me quedan muchos días por delante y para hacerlo a conciencia ( y perdón para los que se sientan ofendidos, pero yo hablo de los corredores que se lo toman a pecho o sea, los que se pasan todo el puto día corriendo y que no saben hacer otra cosa). Hoy iba a por los héroes de pacotilla pero que tienen un cuerpo danone y les resalta su grandiosa musculatura, peroo también les destaca, su poco cerebro. Héroes de quita y pon o sea, los pones un día de héroes y al día siguiente, tienen depresión y porque no se lo creen y yo tampoco me lo creería, pues los muñecos de cera tienen un grave problema y es que un día arden y va y mañana, se derriten como helados al sol.

LAS EVOLUCIONES PERSONALES

Y cuando veo el número de entradas a mi Blog, me animo y hasta me entran ganas besarme, pero cuando veo el número de seguidores, me deprimo y me entran ganas de suicidarme. Entradas, para mí, tengo un montón y hoy por ejemplo tengo alrededor de 900 entradas y que también hay que decirlo, no es el número de todos los días, pero hay muchas fases o etapas de la vida, en que las entradas se aproximan a dicha cifra. Pero seguidores y me da vergüneza el decirlo, tengo 1, sí un pobre 1 y todo sólo y penoso y además pasa, que ese 1 soy yo y porque un día me puse ahí y en ese sitio, por equivocación o por pena, vaya usted a saber, pero lo hice sin ninguna alevosía y al final, ahí me quedé y me quedé con ser mi único seguidor. Tampoco me importa mucho y no me importa mucho mientras me sigan leyendo, pues ese es precisamente el kit de la cuestión, que me sigan leyendo y con ganas.

Yo sigo igual escribiendo y repito, yo sigo escribiendo mientras me lea un buen montón de gente y porque mira que me costó arrancar, pues al principio no llegaba a 100 entradas por día y seguí escribiendo igual y porque soy así de cabezota y porque alguna persona y que ahora se lo agradezco y con toda mi alma, me insuflaba de ánimos y gracias a mi constancia y al ánimo amigo o amiga y la disciplina de valiente soldado que soy, yo salí de las trincheras y desde la colina del horizonte yo grité: ¡No a la guerra!, pero es verdad, que sí, que quiero la batalla que tengo cada día, pues amo el escribir y mis armas son las más elementales del mundo: mis dedos y éste teclado que ronronea también el ¡no a la guerra!.

Pues nada, que no vivo engañado y que sé lo que es besar las botas de mi enemigo, pero también sé lo que es escupirlas para sacarles el brillo y de paso, dejarle el mensaje de que es un hijo de puta redomado. Todo tiene su enjundia y su doble interpretación y besas y ya se piensan que te has rendido, pero ellos no conocen lo que es el beso húmedo, ese que tiene forma de lapo o de escupitajo y que además, te deja como un auténtico señor de los anillos. Y es que nadie me conoce, sino quiere conocerme y si quiere, aquí lo espero y sentado en mi mesa y con un cigarrillo en mi boca, ah!! y con precioso ramo de pensamientos.


¿SI LO SÉ TODO?

Claro que si me preguntas ¿si lo sé todo?, pues no me queda otro remedio que reconocerlo, no lo sé todo y es más, ni quiero saberlo. Prefiero sentir el poder de la inocencia y el brío del desconocimiento y porque eso, me estimula y me pone a tope. Y no estoy queriendo decir, que prefiero el analfabetismo, sólo que prefiero el conocimiento a pasos, a pequeños o grandes pasos, pero siempre apuntando al conocimiento. A veces te topas con tíos o tías de esa calaña, sabios y poderosos, orgullosos como pavos reales, verborreicos como una diarrea, sabios de diccionario, listos de mentira, mentirosos como un cuento, sabios y requetesabios de panadería o de supermercado o de bar y esperan que tú te dobles ante ellos y que le beses sus pies asquerosos o que le chupes la polla y ellos esperan eso y otra cosa es, que tú lo hagas.

Sólo faltaría eso, el rendir pleitesía a un payaso y más partiendo de que yo no rindo pleitesía a nadie. Pero así van por la vida, pues ellos se sienten muy por encima de tí. Claro que si le rascas un poco su piel de serpiente, te encontrarás carne podrida y maloliente. Por mi vida, han pasado muchos de estos listillos, yo creo que han pasado demasiados y por eso, mi adversión hacia ellos. Y es que no puedo, no puedo con ellos y si grito, el sonido se rebota y si canto, entonces el mundo llora. Y no sé porque mi memoria me traiciona y les permite un espacio dentro de mi cerebro, pues mi deseo va en contra, mi deseo me dice: si veo un listillo, lo empalo y punto y sin coma.

Si es verdad que el mundo da vueltas, pues que en una de esas vueltas, se lleve y por favor, a tanto listillo. Se haría un gran favor al mundo y de repente desaparecerían de la Tierra, los Emprendedores y las alimañas que dicen ser psiquiatras o psicólogos del saber de la mente y cuando en realidad son tan desgraciados como lo soy yo o tú, pero eso sí, nosotros somos unos desgraciados dignos y felices de vivir.

ESTADOS VIVOS Y ESTADOS MUERTOS

Yo tengo esa cosa rara que se llama sentimientos y además, tengo otra cosa más rara y que se llama, repecto a los muertos. A los muertos aprendí a respetarlos desde pequeñito y cuando ya mamaba de la teta de mi madre y porque en mi Galicia natal y en mi familia, el respecto hacia los muertos era la primera ley de dios y todo el paripé que se hace en torno a los muertos lo aprendí a pies juntillas. Y yo parto de que es un paripé o un cuento mal contado, pero mientras piensas en eso, el muerto sigue ahí, sigue ahí muerto y cada vez está más frío. Un muerto no habla y porque no puede, pero el calor de su cuerpo va trasmitiendo su grado de mortandad y si aún está caliente, el muerto aún puede oír algo o sentir o ver.

O sea yo pienso y no sólo yo, que la muerte es un estado hacia el más allá y por tanto, es un proceso que tú sólo puedes identificar por el calor o frío que transmite su cuerpo y si el muerto ya está tieso como una mojama, ya no te puede oír, ni escuchar, ni comprender. Al muerto lo debes coger crujiente y calentito, bueno si quieres que él te escuche. Y además hay que tener en cuenta el factor externo, es decir, el clima humano que se crea a su alrededor, pues yo parto de una cosa, si tú le ayudas con tu calor en su viaje estratosférico, él lo agradecerá más adelante. ¿O que nos pensamos, que el muerto no se entera de nada?.

Pues si se entera y además lo apunta y cuando él salga a pasear por esos montes de mi Galicia y presididos por la Santa Compaña, que no es santa y que es más bien meiga o bruja, vendrá acompañado de su séquito para buscarte y como te encuentre, te separará la cabeza del tronco y para arrancarte de cuajo el alma. Bueno, no hacerme mucho caso, pues yo procedo de una familia en donde los muertos hablaban y el que se quedaba vivo se ponía de luto eternamente y mi abuela andaba por su casa con una ristra de ajos colgada y de vez en cuando nos contaba las conversaciones que había tenido con el difunto de su marido.

HAY ICTUS E ICTUS

La verdad de la verdad, es que estoy pensando que dentro de mi podrido cerebro me va a dar un pasmo espasmódico y que va a dejar a mi cuerpo medio paralizado y que eso y en el argot médico se llama: ICTUS. Y que no sé si será Isquémico o Hemorrágico o sea, si será producto de un trombo que obstruirá mi circulación cerebral y por tanto, habrá una falta de riego o si será, porque se rompen las paredes de una arteria y entonces, se produce la Hemorragia. Y es que estoy sorprendido, pues por una vez en tres largos y trabajosos años, me ha dado por dar una explicación tipo médica a mis miedos y temores. Aunque no es para tanto, pues es sólo un pensamiento que carece del factor miedo y por tanto, no es un signo hipocondríaco.

Es simplemente una observación más y una posibildad como otra cualquiera, pues también puede pasar lo contrario y mi cerebro se llene de sangre oxigenada y bien ventilada y entonces podría pasar que se aumentara mi estado alucinatorio basal y el basal, quiere decir mi estado normal y de andar por casa. Y es que hay ICTUS para todo, hay el Ictus sexual y donde te pones más salido que una mona y venga todo el día a pajearte entre los monos.

Hay el ICTUS de los cutres y que se produce en el lóbulo temporal y en éste Ictus se te da por pagar sólo lo tuyo y por contar continuamente las monedas de tu bolsillo. Yo he tenido amigos que han padecido de éste Ictus y no creáis que al final se compraron un yate o un castillo en los Alpes, no se compraron nada y porque no fueron capaces de gastarse ese dinero. Ellos siguen igual, recopilando monedas y billetes y el misterio está, ¿en donde se meten ese material?. En el culo no, porque yo les visto el culo y por allí os aseguro no asoma ningún billete. Pero volviendo al principio y a lo que yo iba, es que a mí me va a dar un ICTUS cerebral por el ritmo que llevo escribiendo.

SI YO PENSARA EN TI...(Poema)

Si yo pensara en tí como te he pensado
 o como te he imaginado,
no estaría aquí sentado pensándote,
estaría llamando a tu puerta,
estaría de rodillas rogándote que me perdones,
estaría matándote a besos
y comiendo el dulce azul de tus ojos,
 estaría en fin,
 descosiendo mi cuerpo y ofreciendo mi alma,
mi alma pecadora, mi alma soñadora,
 mi alma perdida en el reino de las almas perdidas,
y es que desde que te pienso,
no duermo, ni vivo, ni como,
te pienso y algo se me muere por dentro.

¿Y HAY ASESINOS DE LA INTELIGENCIA?

¿Y hay asesinos de la inteligencia?, pues sí los hay. Hay asesinos de la inteligencia que se disfrazan de Talibanes o de miembros del Estado Islámico, hay asesinos de la inteligencia que se disfrazan de Ku kus klan o de negreros o de explotadores sexuales o mismo de niños y es que su cruzada es igual que la de cualquier asesino, su cruzada es romper el raciocinio o la inteligencia del hombre y de la mujer y así querer pasar a un estado de dominación perpetua. Claro que en ese estado de dominación humana, ellos nunca estarán en el último eslabón y porque en ese proceso les dará tiempo de convertirse en valientes generales o en policías sabuesos y el más listo de todos, se pondrá al frente e imponiendonos sus normas. Y orden y sin justicia y el todo vale porque yo lo ordeno y ese será su lema y su bandera.

Pues vamos aviados y mientras lo pensamos y asimilamos, estos asesinos siguen cometiendo sus tropelías por todo el mundo. Claro que mientras sigamos viviendo en un mundo creado sólo para unos cuantos, los malos sólo serán los malos señalados, los del Estado Islámico y porque ahora el asunto va en contra de sus intereses, pero eso no quiere decir, que nosotros nos olvidemos de que igualmente, son unos asesinos. Yo pido su condena y no hay nada en el mundo que alivie mi condena. Pero al mismo tiempo estamos dejando crecer a las criaturas del mal y esas están más cerca de nosotros y a veces tan cerca, que casi los tocas.

El mal y el bien, el bien y el mal y esa es la eterna pregunta y creo que, siempre será la misma. Y para mí y para los son parecidos a mí, el bien y el mal siempre está muy claro, pues el que siega vidas ciegamente y me importa un carajo el porqué lo hace, estará del lado del mal y será con todas sus letras, un asesino. Y eso es lo importante, que por lo menos tengamos claro éste principio: qué la vida es sagrada aquí o en Roma o en éste caso, en Paris. Y no debemos guiarnos por lo de arriba, los de arriba cambian de bando como de chaqueta y según mejor les convenga. Y es que nuestro propio criterio es lo más importante y mantenerse firme en nuestras decisiones, pero para que sean decisiones libres, tienen que ser nuestras y no la de nuestros mandamases.

EL PUENTE

A veces me pasa que veo el PUENTE de San Francisco y me quedo colgado..., me quedo colgado de esa ciudad tan peliculera, me quedo colgado de sus grandes y empinadas cuestas, de sus tranvías y de que no sé como pueden trepar por ese ángulo de casi 90º, de sus edificios de variado colorido, de como puede haber tantos disparos por sus calles y aunque sean disparos de película y es que desde la lejanía: yo amo a San Francisco. Y en cambio otras veces, veo ese mismo PUENTE  y me viene a la mente el Puente de Mapfre, ese que te lleva a la jubilación y entonces me acuerdo de los seguros de jubilación, de las seguros de los coches, de los seguros antirobo, de los seguros de vida y de toda esa mierda que nos venden y ahí pienso: yo no amo el mundo de los seguros.

Y en otras ocasiones, me pasa que ese punte me parece el puente de la ría de Vigo y llamado en concreto, Puente de Rande y me acuerdo de mi Vigo natal y también de sus cuestas, que sino son como las de San Francisco, son como parecidas. Me acuerdo de las mejilloneras flotando en la ría y de esos atardeceres mirando hacia las Islas Cíes y como el sol, que sabe mucho, se esconde detrás de sus sombras. De Vigo lo recuerdo todo y es lógico, pues yo nací allí hace 59 años y no hace 59 siglos y recuerdo especialmente las tardes de verano, tardes de sol entre las hojas de la parra o del ciruelo japonés o debajo de aquél manzano o peral, pues mis recuerdos siempre se adornan de árboles frutales y de hojas de parra. Y de nuevo pienso: yo amo a mis recuerdos y entre ellos, está mi Vigo.

Y por fin, la noria se para con el Puente de Cádiz, mejor dicho, con los Puentes de mi Cádiz, pues son dos y son tan hermosos como su cielo azul brillante. Y ahí, recuerdo sus barcas mecidas por los vientos, su sol caliente y nunca arrepentido, su salitre, su aire traído de África, sus inmensas playas blancas inmaculadas, sus mareas bajas llenas de espejos, su acento, sus dejes, su aroma a jazmín y madreselva, sus gentes, sus ganas...y para que después digan, que el clima no influye en la vida y eso lo dirán los que en su vida salieron de su lugar de nacimiento y porque si antes hubieran pasado por Cádiz, no lo dirían y ni siquiera se hubieran atrevido a pensarlo. Y ahí, ya no pienso nada, pues en la descripción está el placer de mi viaje y es que en realidad, yo amo todo lo que he vivido y he sentido.

YO ESTOY ASUSTADO (Poema)

Yo estoy asustado,
estoy muerto de miedo,
aterido de frío e indignado
y no sé lo que más me pesa,
si la muerte ajena o la rabia,
si el escalofrío de la muerte
o la sangre derramada,
y se debo rebelarme ¡ya!
o debo esperar a que se coagule la sangre,
si la rabia debe morderme
o yo, debo morder a la rabia
y llorar y maldecir...
o directamente señalar a los verdugos
y hoy es un día de luto
y hoy la muerte cabalgó muy cerca
y puede, que mañana cabalgue sobre nosotros
o que nosotros cabalguemos sobre ella
y a lo lejos escucho...
escucho el llanto y el crujir de los huesos.

DERECHO A LLORAR

Acabo de darme una vuelta por las redes sociales y la cosa está que arde, que arde de impotencia, pues ante las bombas de la muerte, no hay antibombas. En general, la gente se ha quedado muy tocada, pero siempre hay algún tocapelotas, que nos recuerda que en Oriente Próximo hay miles de muertos por atentados y por la guerra y como si eso, nos quitara nuestro derecho a sentir dolor por estas muertes más cercanas. Yo nací en Galicia, en concreto en Vigo y no en Beirut y me deber como ciudadano es sentir el peso de todas las muertes, pero hay que comprender que soy humano y por tanto, me duele más lo más cercano o sea, me duelen las dos cosas, pero sinceramente una más que la otra.

Y el que diga lo contrario es que no es sincero con su conciencia y porque la proximidad duele más. Pero bueno, siempre habrá quién diga lo contrario y porque en el fondo, no siente el dolor de los muertos, siente más el porqué se producen esos muertos. Y para mí, todo tiene su tempo y hay el tempo de luto y hay el tempo de analizar los porqués. No sé a veces veo que bajo esa capa de preocupación por los muertos lejanos, que hay mucho resentimiento hacia nuestra sociedad occidental, que nuestros muertos importan menos y pase lo que pase, siempre importarán menos. Y los dos tipos de muertos importan y duelen, pero si los atentados son en tu propio barrio seguro que importan más, por lo menos para los que nos consideramos humanos y por tanto aceptamos que tenemos defectos, en fin, ¡qué somos personas!.

Ya está bien, ya está bien que ante un acto terrorista cercano, algunos recurran a que también hay más muertes en otros lados y supongo que su mensaje es: que no nos pongamos a llorar por ello y porque no tenemos derecho ante la barbarie que se produce en otros lugares del mundo. Pues yo, no estoy de acuerdo, yo lloro a mis muertos más cercanos y también, lloró lo más lejanos, pero si la bomba estalla a mi lado, seguro que me pongo a temblar de miedo y eso es humano y es lógico y así estamos hechos. Además, yo tengo el derecho a llorar por lo que más me afecta y después lloraré por el resto.

JULIO CORTÁZAR