A mi no me duele la boca por decir verdades, porque me duelen los huevos y como ¡me duelen!. Y digo verdades y es que lo mío son verdades como puños y ya sé, que son mis verdades, pero como éste es mi Blog, yo escribo y pongo lo que me sale de los cojones. Y huevos y cojones... y maldito vocabulario que tengo y eso que me enseñaron a hablar en plan fino y educado, y que al parecer, no ha tenido ningún resultado. Bueno, a mi me gusta, decir las cosas a lo crudo y sin patatas fritas y los tacos los tengo como reafirmantes contundentes y para que os vayan quedando claritas las cosas y porque el chocolate a mi me gusta espeso y ¿a vosotros?. La contundencia debe ser clara y en golpe seco y para que así, salten las lágrimas y afloren los sentimientos.
En ésta vida no hay ninguna cosa clara que no cueste un sacrificio o que no te la hayas ganado a pulso y a base de sudor y lágrimas y porque al fin y al cabo, nadie te regala nada. Y si te dan algo, es porque quieren algo ha cambio y a veces, no hace falta que te lo devuelvan en pasta gansa y porque y menos mal, que aún quedan seres como yo y a los que la pasta y les falta o les sobre, le es igual y porque simplemente, es pasta y que por tanto, al ser solo pasta, es asunto que carece de sentimientos. Y yo compro y vendo sentimientos y los vendo y los compro muy caros e insisto en que mi lema es: que no hay saldos de fin de temporada.
Los sentimientos siempre estás ahí y están a flor de piel y están en las glándulas salivares y en los poros y hasta están debajo de las piedras. Y levanto una piedra y ahí, está un dulce sentimiento y levanto tus faldas y ahí, están tus bragas...y perdón, pero pasa que a éstas horas de la vida, ya no estoy tan lúcido y se me va algo la olla y creo que detrás, se me va la polla.
En ésta vida no hay ninguna cosa clara que no cueste un sacrificio o que no te la hayas ganado a pulso y a base de sudor y lágrimas y porque al fin y al cabo, nadie te regala nada. Y si te dan algo, es porque quieren algo ha cambio y a veces, no hace falta que te lo devuelvan en pasta gansa y porque y menos mal, que aún quedan seres como yo y a los que la pasta y les falta o les sobre, le es igual y porque simplemente, es pasta y que por tanto, al ser solo pasta, es asunto que carece de sentimientos. Y yo compro y vendo sentimientos y los vendo y los compro muy caros e insisto en que mi lema es: que no hay saldos de fin de temporada.
Los sentimientos siempre estás ahí y están a flor de piel y están en las glándulas salivares y en los poros y hasta están debajo de las piedras. Y levanto una piedra y ahí, está un dulce sentimiento y levanto tus faldas y ahí, están tus bragas...y perdón, pero pasa que a éstas horas de la vida, ya no estoy tan lúcido y se me va algo la olla y creo que detrás, se me va la polla.