Y de que Circulo Podemos me suene más a Círculo Pokemon, es debido a deformación de haber chupado mucho dibujito televisivo y hace relativamente poco tiempo. Pokemon y sus animales mecánicos metidos en bola y a los cuales había que entrenar para echar fuego por la boca o por el culo o lanzaran puñales o dardos o escupitajos. Y los tíos esos japoneses jugando al fútbol y cuando le daban una patada al balón esa imagen se quedaba enganchada media hora y por tanto cada capítulo se hacía interminable y soporífero y te quedabas sin saber si era o no era gol
Y el Caillou de marras, el niño calvo y igualito que el de Don Limpio. Repipi y estúpido, resabidillo y tonto del culo y sus padres, menudos capullos y no sé quien fue el creador de semejante aberración, pero seguro que Padre no era. Porque si llega a serlo tendría como todos los padres que han visto esos dibujtos un gran complejo de inferioridad. Pues era ver a esos padres tan perfectos y veías como lo hacías tú con tus hijos y te dabas cuenta que eras una puta mierda de Padre. Y por mucho que se diga, era y es imposible no compararte.
Después Bob Esponja, que ya tenía su puntito de ironía y bastante gracia. Y por último y en posterior etapa me tocó chupar todos los Simpson y cuando digo todos, es que tuve que ver mil repeticiones. Me gustan los Simpson, pero no para meterme ese hartazgo. Pero para los chavales cada repetición era como un nuevo capítulo. Y mi hijo pequeño aún me sigue castigando con el puto gato con su bolsillo mágico y que se llama Doreamon y el niñito también prota, que se llama Novita y ¿que niño normal se puede llamar Novita?. Pues eso que no son dibujitos normales, ¡son el colmo de la cursilería!.
Y el Caillou de marras, el niño calvo y igualito que el de Don Limpio. Repipi y estúpido, resabidillo y tonto del culo y sus padres, menudos capullos y no sé quien fue el creador de semejante aberración, pero seguro que Padre no era. Porque si llega a serlo tendría como todos los padres que han visto esos dibujtos un gran complejo de inferioridad. Pues era ver a esos padres tan perfectos y veías como lo hacías tú con tus hijos y te dabas cuenta que eras una puta mierda de Padre. Y por mucho que se diga, era y es imposible no compararte.Después Bob Esponja, que ya tenía su puntito de ironía y bastante gracia. Y por último y en posterior etapa me tocó chupar todos los Simpson y cuando digo todos, es que tuve que ver mil repeticiones. Me gustan los Simpson, pero no para meterme ese hartazgo. Pero para los chavales cada repetición era como un nuevo capítulo. Y mi hijo pequeño aún me sigue castigando con el puto gato con su bolsillo mágico y que se llama Doreamon y el niñito también prota, que se llama Novita y ¿que niño normal se puede llamar Novita?. Pues eso que no son dibujitos normales, ¡son el colmo de la cursilería!.





