SINO AVANZO, ME MUERO

Lo que en definitiva yo quiero decir: "es que sino avanzo, me muero" y si mi meta es sentirme libre y sin anclajes ni ataduras, tengo que demostrarme que estoy dando pasos hacia esa meta. Si mi meta estuviera en atarme a alguien y cuanto más dependiente mejor, pues tendría que circular en sentido contrario al que ahora intento circular. Pero tampoco penséis que soy puta eficiencia, porque en realidad yo fallo más que una escopeta de feria, pero por eso mismo me doy estos baños de eficiencia decisiva. Lo que muchas veces me puede (casi siempre) son los sentimientos, supongo que como a todos y por eso, esa misma eficiencia se me ablanda a medida que aumentan y se incrementan los sentimientos.

Esto es como los muertos vivientes y que hasta que no los ves y te hincan el diente, vas por la vida diciendo: "yo no creo en ellos". Claro, eso decía ayer y anteayer y hasta que por la noche estuve cenando con un muerto viviente...un tío mío...mi tío Julio y mira que ya han pasado años y años y creo que más de 30 años. Pues entró en mi casa, metió dos gritos (como siempre hizo), pero ahora ya no están mis tres tías esclavas que temblaban al oír se voz de macho cabrío y los dos gritos se perdieron por el negro oscuro del vacío.

Y yo le dije:   - tío Julio, siéntate a cenar conmigo... ¿prefieres vino de batalla o vino de etiqueta?.

Mi tío Julio, me miro de frente y sólo con ver el brillo de sus ojos entendí que quería vino de batalla. Lo tenía escrito en sus pupilas: quiero perder la conciencia, ¡cuanto antes! y además se notaba que ya venía entonado.

Pues cenamos juntos y cenamos un plato de sopa, unas cuantas botellas de vino peleón y un buen Lenguado a la plancha y al final y como siempre hicimos... un cogñac (también de batalla): 103 o Veterano o Fundador o Soberano ( cualquier cogñac dentro de la gama de los cogñas de batalla).

Empezamos muy bien la cena (solía pasar eso, que empezábamos muy bien), pero a medida que el alcohol fluía con más intensidad por nuestras venas comenzaban los verdaderos desencuentros: Yo intentaba demostrarle que el mundo no era así, así como lo vemos a primera vista y Él intentaba disuadirme de que no merecía la pena hablar de mundos alternativos....porque la puta realidad era...era que había que trabajar y comer y cuando se ponía más faltón (y por estar más colocado) decía que había que también había que  mear y cagar.

Yo sinceramente no entendía en que idioma me hablaba, pero ahora que lo pienso, estoy seguro que Él tampoco entendería mi idioma y por eso me viene la imagen de dos tontos hablando del aire y las motas de polvo.¡Joder! mi tío Julio... y va y un día se murió y sin mediar aviso previo y entonces pensé en todas nuestras conversaciones ciegas y egocéntricas, oí sus gritos y chillidos patriarcales, reviví sus megalomanías esquizoides y hasta escuché como rechinaban los dientes de mis tías. Bueno pues mirar, no pude despedirme de él cuando murió (despedirme con sentimientos y por diversas circunstancias) y ayer, sí lo hice. Le deseé paz y gloria y porque también recuerdo mis buenos momentos con él, pequeños, cortos, pero muy intensos y sentidos. Recuerdo su risa sincera, su a veces, mirada tierna...pero no sé que me pasa que de nuevo vuelvo a escuchar sus gritos de León enjaulado. ¿Y no sé porqué?. Pues nada que hoy he dado otro paso más en mi vida y por fin enterré a mi tío Julio. D.E.P.

MIEDO A LA NEUTRALIDAD

Cuando uno duda en el poder de sus decisiones personales...es cuando entras en una Noria y ahora estoy arriba y ahora, estoy abajo, pero cuando te decides y porque te has decidido y después de mucho pensarlo y sufrirlo... o estás arriba o estás abajo, digamos que no hay una bipolaridad cambiante. Yo he optado y yo he decidido y ahora tengo que ejercer de Atila para poder mantener mi postura o sea, tengo que arrasar con todo y para mantenerme en mis trece como superviviente. A mi me cuesta y me cuesta mucho decir: "hasta aquí hemos llegado"....pero eso sí, una vez que salen esas palabras por mi boca viperina...ya no hay vuelta atrás y porque confío en la contundencia de mis decisiones, confío en todo el proceso que me ha llevado a tomar esa determinada decisión.

¡Hombre! no siempre sale igual de bonita la cosa...porque hay veces que casi se vuelve recurrente el volver hacia atrás...pero en éstas situaciones me cojo un gran cabreo conmigo mismo y me obligo y por mis santos cojones, a tomar una decisión. Prefiero una decisión mal tomada, que una decisión neutra y anodina. Yo sobre todo y por encima de todo, reivindico un papel activo y participativo y debo ser el primero en demostrarlo. He metido muchas veces la pata y por la toma de algunas de mis decisiones, pero los momentos que más me duelen y escuecen, son los que no han sido decididos por mi y si por las circunstancias o por la otra u otras personas.

Yo, confío en mí y en mi poder mental y que cualquier daño (sea el que sea), tarde o temprano será superado. Yo le tengo más miedo a la neutralidad, al que me las den, al que ya vienen dadas, al que estabas predestinado, al que ya estaba escrito y entonces tu papel, será la espera de los aconteceres. También confío en el poder reparador de mi alma, porque en ésta vida he sangrado muchas veces y en todas (sin excepción)...he acabado por cicatrizar mis heridas y en unas he tardado meses y otras han tenido que pasar años y años.

UN PASO ADELANTE Y DOS ATRÁS

No sé si os pasa, pero a veces dices las cosas de todas formas y maneras y no te hacen puto caso y porque la otra o las otras personas saben que debajo de todo hay mucho cariño o hay demasiados sentimientos y eso amortigua los golpes o las hostias que te dan. Pero en ese sube y baja yo me encuentro y doy tres pasos hacia delante y  por ésta razón tengo que volver atrás. Aunque es verdad que de cada vez vuelvo menos atrás o sea, me quedo más cerca de donde realmente estoy y estoy que quiero volar de nuevo, pero sólo y libre de cargas. Ya pasó el momento de querer volar tan alto con alguien y ahora vuelo bajo y a ras de suelo, ahora peino las amapolas con los remolinos de mi propio viento y bueno, la cosa es menos sentimental y menos apasionada, pero de vez en cuando unas cuantas dosis de realismo soviético, no vienen nada mal.

La cuestión de fondo es saber quitarte las nuevas capas de la piel y saber o no saber y en realidad me da igual...., pero lo que yo quiero decir es que hay que quitarse ese exceso de peso. Que no es nada fácil, que duele y que duele muchísimo...pero de verdad, me niego a seguir revolcándome en la mierda. Y ya lo decía Lenin o era algo parecido: "un paso adelante y dos atrás"...aunque realmente nunca entendí que quería decir, porque si das un paso adelante y das otros dos atrás, tendrás que dar nuevamente otros pasos hacia delante y por eso del avanzar hacia algo o hacia delante. Yo he dado mis dos pasos hacia atrás y he comprendido que para avanzar debo soltar lastre. No quiero enquistarme y así envolverme en capas de maravillosos recuerdos que ahora se me clavan como dagas afiladas.

Yo ahora, sólo quiero mirar hacia delante y digamos que todos esos maravillosos recuerdos están ahí, que no se han ido, que aún palpitan...pero que yo no los quiero escuchar, ni sentir, ni sufrir en compañía de nadie. Mirar yo me enamoro para sentir y disfrutar (como todos) y llegado el momento en que predomina el sufrimiento, pues yo me planteo que para sufrir sin motivo o con falso motivo (como es el caso actual y personal), prefiero sufrir en soledad. Lo mío es opcional y yo escojo y decido y he escogido el OLVIDAR y en letras mayúsculas y ya está....pero que también me dejen olvidar.

JULIO CORTÁZAR