Uberto Stabile


 

En todas partes cuecen patrias

Nací en Valencia

de padre italiano y madre gata

he sido charnego en Barcelona

polaco en La Mancha

y churro en mi ciudad,

me llamaron spagnoleto en Italia

y en la escuela macarroni,

en Andalucía soy “el que habla fino”,

gallego en Cuba y en México gachupín,

en Berlín me tomaron por turco

y en Brasil me hablaban en inglés,

a los rifeños les parezco muy claro

y demasiado moreno a la policía de Miami.

He vivido en dos países, siete ciudades y quince casas

de las que sólo conservo sonrisas

y algunas fotos apulgaradas de amigos y familiares.

Siempre vengo de lejos

y lejos voy

con otra lengua, con otra luz

y la patria en los zapatos

para vergüenza de mis invasores.



 

















Os puedo jurar

 



Os puedo jurar

que no hay nada detrás del firmamento.

Lo que véis es lo que hay

y lo que no véis

es porque no estáis en la misma dimensión

en la que yo me encuentro.

Os falta parte de esa locura

en la que estoy instalado.

INSTINTO DE SUPERVIVENCIA

 

Cuando subí...lo hice hasta la cima más alta...

y cuando bajé aterricé en el averno

y a veces me rescaté y no sé como me rescaté...

estaba con el agua al cuello

y masticando piedras y cristales

y ahogado en el fango de mi propia depresión.

Instinto de supervivencia, le llaman.

Y debe ser que de ese instinto

voy más que sobrado

y porque siempre he salido a flote

de mis peores momentos.

Dicen que cuando se toca fondo

a veces y de vez en cuando

 uno, sale rebotado.


















CAFÉ SOLO (Manuel Vicent)

 

“Sé perfectamente que el día en que me muera no echaré de menos los grandes acontecimientos que pude haber vivido, sino el perfume del café con tostadas y algunas pequeñas sensaciones, por ejemplo, estirar la pierna hacia el lado fresco de la sábana en las madrugadas de primavera cuando cantaba el mirlo en el jardín. Si me da un poco de pereza morir es porque ya no podré ir por las mañanas a comprar el periódico ni contemplar de camino en la parada del autobús los rostros frescos de las adolescentes que tienen aún todo el amor por delante. Mi lucha por la existencia consiste en que a la hora del desayuno sea mucho más importante el aroma del café que las catástrofes que leo en el periódico abierto junto a las tostadas.
También es muy placentero llamar por teléfono a algún amigo a media mañana para que te cuente los últimos rumores. Por un lado está la Crítica de la razón pura, de Kant, y por otro están los chismes. Supongo que los chismes de las tertulias será lo último que uno recuerde con una marca más indeleble que cualquier filosofía, y junto a ello estará la suavidad de un paseo vespertino, algunas puestas de sol, las lecturas de noche en la cama con la amorosa luz de la mesilla. Quisiera saber qué hace llorar a los moribundos más sabios. Sin duda, sus lágrimas no se deben a los triunfos que consiguieron ni a las grandes tragedias que soportaron sino a los sencillos placeres que experimentaron, a la gente buena que conocieron, a los alimentos que degustaron con parsimonia entre amigos. ¿Qué es la muerte? Tal vez la muerte consiste en no tomar ya más un cruasán crujiente con el café por las mañanas junto al ventanal ni enterarse ya nunca jamás de los resultados del Campeonato de Liga cada domingo. Al final de todas las religiones y filosofías, en medio de tantos dioses, héroes y sueños, resulta que la vida no es sino un conjunto de chismes y un nudo de aromas, una pequeña costumbre cuyos pilares tan sólidos son de humo y salen de ciertas tazas frente a las cuales uno ha sido feliz”


 












Isabel Allende, La suma de los días

 

“Dicen los budistas que la vida es un río, que navegamos en una balsa hacia el destino final. El río tiene su corriente, velocidad, escollos, remolinos y otros obstáculos que no podemos controlar, pero contamos con un remo para dirigir la embarcación sobre el agua. De nuestra destreza depende la calidad del viaje, pero el curso no puede cambiarse, porque el río desemboca en la muerte. A veces no hay más remedio que abandonarse a la corriente.”


 

















EN LA OTRA ORILLA

 


En la otra orilla

de esta ciudad sin ley

dicen que allí,

todo es posible.

Yo solo pido...

un puente levadizo

un pasadizo secreto

una cuerda que nos una pero que no nos ate

una mano amiga

y una barca que nos acerque hasta nuestra quimera.


 


 

RAFAEL ALBERTI

 

"De piedra, los que no gritan.

De piedra, los que no ríen.

De piedra, los que no cantan.

Yo nunca seré de piedra.

Gritaré cuando haga falta.

Reiré cuando haga falta.

Cantaré cuando haga falta".
















 


DAVILA




 

TUTE


 

MI PADRE

 

Mi padre
apenas me decía nada.

Era de arena, sol del desierto
y de poca agua.

Cuatro palabras bastaban
y cinco, eran demasiadas.

Mi padre murió un día
y no sé si murió de pena
o porque le reventaron las venas.

Mi padre murió en el baño,
dijeron que fulminado por un rayo llamado,
infarto.

Mi padre llevaba años buscando su muerte
y un día y como si fuera otro día cualquiera,
la muerte le visitó con su guadaña
y le partió el corazón
en mil pedazos.

Y desde entonces,
mi pena es
no haberlo conocido.


 














Mi padre
apenas me decía nada.

Era de arena, sol del desierto
y de poca agua.

Cuatro palabras bastaban
y cinco, eran demasiadas.

Mi padre murió un día
y no sé si murió de pena
o porque le reventaron las venas.

Mi padre murió en el baño,
dijeron que fulminado por un rayo llamado,
infarto.

Mi padre llevaba años buscando su muerte
y un día y como si fuera otro día cualquiera,
la muerte le visitó con su guadaña
y le partió el corazón
en mil pedazos.

Y desde entonces,

mi pena es
no haberlo conocido.

TUTE


 

Me hablabas en susurros

 

Me hablabas en susurros
y me salían hormigas por los poros.
Me dabas un beso
y las ganas de querer
eran enredaderas que trepaban por mis venas.
Me preguntabas
¿qué te pasa?
y un río de lava crecía dentro de mí
y nunca pude saber
si lo que pasaba era real o irreal.
Me mirabas en silencio
y sentía cosquilleos en la nuca 
mientras todo crujía como nieve recién caída
bajo la capa más profunda de mi piel.
Sonaba un mensaje
y era la alarma que me indicaba
que debía estar en estado de alerta.
No recuerdo el temblor de aquellos días,
pero si recuerdo
que tu mirar
era como un disparo que atravesaba de lado a lado mi sien.


 


"Dime que sí", Rafael Alberti


"Dime que he de ver la mar,
que en la mar he de quererte; compañera,
dime que sí.
Dime que he de ser el viento,
que en el viento he de quererte; marinera,
dime que sí".



O MUNDO...


 

GATA CATTANA


 

"Soy procaz, no soy sincera, 

                                                        y el día que yo me muera 

                                                        se muere lo que más quiero, 

                                                          que no hay amor verdadero 

                                                   para aquel que no se espera, 

                                                              y como yo no te espero 

                                                   soledad es mi compañera". 

 




CANDELA (Irene X)

 


                            Hoy me abro esta herida

donde la sangre arde

                para que te calientes las manos.


 



Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...