No entiendo nada de lo que no quiero entender y no entiendo, porque no quiero y porque no me da la gana. A veces pasa eso, que antes de que el contrario se explique, tú ya te encierras en banda y haces oídos sordos. Como se le dice a eso: que ya le ves el plumero, que te lo hueles, que lo adivinas o es que en realidad eres, un mal pensado y desconfiado. Pues debe haber de todo, porque a veces fallas y en otras, das en plena diana y aciertas. Supongo que todo dependerá de tú momento, si tú estás bien, concedes un poco la venia y con paciencia, te pones a escuchar y en cambio si estás un poco enfurruñado, te cagas en el tío plasta y que le vayan dando y cuanto más, pues mejor.
Yo a través de mi vida pasé por todas las etapas posibles. Pasé épocas que incluso escuchaba hasta las moscas y todo su repertorio. Pasé otras en que era el colmo de la impaciencia y no podía escuchar más que dos palabras. Pasé otras épocas nubladas por diversos vahos, desde el alcohol a todo un pupurri de drogas innombrables. Y hasta tuve épocas de profundamente Paranoico y desconfiado, pues pensaba que todo el mundo hablaba de mí y no bien, precisamente y ahí, si que estaba insoportable y porque no me soportaba ni yo mismo. De todas esas épocas sacas algo, algo positivo, algo negativo, algo que no debes hacer o que debes hacer de otra manera.
En fin y como dice el otro, de todo siempre sacas algo. Claro que cuando estaba más perro, no sacaba muchas cosas, sólo sacaba que era un cacho cabrón que supuraba odio y en ese momento siempre pensaba, que yo no era yo, que era otro que había entrado en mi cuerpo. Pues no señor, era yo y con todo mi equipo y de ahí aprendí algo importante: que en la vida nunca podrás decir que sí o que no definitivamente y porque a lo mejor más adelante, te conviertes en lo contrario de lo que eras y además y para más inri, sin darte cuenta de ello. Yo pasé por ser Perro Rabioso, por ser una bola de odio, por ser irascible, por ser agrio, vengativo, estúpido y cretino y esto fue mi lado malo y el bueno, es el que conocéis ahora.
Yo a través de mi vida pasé por todas las etapas posibles. Pasé épocas que incluso escuchaba hasta las moscas y todo su repertorio. Pasé otras en que era el colmo de la impaciencia y no podía escuchar más que dos palabras. Pasé otras épocas nubladas por diversos vahos, desde el alcohol a todo un pupurri de drogas innombrables. Y hasta tuve épocas de profundamente Paranoico y desconfiado, pues pensaba que todo el mundo hablaba de mí y no bien, precisamente y ahí, si que estaba insoportable y porque no me soportaba ni yo mismo. De todas esas épocas sacas algo, algo positivo, algo negativo, algo que no debes hacer o que debes hacer de otra manera.
En fin y como dice el otro, de todo siempre sacas algo. Claro que cuando estaba más perro, no sacaba muchas cosas, sólo sacaba que era un cacho cabrón que supuraba odio y en ese momento siempre pensaba, que yo no era yo, que era otro que había entrado en mi cuerpo. Pues no señor, era yo y con todo mi equipo y de ahí aprendí algo importante: que en la vida nunca podrás decir que sí o que no definitivamente y porque a lo mejor más adelante, te conviertes en lo contrario de lo que eras y además y para más inri, sin darte cuenta de ello. Yo pasé por ser Perro Rabioso, por ser una bola de odio, por ser irascible, por ser agrio, vengativo, estúpido y cretino y esto fue mi lado malo y el bueno, es el que conocéis ahora.
