COSAS...


Confirmemos lo dicho y lo entredicho. ¿Total que nos cuesta reconocer las cosas y las que están dentro de nuestro pensamiento?. No cuesta nada decir que sí, como decir que no o que no sé o que me has pillado en un mal día para decirte lo que realmente  pienso y que si me apuras y lo pienso dos veces, te diré que no, que no es cierto, que eso era otro cuento y lo que me estás diciendo es como leer el guión de otra película. La vida te da herramientas y depende de como las uses tendrás uno u otro resultado. No todo depende de la mala suerte que hayas tenido o porque no has nacido en el sitio apropiado o porque por el camino te has liado con el tipo o tipa que te ha llevado por el camino equivocado y porque siempre hay una parte que depende de tus decisiones y unos se salvan por los pelos y otros se salvan por sus agallas y en cambio otros, se condenan por seguir una ruta equivocada. Hay salmos y oraciones que te ensalzan en el mundo de las emociones más primarias y yo no te pido que me ensalces a la primera y es más, te pediría que no me ensalces nunca. Odio el endiosamiento y el que se creen santos y falsos perfiles. Yo en el fondo, me considero un bicho y sino no me creéis preguntárselo a algunas personas con las que me he cruzado, que tampoco serán tantas y porque las cosas se ven de distinta manera según el cristal con que las mires. Pero algunas si que hay y reconozco mi mea culpa. Creo que todos hemos cometido maldades a lo largo de nuestra vida y algunas han sido imperdonables.

Pero ahí está el tema, en reconocer que las has cometido y que pudiste hacerlo mucho mejor y de otra manera. No hay justificación posible cuando te has comportado como un verdadero cabrón. Ni el paso del tiempo las justifica, ni que estabas pasando por un momento muy malo. Justificar que te has comportado como un verdadero cabrón no admite dobles lecturas ni dobles interpretaciones. Lo has sido y esa es la verdadera realidad y a ves te ha dado tiempo para pedir perdón a la otra persona, pero en otras y debido a lo gran cabrón que has sido, la otra persona no quiere oír nada de lo que tú le digas y con razón y porque tiene motivos para hacerlo. He perdido amigos y amigas por no saber como comportarme o por pasar largo tiempo de ellos y años más tarde querer todo fuera como antiguamente era. Yo me acordaba de ellos y ellas, pero todos esos grandes recuerdos los iba almacenando y como si años más tarde y cuando volviera a ver a esa persona me fuera a acordar de todos ellos. Pero la memoria es muy selectiva y sólo graba unas cuantas hechos o cosas. Yo pensaba que la distancia y el paso del tiempo no importaban tanto, que mañana sería como fue ayer. Y no señor, nada será como antes y sino lo cuidas menos será.

A lo largo de mi vida he querido mucho y con muchas ganas. Pero también me han querido a mí y tengo que reconocer que a veces no he sabido corresponder a su debido tiempo. Todo es susceptible de que cambie, pues todo en ésta vida cambia y se transforma, pero a veces no he sabido explicar lo que ha cambiado dentro de mí y porqué y como. He tenido largos silencios, silencios muy incómodos y porque eran silencios tensos en medio de una tempestad emocional y quizás ahora pienso que no era el momento más adecuado para tenerlos. Primero, explicar lo que pasaba por mi alma y por mi cabeza y más adelante envolverme dentro de mi silencio y esa sería la pauta de actuación perfecta. Y no sé si había algo de cobardía y de miedo para poder admitir que estaba dotado de grandes deficiencias. Siempre me quise ver dentro de mi propio espejo y sentirme grande, amable, bueno y simpático. Todos nos engañamos y más lo hacemos cuando hemos hecho todo lo contrario de lo que pensábamos. Pero bueno, nunca es tarde para reconocer las cosas.






























No es que no quepamos


 No es que no quepamos

pero cuando vamos de sobrados nos puede pasar eso

que el espacio sideral se nos haga pequeño

que la luna se convierta en una pelota con la que podemos jugar

que el sol dejaría su luz cegadora

que el viento se amansaría con una simple caricia sobre su pelo.

No se trata de decir palabras bonitas por decir,

se trata más bien de conseguir que todos imaginen

lo que tú previamente te has imaginando

que si vas de un mundo al otro

es para crear otro mundo nuevo

y que nadie se asuste del viaje

abrir las ventanillas

y que os de el viento os de en la cara

que nadie tiemble ante el miedo a las profundidades

que nadie espere palabras de consuelo porque sí

en esta vida hay que ser valiente

pues lo valiente y lo sincero es el camino correcto

que nadie sufra por lo banal

y si hay que sufrir que sea por algo grande o inmenso

y si hay que reír que sea a carcajadas

y hasta que tu mandíbula se desencaje



















Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...