Cada uno se lo monta como puede, pero también es verdad que de vez en cuando hace falta un estímulo externo. Yo que estaba viviendo a ritmo caribeño y entre las vacaciones y el mal cuerpo que tenía, las cosas iban más bien despacio y de repente y a las 3 de la tarde y cuando ya estaba dispuesto a darme una siesta, van y me dan un aviso de traslado en avión y claro a esa hora y con la panza llena, me cagué en sus muertos. Salí zombi perdido y con esa mala hostia que solo se tiene con la desgana.
Pues nada, que después de espabilarme un poco, le agradecí al mundo que me diera un fin y una tarea y porque se me cayó al suelo la desgana.
Y cuidado con la desgana, la desgana se hace hábito y al final, es tú uniforme. Desgana prima hermana de la pereza o de la desidia y lo malo es que ninguna da la cara y tú pensando que eres el de siempre y resulta que ya no eres el de siempre y eres solo una mala fotocopia de lo que fuiste.
Caña y caña al cuerpo y chaval espabila que te estás quedando atontado. y por eso agradezco tanto ese aviso médico y a la hora en que me lo dieron.
Si yo soy de la teoría que de vez en cuando hay que meter los dedos en un enchufe y así te espabilas y de paso te cargas. De todas formas yo ya me cargué mucho de pequeñito, pues en mi casa había un enchufe siempre jodido y todos los días me quedaba pegado y dando alaridos. Y al final y mira como es la vida, creo que lo estoy echando de menos. ¡hay que joderse!

Y cuidado con la desgana, la desgana se hace hábito y al final, es tú uniforme. Desgana prima hermana de la pereza o de la desidia y lo malo es que ninguna da la cara y tú pensando que eres el de siempre y resulta que ya no eres el de siempre y eres solo una mala fotocopia de lo que fuiste.
Caña y caña al cuerpo y chaval espabila que te estás quedando atontado. y por eso agradezco tanto ese aviso médico y a la hora en que me lo dieron.
Si yo soy de la teoría que de vez en cuando hay que meter los dedos en un enchufe y así te espabilas y de paso te cargas. De todas formas yo ya me cargué mucho de pequeñito, pues en mi casa había un enchufe siempre jodido y todos los días me quedaba pegado y dando alaridos. Y al final y mira como es la vida, creo que lo estoy echando de menos. ¡hay que joderse!