Hay personas que piensan que todo se soluciona con guerras e historias parecidas (todas medio sanguinarias). Es que hay personas que piensan que son constantemente agredidas y porque sienten que son el centro del universo y que el resto (o sea, nosotros), solo les tienen o les tenemos puta envidia cochina (vamos, que somos sus putos satélites). Bueno en realidad, ellos son bolas de grasa rellenas de carne y hueso y son como albóndigas de carne de cerdo o como se dice aquí, como pilotas o albóndigas en su salsa. Y suele coincidir en ésta especie de seres, ser egoístas y extremadamente tacaños. Yo soy más bien lo contrario y porque soy excesivamente desprendido con lo mío, pero porque la sangre me lleva por el lado más desprendido (o sea, me lleva al río de la abundancia). Yo soy de los que opino que si voy contigo yo te invito o te dejo mi coche o te dejo mi casa, pero claro, esto lo hago con quién merece la pena y le tenga ese grado de cariño y confianza. Vamos, que no penséis que voy de bonachón atontado por la vida (aunque también tengo que decirlo, hay veces en que lo he sido), pero en general pienso que todo depende de donde pongas el listón y a veces, llegar a ese listón es más difícil de lo que algunos queremos pensar.
Pero como se dice, mi sello o mi escudo ponen que soy desprendido por naturaleza, pero al lado también hay dibujada una calavera y para avisar a los listillos que se quieran colar en mi fiesta. Vamos, que si eres de mi confianza no te dejo la vida, porque la vida no se puede dar, ni regalar, pero de los temas materiales te dejo casi todos y dejo el casi, por reservarme alguno y no quedarme desnudo del todo. Claro que después te encuentras con gentuza, con gentuza que piensa que tú eres como ellos y que funcionas solo por intereses como los de ellos y por esa razón, yo tomo tantas precauciones. Porque a lo largo de mi vida me he llevado mis buenos palos y porque algunos hicieron su puto papel de ladillas a las mil maravillas (todo hay que decirlo).
¿Qué si estoy escarmentado?, pues sinceramente, no. Simplemente estoy prevenido y porque el sello de uno no se borra en la vida ni en la muerte y uno nació desprendido y se morirá desprendido. Uno solo aprende a poner barreras y fronteras y a detectar antes las manzanas podridas, pero aún así creo, que alguna vez más me la meterán de nuevo sin vaselina y hasta que mi culo reviente y me lo pongan cual coliflor. Ahora cabría decir lo que se dice siempre en estos casos: que a partir de ese momento esa persona perderá tu presencia y voy a añadir una cosa: que se tendrá que acostumbrar a andar sólo y sin otra cosa que hacer, que contar todas sus ruines monedas justificadas por su egoísmo y cutrerío.