LUNES DE DICIEMBRE

 

Lunes de diciembre, que ya es mucho decir...lunes del mes de diciembre cuando hace dos días estábamos en el mes de septiembre. No voy hacer más alegorías sobre el paso del tiempo y porque no quiero y además., porque no me da la gana. Yo tengo todo el derecho de ejercer mi propia jurisprudencia y dictar mis propias leyes y al mismo tiempo, saltarlas cuando me de la real gana. Uno es uno y el otro es el otro y muchos no somos todos y algunos siguen siendo pocos. Las excepciones a veces se convierten en reglas, pero para hacer eso se tiene que tener poder. Y yo no lo tengo, mi poder es nimio, enano, minúsculo, es una granito de arena en una playa o en un desierto. Yo, visto desde el espacio soy aquél pequeño punto negro que parece que se mueve y es que esa sensación de movimiento que se puede tener desde el espacio, sólo la pueden dar miles o millones de pequeños puntos negros moviéndose todos al mismo tiempo. Sensación de estorninos haciendo grandes y brillantes vuelos, creando formas imposibles, deformándose en movimiento.

La masa o las masas crean movimientos de masas, que en sí no son buenos ni son malos (los movimientos de masas), pero para nuestra desgracia como seres humanos, cada movimiento de masas va dirigido por un líder. Y en esto no hay excepciones. En la cabeza de cualquier gran movimiento siempre hay un líder que estará por encima de los demás. Y digo gran movimiento, pero la cosa es más y porque hay un líder detrás de cualquier movimiento, sea masivo o sea diminuto. Un líder o una cabeza visible que disfruta con el espectáculo de ver como le obedecen las masas. Hoy digo no y todos tenéis que decir no y hoy digo sí y a ver qwuién es el guapo que me lleva la contraria. Porque esa es otra, el líder se acaba rodeando de un panda de matones que por encima de todo defienden al líder. Tú (pobre paria) no pretendas llegar hasta él y en tal caso escribe un comentario o queja en un papel y para que más tarde, pueda el líder limpiarse el culo.

El líder no aconseja, el líder ordena y manda y pobre el que no obedezca la orden de un líder. Primero, están los matones a su servicio y segundo, está la masa borreguil que le seguirá a pies juntillas. Y como el líder te señale como su potencial enemigo, saldrán las masas enfervorecidas para colgarte del palo más alto. Pero los humanos somos así y un día apaleamos a alguien en nombre de nuestro gran líder y otro día (que suele ser posteriormente), decimos tranquilamente y sin la mínimo atisbo de mala conciencia, que fue un acto equivocado y que simplemente te dejaste llevar por el fervor popular hacia ese líder. En la masa nos diluímos y con la masa nos defendemos, pero eso sí, por culpa de la masa también nos equivocamos. Al final, ese granito de arena que somos, sigue siendo parte de una playa o de un desierto, pero dentro de un zapato podemos ser un auténtico coñazo. Por tanto, todo depende de donde estemos y de con quién estemos y de lo que hagamos y dejemos de hacer. Uno puede ser muy molesto o no y eso y lo siento para algunos, tiene su propia responsabilidad individual. Todos hemos formado parte de ese movimiento de masas.

















SÁBADO

Sábado, primer sábado después de mi cumpleaños que fue el día 5 de febrero y ese día el mundo tuvo la mala suerte de saber que en una esquin...