CICATRICES...

Dicen que las buenas heridas cicatrizan de primera intención,

también dicen que las peores cicatrizan mal y cicatrizan horrible,

éstas, por su maldad, suelen dejar evidentes secuelas y marcas

y ésta es una evidencia basada en la ciencia

y no hay argumento ante éste hecho expuesto...

Y yo no puedo cicatrizar bonito y fácil,

porque mis cicatrices no fueron causadas por cortes limpios,

ni fueron producto de una lucha de navajas en un cruce de caminos,

mis cicatrices tienen más que ver...

con puñaladas traperas recibidas por la espalda en cualquier amanecer,

mira, te voy a dar un abrazo

y en ese mismo momento, 

el filo de navaja estaba atravesando mi piel...

HAY MOMENTOS Y MOMENTOS

Hay momentos en que lo decides todo

y hay otros en que te apagas y te dices hasta mañana,

Hay algunos que son estelares

y brillas bajo la luz de los focos,

mientras los de tu alrededor gritan tu nombre 

con inusitado entusiasmo, 

Hay otros momentos de tono bajo

son casi imperceptibles para el oído humano,

 se mueven a ritmo lento

y los susurros son su lenguaje,

Hay otros momentos de impacto,

de repente te disparan palabras a bocajarro

y tú caes al suelo, 

fulminado y muerto,

Hay momentos íntimos,

de tú a tú,

de cara a cara,

de comerse a besos

y de esconderse bajo las Sábanas.

ERRORES...

A grandes errores más demanda de aciertos 

a más demanda de aciertos más exigencia,

a más exigencia más control diario,

a más control diario más disciplina ciega,

a más disciplina ciega menos intuición,

a menos intuición menos pasión e ilusión,

a menos ilusión más depresión

a más depresión menor fuerza vital, 

a menor fuerza vital peor funcionamiento...

yo me considero un error,

pero un error por mis hechos

y se lo digo al mundo y además se lo grito:

me equivoqué tantas veces,

que aún no logro entender como sigo vivo

y la última vez,

fue como dispararme en un pie

y poner cara de poker...

SÁBADO

Sábado, primer sábado después de mi cumpleaños que fue el día 5 de febrero y ese día el mundo tuvo la mala suerte de saber que en una esquin...