No sólo eres tú,
también lo soy yo,
es más, soy sobre todo yo
y lo que sea de ti depende de ti,
y lo que sea de mi, depende de mi yo,
yo y mi yo somos importantes,
somos equipo unido y pocas veces vencido,
hemos tenido unos cuantos fracasos,
no muy sonados pero si delicados,
de los que duelen, vamos,
de los que duelen, lastiman y te hacen llorar,
pero mi yo y yo siempre hablamos después de los hechos,
siempre hacemos balance de lo acontecido
y recontamos muertos, heridos graves y leves
y por supuesto, cuantos quedamos en pie
y nuestra conclusión es común:
lo duro se supera con más dureza
lo doloroso con sangre, sudor y lágrimas,
lo sencillo se tiene que complicar porque es así,
y lo divino que le queda a uno está dentro de uno mismo,
es decir, está en el fondo del Almario.
también lo soy yo,
es más, soy sobre todo yo
y lo que sea de ti depende de ti,
y lo que sea de mi, depende de mi yo,
yo y mi yo somos importantes,
somos equipo unido y pocas veces vencido,
hemos tenido unos cuantos fracasos,
no muy sonados pero si delicados,
de los que duelen, vamos,
de los que duelen, lastiman y te hacen llorar,
pero mi yo y yo siempre hablamos después de los hechos,
siempre hacemos balance de lo acontecido
y recontamos muertos, heridos graves y leves
y por supuesto, cuantos quedamos en pie
y nuestra conclusión es común:
lo duro se supera con más dureza
lo doloroso con sangre, sudor y lágrimas,
lo sencillo se tiene que complicar porque es así,
y lo divino que le queda a uno está dentro de uno mismo,
es decir, está en el fondo del Almario.