Yo si tuviera que dar las gracias, simplemente diría: ¡gracias! y porque sino esas gracias las tendría llenas de matices y tachones...pues el grado de ellas y su puta intensidad varía según el día, la hora y las circunstancias y al final, sería un gracias todo parcheado y rectificado. Y una cosa tengo muy clara y las gracias hay que darlas como son y que sean nítidas y claras y que no enreden entre las ramas de las matizaciones. No hay un gracias y pero...bueno lo hay, pero yo no lo acepto y porque para eso es mejor no decir nada y dar la callada por respuesta y que cada uno intreprete la película según le venga en gana. Tampoco hay un supergracias y porque lo exagerado suena a desbordamiento de palabras y gestos y yo soy latino y me gusta la exageración dentro de un punto picante, que por cierto también tiene su propio punto. Las gracias se pueden cubrir con otras cosas, por ejemplo con un beso cariñoso y bien dado, o con un suave abrazo de oso o con la mejor de las caricias o a veces y ¿porqué no? con la ternura de una simple mirada y porque el silencio también forma parte de las gracias y un gesto y un beso y un silencio a veces dicen más que mil palabras.
Si yo tuviera que dar las gracias diría: ¡gracias! o no diría nada y me quedaría viendo a los ojos del presunto homanejeado y para que notara la ternura fresca y sincera de mi mirada. Aunque a veces llega con un simple gesto de agradecimiento y tampoco hace falta decir nada y una sonrisa es su mejor ejemplo... y una sonrisa maravillosa y una chispa en los ojos y con esa brillantez en los ojos que yo tenía antes de tanto usar gafas, creo que con el paso del tiempo y de usar día sí y día también mis viejas lentes de miope, me ha desgastado el brillo de mi mirada y mis ojos se han ido apagando y a veces no me doy cuenta de ello y sigo pensando que yo encandilo con mi mirada y claro y pasado un momento, me doy cuenta e intento demostrar mi agradecimiento... a base de besos, de gestos o de inmensos y sentidos abrazos o bueno, con el silencio, pero en éste caso ha pasado un tiempo importante y ahora ese silencio hasta puede resultar embarazoso y poco lustroso.
Por tanto, respuesta inmediata: silencio o un simple y sencilla gracias. Y respuesta tardía: dar las gracias y ayudarse de un cariñoso beso o abrazo y si hay confianza y como guinda del pastel, adornarse con una suave y hermosa caricia que haga las delicias de la otra persona. Y una última advertencia, todos estos hechos que demuestran agradecimiento, han de ser espontáneos y cortos en el tiempo y en el espacio, porque no vale el ponerse en plan baboso y pesado y os recuerdo que los excesos demostrativos saturan a cualquiera y endulzan demasiado cualquier tipo de relaciones personales y sociales...
Si yo tuviera que dar las gracias diría: ¡gracias! o no diría nada y me quedaría viendo a los ojos del presunto homanejeado y para que notara la ternura fresca y sincera de mi mirada. Aunque a veces llega con un simple gesto de agradecimiento y tampoco hace falta decir nada y una sonrisa es su mejor ejemplo... y una sonrisa maravillosa y una chispa en los ojos y con esa brillantez en los ojos que yo tenía antes de tanto usar gafas, creo que con el paso del tiempo y de usar día sí y día también mis viejas lentes de miope, me ha desgastado el brillo de mi mirada y mis ojos se han ido apagando y a veces no me doy cuenta de ello y sigo pensando que yo encandilo con mi mirada y claro y pasado un momento, me doy cuenta e intento demostrar mi agradecimiento... a base de besos, de gestos o de inmensos y sentidos abrazos o bueno, con el silencio, pero en éste caso ha pasado un tiempo importante y ahora ese silencio hasta puede resultar embarazoso y poco lustroso.
Por tanto, respuesta inmediata: silencio o un simple y sencilla gracias. Y respuesta tardía: dar las gracias y ayudarse de un cariñoso beso o abrazo y si hay confianza y como guinda del pastel, adornarse con una suave y hermosa caricia que haga las delicias de la otra persona. Y una última advertencia, todos estos hechos que demuestran agradecimiento, han de ser espontáneos y cortos en el tiempo y en el espacio, porque no vale el ponerse en plan baboso y pesado y os recuerdo que los excesos demostrativos saturan a cualquiera y endulzan demasiado cualquier tipo de relaciones personales y sociales...