AMORES

Hoy quizá necesitara algo más íntimo y cariñoso, como un abrazo, como un tierno beso o que alguien me cogiera del brazo, no sé, algo que me inunde las fibras sensitivas. Hoy estoy sensible, que no sensiblero, hoy siento que me encuentro sólo. Pero eso me pasa por reivindicarme tanto y yo y yo y yo. Como todo tiene su anverso, pues el quererme tanto también lo tiene y que no es otro, que el quedarme sólo. Tampoco voy a ir de rebajas y de pobrecito de mi y que mal lo estoy pasando, no señor, iré dando la cara y con la verdad por delante.

No quiero amores compasivos y personas que ejerzan de madres. No quiero dar lástima y porque no tengo razones para darla, estoy feliz como una perdiz, sólo digo que a veces noto que me falta algo y entonces me pasa, que me pongo tierno y melancólico. La ternura es un don y el que tiene ese don, no sabe la suerte que tiene y lo digo por él y por la otra persona. La ternura es acariciarte con los sentimientos, con las palabras, con los gestos, con las miradas y todo se hace envolvente y parece que flotas dentro de una burbuja.

Yo quiero amores verdaderos, que empiecen con la verdad por delante y con los pies en el suelo, ya habrá tiempo de volar más adelante. Quiero los sentimientos claros, sin tapujos y sin palabras de doble sentido. Quiero que ese día no bañemos a la luz de la luna y que durmamos al calor de una hoguera. Quiero acariciar tú pelo y mientras tú me cuentas una historia o un cuento. Quiero tener conmigo la magia de ese momento y guardarla en una caja de plata. Quiero que me desees tanto como yo te deseo o más, quiero gustarte, quiero amarte, quiero abrazarte, quiero besarte y quiero y sobre todo quiero, acariciarte.

TARDES OTOÑALES

Claro que hoy es Viernes y los Viernes ya se sabe, son días de precalentamiento del fin de semana. No como yo hacía antes, que me ponía carioco el Viernes y el Sábado ya estaba para que me tiraran a la basura.  Me entusiasmaba tanto con la película que se me iba la pelota y adiós fin de semana. Porque la resaca era pastosa y con fuertes dolores de cabeza y cuando conseguía dominarla, pocas veces, el sábado  era día propicio para darse una vuelta por el campo o por la playa.

Es decir, era día de actividades lúdicas tranquilas, ya se sabe, paseos y recogimientos personales. Los pocos días en que conseguí dominar mi resaca, fueron tardes espléndidas y preciosas, fueron tardes de soles otoñales, de rayos tangenciales, de lluvia fina, de luces y de sombras y de mares embravecidos. Recuerdo especialmente el Otoño, el maravilloso otoño de mi tierra gallega y en consecuencia, la estrella del otoño, la búsqueda de setas en la profundidad de los bosques.

Cuando recopilábamos muchas setas, nos hacíamos un papeo con ellas y ya era una cena colectiva segura y después ya empezaba el cachondeo de nuevo. La noche de cachondeo y sin hora y hasta caer muertos o casi. Hubo noches memorables, pero hubo muchas otras que fueron sin sustancia y éstas últimas fueron las peores, pues como veías que no era tú noche, te agarrabas a la botella con pasión y alevosía. Después y a última hora y cuando casi te caías al suelo, hacías un último intento baboso y para ver si alguien caía en tus redes. Desde luego si caía alguien, por lo menos tenía que estar al mismo nivel alcohólico que tú estabas o sea,

era como encontrase dos ciegos en medio de una discoteca.

DIVERTIRSE

Pues son las 5 de la tarde y ahora vengo de tomar un café del bar de la esquina, del mismo bar donde paro siempre. Y bueno me encontré a un conocido que iba paseando por la calle y hablando y hablando coincidió que los dos estábamos de vacaciones. Claro que cuando empezó a describirme lo que él hacía y ayer mismo se había ido de copas y todas esas cosas que se hacen de noche y hasta que el sol asoma, va y me dice a modo de conclusión: "es que hay que saber divertirse". y yo me quedé mirándole y no le dije nada.

Pero por dentro me lo dije a mi mismo, pues es curioso que el concepto de diversión sea el salir de copas. Entonces yo debo ser un tío muy aburrido y sin sustancia, porque salir de noche y de copas hace años que no lo hago. Antes sí y era el rey de la noche y copas y copas y más copas y al final ya no era el rey, era un  zombi. Y sí que de aquellas valoraba muy mucho la diversión con ese mismo concepto, éste tío es divertido, porque sale mucho de noche.

Pues nada que ahora no soy divertido. Ahora que vivo el día a día con todo mi entusiasmo,
resulta que soy aburrido. No le queda nada al tío ese para aprender algo de que va la vida. Además lo difícil de la vida, no es el emborracharse, eso es lo más fácil, inclinas la botella en tú boca y ale todo para dentro, lo difícil es divertirse durante el día y a pelo, sin alcohol, sin pastillas y sin demás drogas. Y sinceramente yo me divierto y como nunca me he divertido antes. Ahora me divierte el levantarme y ver como está el día y dependiendo de su estado yo me adapto al día, si hace sol me acaricio con sus rayos, si llueve me baño en un charco y si está nublado, me subo a una nube y simplemente viajo.

HOY ES VIERNES DÍA 5 DE SEPTIEMBRE

Primera etapa del día, cumplida. Es la 1 de la tarde y tengo que hacerme la comida y hoy toca lo que ayer no tocó y siempre dentro de los cánones de la dieta. O sea que será una ensalada y algo a la plancha y un yogurt o una pieza de fruta y se acabó la fiesta. Bueno ya le voy cogiendo el gusto a la dieta, trabajo me ha costado, he tenido que luchar contra los fantasmas del hambre y el de las cosas ricas y sabrosas. Pero bueno, el fin se lo merece y además ya empiezo a notar los primeros síntomas de mi adelgazamiento y eso da mucha moral.

El pan era mi debilidad, la fruta mi pasión turca, las salsas eran para mojar y los zumos mi líquido elemento preferido. Y de todo esto he tenido que pasar y no sin dificultades y sueños o pesadillas donde me veía comiendo productos prohibidos. Es como volver a educarse y primero tienes que romper los viejos hábitos y poco a poco adaptarte a los nuevos. Pero para mi es más fácil que para otros, yo soy diabético y eso me ayuda mucho, por lo menos me ayuda moralmente.

Claro que siempre podía seguir endulzándome la vida y seguir comiendo comida basura, tal como hacen muchos que son diabéticos. Pero para algo yo tengo el coco encima del cuello, para pensar y darme cuenta que me jodería la vida. Yo no quiero acabar vendiendo cupones y pasarme porque soy ciego y además si siguiera con el azúcar en alto, no tendría que disimular mi ceguera, pues el azúcar acaba llevándose la Retina (la Retinopastía Diabética) y al final, sería Diabético además de Ciego. Y yo aún tengo que ver muchas cosas ante de despedirme definitivamente.

EL ABURRIMIENTO

Son las 12 y media y ya es la hora de meterse en el sobre, me queda una ardua tarea por delante, que no es otra que dormir a pierna suelta, para eso, entre otras cosas, estoy de vacaciones. No están resultando mal éstas vacaciones, son familiares y tranquilas. Aburridas no, no tengo tiempo para aburrirme, ya hace tiempo que el aburrimiento desapareció de mi vida y eso que estuvo conmigo mucho tiempo, pero desde hace más dos años lo tuve que despedir y sin indemnización, ni nada. O sea que apliqué el despido libre.

Tardes aburridas, eran aquellas tardes en donde no sabía lo que hacer, aquellos tedios inmensos, aquellas horas vacías. De aquellas no me gustaba pensar y tampoco escribir y entonces, el paso de los días era lento, era lentísimo. De hecho fuera de mi curre, no me gustaba nada, de alguna manera eso equivalía a vivir para mi curre y lo demás era simplemente secundario. Mi vida era un absurdo, no me sentía cómodo con nada, salvo cuando me enfundaba el mono del trabajo. Y claro, me entraban pensamientos negros como el azabache, ¿seré un buen padre?, ¿seré capaz de hacer esto o lo otro?.

Y lo mejor del caso, es que no sé el porqué ni el como hubo ese cambio. Podía decir que estuve un mes encerrado en un manicomio, pero ya lo había estado anteriormente y también durante otro mes y sus efectos positivos solo duraron unas semanas y ésta vez ya pasaron más dos años y aquí estoy, fuerte como un León. O sea que hubo un salto cualitativo dentro de mí, pero que nadie me pregunte el como ha sido. Hay quién dice que simplemente llegó mi momento de dar ese salto y hay quién va más allá y te dice que eso ya estaba escrito. Pero a lo que iba al principio, lo que sé y a modo de conclusión, que el aburrimiento en mi está proscrito.

EL SUEÑO

Dicen que el sueño no se recupera, eso dicen, porque mi propia experiencia me dice lo contrario, yo necesito recuperar el sueño perdido. Necesito varios días de dormir a pierna suelta y un día como hoy puedo decir que ya estoy recuperado. O sea que ya he saldado mi cuenta pendiente con el sueño y por todos los sinsabores por los que le he hecho pasar y por ese sueño a trozos, por dormir dos horas, por estar despierto otras dos horas y a continuación una hora de sueño y de nuevo despierto.

Pues eso, que después de esa paliza tengo la obligación de recompensar al sueño y los primeros días ando descontrolado, pero poco a poco voy saldando mi deuda y llega un día como hoy, que me siento con el placer de haber pagado mi deuda. Y no es fácil volver a regular el sueño, los primeros días duermes mucho o duermes poco o te despiertas varias veces de noche y siempre y siempre te despiertas muy cansado. Supongo que al principio el cuerpo está como de mono y que echa de menos las levantadas nocturnas y el dormir a trozos.

Pero como decía antes, hoy me he liberado y me levanté a las 10 y por fin, con esa sensación de haber descansado. Vamos que hoy me siento nuevo y renovado y con las pilas cargadas. De todas formas es mejor no cantar victoria, por un día tampoco voy a decir que he vencido. Pero bueno, algo es algo y algo es más que nada y si hoy me siento así, tendré que aprovecharlo y además por si acaso la fiesta sólo dura hoy y mañana vuelvo a estar cansado. Espero que no, que esta sensación dure y que dure mucho.

COMO ME VEO

Y ahora ¿como me vería mi madre?, siendo un tío médico un tanto vaina. Pues como médico me vería muy bien y estaría orgullosa, pero como vaina, ya creo que no. Como médico que soy, le gustaría verme activo y tomando decisiones y parloteando con los colegas médicos, pero otra cosa distinta sería verme fuera del trabajo y en donde casi no me relaciono con mi sector de galenos. Y no tengo como un principio, el no  relacionarme con los de mi ramo, pero si lo tengo como una sugerencia preventiva.

Yo mientras trabajo, soy médico y soy médico con todas las consecuencias, pero fuera de mi trabajo, soy sobre todo persona y me queda un pequeño trocito como médico. Pero bueno, por fuera soy muchas cosas, soy escritor sensitivo, soy padre de tres hijos, soy amigo de mis pocos amigos, soy pensativo, soy introspectivo, soy reivindicativo y soy el traductor de mis pensamientos y todo esto soy en el día a día. Y hacer todas éstas cosas requiere su tiempo y sus dosis de paciencia.

Claro que siempre se puede ser más, pero el día tiene 24 horas y 8 horas me las paso durmiendo y por tanto, yo hago lo que puedo. Podía no dormir, pero eso no es lo aconsejable y porque no dormir a mí me desquicia y al final, corre peligro mi salud mental. Aunque no lo parezca yo ando siempre sobre un fino hilo y a veces ese hilo se rompe y yo me desequilibro. Ahora cuido mi salud mental y rechazo los peligros que encuentre por el camino. Ahora mi vida significa equilibrio y es todo lo contrario de lo que hacía antes. Antes me encantaba arriesgarme por los vericuetos de los callejones oscuros y siniestros. Ahora en cambio,
me gustan las avenidas a plena luz del día.

LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...