Menudo palo esto de alquilar tú propia casa y aún encima en el verano,
que es cuando más se disfruta. Bueno cuando más se disfruta, es en
Primavera y en el Otoño, pero al Verano también se le extrae su jugo.
Pero que remedio queda, la crisis pega y golpea fuerte y como golpea.
Como dice el otro, por lo menos tengo una casa que pueda alquilar.
Lo
que me pasa a mi en éstos momentos, es que estoy hasta los huevos de
ese argumento, el argumento consolador, el que por lo menos tengo casa. Y
es que para una vez vale éste argumento, pero para andar por la vida,
al final se hace conformista. Porque esto es lo mismo que nos dicen
cuando exigimos que no nos recorten más el sueldo y es más, nos dan
hostias por los dos lados. Por el de arriba o sea nuestros jefes o hijos
de puta, nos dicen que tenemos que apretarnos el cinturón y que no nos
quejemos que por lo menos aúhn tenemos trabajo, así que a poner el culo y
sin vaselina, porque si no aumentaría el gasto.
Y por abajo
¿que pasa?. Pues pasa que cuando reclamamos que no nos jodan más el
sueldo, los elementos de abajo o mejor dicho algunos de ellos, nos dicen
que no nos quejemos que tenemos curre y una nómina. Asi que queda
demostrado que somos clase media y lo queda porque estamos en medio de
un sanwich, somos el jamón York , la clase media aplastada. O sea que al
final los dos extremos se tocan y los dos en función de sus propios
intereses, distintos, muy distintos, pero usan el mismo argumento. Y sé
que esto que digo no va caer muy bien y más en las clases más bajas, que
por cierto de las dos clases, son las únicas que me jode que estén peor
que yo, a las altas ya les pueden dar por el culo y es que además
resulta que en tiempos de crisis es cuando están mejor que nunca.
Al final uno coje una especie de complejo: no te quejes porque hay
muchos peor que tú y así sigue rodando la pelota. Claro que llega un
momento en que los números se te ponen delante y haces un cálculo
realista de lo que perdiste de un año aquí. Para ser sincero primero
haces el cálculo económico y alucinas a colores, pues las cuentas no te
salen. Yo pensaba que andábamos con una rebaja del sueldo en torno al
10% y resulta que si estableces la comparativa de tú sueldo de ahora con
el de hace un año, las cuentas te salen en un 25% de pérdida. Y
¿Porqué?. Pues yo rebuscando en los anales de mis nóminas, he encontrado
algunos motivos: primero que aparte de l 10% restado de tú sueldo, a mi
me han quitado la productividad variable, que no sé lo que es, pero
debe de ir de pagarte más o menos según con el pie con que te levantes.
Pero quitar la han quitado. Después nuestro sueldo se basa en una parte
importante en horas de más, no horas extras, éstas hace tiempo que
dejaron de existir, eso se hacía hace un millón de años,
aproximadamente. Y ahora suprimieron esas horas de más y claro en base a
dejar descubiertos o no hacerlo como se tiene que hacer. Y por último,
hay que restar la paga extra.
Por otro lado y para aumentar
la sensacion de asfisie, tenemos abiertos varios frentes a la vez: la
palma de todos se la lleva Hacienda, que para cobrar andan listos, pero
para pagar ya es otro cantar. Hay que sumarle, los Ayuntamientos, que
como están tiesos se ponen las botas a base de multas y a base de
incrementos en los impuestos municipales: suben el IBI, el impuesto de
circulación y demás asuntos banales. Después vienen las subidas de la
gasolina y todos sus derivados. Esto arrastra que suba el butano y hasta
el precio de los alimentos. Las grandes compañías se suman rapidamente,
suben las tarifas del agua, de la luz y hacen lecturas del contador
algunas reales, pero la mayoría las hacen despues de fumarse un buen
porro y curiosamente nunca se confunden por abajo, siempre te cobran
mucho más de lo real. Y las compañías de teléfono, y...y...y...
No quiero seguir la lista, porque hasta me aburro yo mismo. Creo que lo
que dije es suficiente para entender aquello que decía de encontrarnos
en medio del sanwich y como veis el sanwich tiene muchas capas por
debajo y por arriba, las cuales nos oprimen aún más de lo que estamos.
Se me puede interpretar como que estoy llorando y nada más lejos de mi
intención. Mi intención es reivindicarnos y para ello debemos ser
valientes y decir las cosas a la cara. Y yo me pongo a ello: primero
debemos liberarnos de prejuicios, nosotros tenemos el mismo derecho que
los demás a protestar y reivindicar, como también tenemos el deber de
solidarizarnos con los que están peor que nosotros, pero eso no lleva a
que nos tengamos que callar. Si nosotros cedemos en nuestro derechos
laborales, esos derechos los perdemos nosotros, pero también todos los
trabajadores, los viejos y los nuevos. Por otro lado hay que sacudirse
el miedo, el miedo a perder el curre o a que te enseñen que detrás de tú
trabajo hay miles que están dispuestos a trabajar en las mismas
condiciones. Esto es más verdad que un templo, pero cuidado que con éste
argumento, pues sin darte cuenta, llegará un día en que trabajarás casi
gratis. ¿Así que donde está el punto justo?.
Yo, tampoco soy
dios, ni lo pretendo y por tanto no tengo una respuesta que valga para
todos. Cada uno, según sus propias circunstancias personales y
laborales, debe reflexionar hasta donde se puede llegar. Pero a lo que
yo iba, era a ser valientes y decir las cosas a la cara y el que nos
argumenta que él está peor, pues por desgracia, carece de trabajo, pero
que al mismo tiempo está dispuesto a darte una puñalada trapera y si
hace falta quedarse con tú curre, pues va y sencillamente se queda. Pues
porque yo por esa persona, voy a dejar de luchar y reivindicar mis
derechos laborales. Acaso no sería más consecuente mandarla a la mierda.
Parto de una premisa y que vale para todas las cosas: yo respeto al que
me respeta y vicecersa. Si uno de los dos rompemos la baraja se acabó
el juego. Así que yo apoyo con todas mis fuerzas, al que esté más
asfisiado que yo, pero mantendré o no mi apoyo, en función de que él
también me apoye. Si no, como dice el otro, no va a ver trato.
Al final, concluyo: que estamos siendo pisoteados y no por las clases
más bajas, si no por los de arriba. esto no hay quien lo dude y seguirá
siendo así, pero es nuestro deber enfrentarse al toro y torearlo
causándonos los mínimos daños personales y colectivos y si por el camino
tenemos que desprendernos de algunos elementos que nos torpedean, pues
habrá que hacerlo sin miedo. De todas formas he hablado de los de arriba
y los de abajo, y para otro día dejo el tema de nuestro propios
compañeros, que como bien sabeis hay de todo y no todo es bueno. También
hay demasiada mierda.