IDIOTA ( Poema)

La rebelión de los idiotas,
es la rebelión que ronda dentro de mi cabeza.

Empezando porque yo,
soy el más idiota de todos los idiotas,
y he tardado demasiado tiempo,
en enterarme de que soy un idiota.

Esto lo digo como aperitivo,
pues si tiro del hilo,
iría a juicio por ser  más idiota todavía.

Un idiota sin remedio ,
es como yo me siento,
y es que a veces,
me pueden las ganas,
y lucho y lucho,
y cuando me paro un rato,
resulta que no me he movido del sitio.

Y todo esto, es porque no me entero,
creo que sí, y me convezco de ello,
me marco fechas y objetivos,
me juro y perjuro su estrito cumplimiento,
y hasta le ruego a dios que me ayude,
y le imploro y lloro,
 y al final, ¿para qué?,
si yo no tengo remedio,
y mi epitafio siempre acaba en lo mismo:
soy un redomado idiota.

Sé que es fácil decirlo,
y que lo más difícil es asumirlo,
y ahora que otra cosa me queda,
o asumo que soy un idiota,
o es mejor que me retire a un monasterio.

Por mi parte noto ya
la sensación que dá el ser un idiota,
y siento como duele,
y se retuerce dentro de mi cerebro,
pero es mejor así,
más vale ser un idiota,
que un bobo e idiota deprimido.

EL SANWICH (Relato)

Menudo palo esto de alquilar tú propia casa y aún encima en el verano, que es cuando más se disfruta. Bueno cuando más se disfruta, es en Primavera y en el Otoño, pero al Verano también se le extrae su jugo. Pero que remedio queda, la crisis pega y golpea fuerte y como golpea. Como dice el otro, por lo menos tengo una casa que pueda alquilar.

 Lo que  me pasa a mi en éstos momentos, es que estoy hasta los huevos de ese argumento, el argumento consolador, el que por lo menos tengo casa. Y es que para una vez vale éste argumento, pero para andar por la vida, al final se hace conformista. Porque esto es lo mismo que nos dicen cuando exigimos que no nos recorten más el sueldo y es más, nos dan hostias por los dos lados. Por el de arriba o sea nuestros jefes o hijos de puta, nos dicen que tenemos que apretarnos el cinturón y que no nos quejemos que por lo menos aúhn tenemos trabajo, así que a poner el culo y sin vaselina, porque si no aumentaría el gasto.

   Y por abajo ¿que pasa?. Pues pasa que cuando reclamamos que no nos jodan más el sueldo, los elementos de abajo o mejor dicho algunos de ellos, nos dicen que no nos quejemos que tenemos curre y una nómina. Asi que queda demostrado que somos clase media y lo queda porque estamos en medio de un sanwich, somos el jamón York , la clase media aplastada. O sea que al final los dos extremos se tocan y los dos en función de sus propios intereses, distintos, muy distintos, pero usan el mismo argumento. Y sé que esto que digo no va caer muy bien y más en las clases más bajas, que por cierto de las dos clases, son las únicas que me jode que estén peor que yo, a las altas ya les pueden dar por el culo y es que además resulta que en tiempos de crisis es cuando están mejor que nunca.

  Al final uno coje una especie de complejo: no te quejes porque hay muchos peor que tú y así sigue rodando la pelota. Claro que llega un momento en que los números se te ponen delante y haces un cálculo realista de lo que perdiste de un año aquí. Para ser sincero primero haces el cálculo económico y alucinas a colores, pues las cuentas no te salen. Yo pensaba que andábamos con una rebaja del sueldo en torno al 10% y resulta que si estableces la comparativa de tú sueldo de ahora con el de hace un año, las cuentas te salen en un 25% de pérdida. Y ¿Porqué?. Pues yo rebuscando en los anales de mis nóminas, he encontrado algunos motivos: primero que aparte de l 10% restado de tú sueldo, a mi me han quitado la productividad variable, que no sé lo que es, pero debe de ir de pagarte más o menos según con el pie con que te levantes. Pero quitar la han quitado. Después nuestro sueldo se basa en una parte importante en horas de más, no horas extras, éstas hace tiempo que dejaron de existir, eso se hacía hace un millón de años, aproximadamente. Y ahora suprimieron esas horas de más y claro en base a dejar descubiertos o no hacerlo como se tiene que hacer. Y por último, hay que restar la paga extra.

   Por otro lado y para aumentar la sensacion de asfisie, tenemos abiertos varios frentes a la vez: la palma de todos se la lleva Hacienda, que para cobrar andan listos, pero para pagar ya es otro cantar. Hay que sumarle, los Ayuntamientos, que como están tiesos se ponen las botas a base de multas y a base de incrementos en los impuestos municipales: suben el IBI, el impuesto de circulación y demás asuntos banales. Después vienen las subidas de la gasolina y todos sus derivados. Esto arrastra que suba el butano y hasta el precio de los alimentos. Las grandes compañías se suman rapidamente, suben las tarifas del agua, de la luz y hacen lecturas del contador algunas reales, pero la mayoría las hacen despues de fumarse un buen porro y curiosamente nunca se confunden por abajo, siempre te cobran mucho más de lo real. Y las compañías de teléfono, y...y...y...

  No quiero seguir la lista, porque hasta me aburro yo mismo. Creo que lo que dije es suficiente para entender aquello que decía de encontrarnos en medio del sanwich y como veis el sanwich tiene muchas capas por debajo y por arriba, las cuales nos oprimen aún más de lo que estamos. Se me puede interpretar como que estoy llorando y nada más lejos de mi intención. Mi intención es reivindicarnos y para ello debemos ser valientes y decir las cosas a la cara. Y yo me pongo a ello: primero debemos liberarnos de prejuicios, nosotros tenemos el mismo derecho que los demás a protestar y reivindicar, como también tenemos el deber de solidarizarnos con los que están peor que nosotros, pero eso no lleva a que nos tengamos que callar. Si nosotros cedemos en nuestro derechos laborales, esos derechos los perdemos nosotros, pero también todos los trabajadores, los viejos y los nuevos. Por otro lado hay que sacudirse el miedo, el miedo a perder el curre o a que te enseñen que detrás de tú trabajo hay miles que están dispuestos a trabajar en las mismas condiciones. Esto es más verdad que un templo, pero cuidado que con éste argumento, pues sin darte cuenta, llegará un día en que trabajarás casi gratis. ¿Así que donde está el punto justo?.

   Yo, tampoco soy dios, ni lo pretendo y por tanto no tengo una respuesta que valga para todos. Cada uno, según sus propias circunstancias personales y laborales, debe reflexionar hasta donde se puede llegar. Pero a lo que yo iba, era a ser valientes y decir las cosas a la cara y el que nos argumenta que él está peor, pues por desgracia, carece de trabajo, pero que al mismo tiempo está dispuesto a darte una puñalada trapera y si hace falta quedarse con tú curre, pues va y sencillamente se queda. Pues porque yo por esa persona, voy a dejar de luchar y reivindicar mis derechos laborales. Acaso no sería más consecuente mandarla a la mierda. Parto de una premisa y que vale para todas las cosas: yo respeto al que me respeta y vicecersa. Si uno de los dos rompemos la baraja se acabó el juego. Así que yo apoyo con todas mis fuerzas, al que esté más asfisiado que yo, pero mantendré o no mi apoyo, en función de que él también me apoye. Si no, como dice el otro, no va a ver trato.

   Al final, concluyo: que estamos siendo pisoteados y no por las clases más bajas, si no por los de arriba. esto no hay quien lo dude y seguirá siendo así, pero es nuestro deber enfrentarse al toro y torearlo causándonos los mínimos daños personales y colectivos y si por el camino tenemos que desprendernos de algunos elementos que nos torpedean, pues habrá que hacerlo sin miedo. De todas formas he hablado de los de arriba y los de abajo, y para otro día dejo el tema de nuestro propios compañeros, que como bien sabeis hay de todo y no todo es bueno. También hay demasiada mierda.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...