EL HÁBITO HACE AL MONJE (Morriña)

  Es verdad que el hábito hace al monje. Y lo digo porque desde que estoy fuera de mi casa  y aparte de estar agotado, no soy el mismo. Me falta el sitio, mi sitio, mi mesa, mi ventana, mi vecino de enfrente guarro y asqueroso, sí, el que apoya su panza grasienta y desnuda, sobre el alfeifer de su ventana y come su bocata rebosante de aceite y beicon y tocino y grasa de ballena. Me faltan mis cuadros, mi música, mi brisa marina. Uno se hace al sitio y el sitio se hace a tí y se crea un vinculo y una dependencia mutua. ¿Es mi casa o es mi sitio?, yo estoy convencido que lo que echo de menos, es mi sitio, ese lugar envolvente y mágico que hace esquina en mi sala de estar y en el que vuelan las palabras, se enredan y juegan y al final se plasman en historias escritas. Es mi secreto, es mi tesoro escondido, es mi karma y mi alma y es el rincón donde juegan las letras.

                                La musa, la musa me falta y sé que la tengo, porque ahora mismo está conmigo, pero no se siente cómoda con mi nueva ubicación. Me visita y está un rato, pero se le nota incómoda y a la mínima coge la puerta o coge la vía de Ronda, pero el caso es que se va y eso es lo que cuenta. Los sitios como todo en la vida, tienen su propio halo y yo no digo que al final no me acostumbre a otra ubicación, supongo que sí, que me haré a todo lo que venga, pero mientras tanto os juro y perjuro, que no es lo mismo. Me siento perdido como un naúfrago en medio del mar y no paro de buscar mesas extrañas, a ver con cual siento una mejor onda o en la que mi hada me diga que si, que en ésta mesa ya está ella  más cómoda.

                              Ella, mi musa o hada, para asuntos de escritura es la que tiene la vara de mando y yo soy un puñetero mandado, un corderito obediente y baboso o sea un lameculos y un pelota. Seguiré buscando mesas ajenas, mesas en rincones o en terrazas o con vistas al mar, mesas con sombras diversas, sombras de toldos, de higueras o de moreras, y juro por éstas y por las otras, que no cejaré de buscarla. Yo y mi ordenador formamos un equipo y éste pequeño portátil es como una prolongación de mis dedos, está tan hecho a mí y yo a él, que va a ser difícil que nos puedan separar. Los dos seguiremos en nuestro empeño y daremos con la mesa que toca, una mesa con buenas vistas, con una sombra densa y fresca, con un buen café mañanero y si puede ser, con una bonita música de fondo. ¡Tampoco es pedir tanto!, son sólo cuatro cosas banales. No estoy pidiendo que me toque la lotería, ni el gordo, ni el sorteo de la Once, ni la quiniela, ni siquiera que me toque la muñeca de la rifa de la feria. No señor no pido más que cuatro pequeñas cosas.

TE BUSQUÉ (Poema)

Te busqué, te juro que te busqué,
sí, yo te busqué debajo de las piedras,
y me subí a las ramas de los árboles,
y excavé túneles en el tiempo,
y no te encontré,
ni siquiera te divisé,
ni percibí la sombra de tú pasado,
y fue llegar al punto más alto del cielo,
y ver que todo lo que me rodeaba,
eran desiertos en medio de la nada.

Y te juro, que te busqué,
te busqué entre la gente,
y te ví muchas veces,
ví tú espalda, tús hombros y tús caderas,
 y las ví andando por las aceras,
y yo corrí más que el latido de mis ojos,
y al llegar a tú altura,
no podía entender,
 que tú fueras otra persona.

Y te juro que te busqué,
te busqué en otros cuerpos,
en cuerpos ajenos y extraños,
en cuerpos que sólo salen de noche,
y jugando a que el azar me diera la mano,
y te juro que no te encontré, 
les faltaba el hoyuelo de tú cara,
y la cicatriz debajo de tú pelo,
y el olor de jazmín de tú aliento,
y la ternura de tú mirada,
y no, no eras tú,
nunca volviste a ser tú,
pero que conste que te busqué,
y hasta volví al mismo sitio,
y en el mismo día de verano,
y llovía igual y vi salir el barco,
el mismo barco en que juré,
que nunca pararía de buscarte,
y así hice, 
te busqué hasta que por fin,
te encontré en otro día de verano.

LUNES LUNERO (Agenda diaria)

Hoy es lunes, lunero y tengo una sensación espeleznunte, tengo tanto pendiente, tengo tanto que escribir que no me da tiempo ni a coger el aire y quiero escribirlo todo, todo lo que veo, todo lo que siento, todo lo que pienso, todo. Bueno el día promete, está un día precioso de verano y con una predicción de calor que te cagas, con mínima de 22 grados y mi principal función hoy, es volver a ordenarme. El hecho de quedarme sin casa te deja con una sensación de quedarte en pelota picada en medio de la nada y esa es mi meta de hoy, resituarme.

                      Por lo demás el mundo siguió funcionando mientras yo no estuve, lógico o pensaba que era imprescindible. Tampoco hubo muchos cambios, pero si algunos, por ejemplo, que Obama se mojó un poco y al final tendió una mano a sus votantes y defendió los derechos de los negros. De todas formas de Obama ya no me creo nada, primero y para empezar porque está en la cúspide de un poder blanco, si hasta a la casa presidencial le llaman Casablanca y por tanto hoy te tiende la mano y mañana te la corta. Lo de Bárcenas y el Rajoy sigue su hoja de ruta pero va in crescendo y el Rajoy no sabe donde meterse y es que es vergonzante lo que él hace, pero sobre éste tema se escriben ríos de tinta y por eso no le voy a dar más vueltas. En tal caso sólo pedir un deseo, que revienten todos e incluyo a todos, a los peperos y a los psoeros y a algunos más que son inclasificables, que también los del PSOE tienen su buena espina clavada, los ERE y lo que les queda pendiente a todos.

                             En verano baja la actividad a todos los niveles, bueno menos en mi sector y en algún otro, por ejemplo hostelería, pero a nivel global y sumando y restando, el resultado es que baja la actividad. Ahora a prepararme para las fiestas de mi pueblo, mejor dicho a preparar las viandas y la dormida de los amigos de mis hijos, que al final hacen un aterrizaje de 15 amigos, más mis hijos y todos a cenar y a sobar en la casa de la madre. ¿y quiénes van a cocinar y preparar la infraestructura logística?, pues quienes van a ser, los gilipollas de sus padres. Pero en el fondo y aunque me queje, a los dos padres nos encanta ver una feria dentro de la casa y de paso ver en directo como les va la noche de marcha, si van muy pasados de tuerca o si ya van sobrepasados. Pero el aspecto que sobre todo pesa es el primero, el que siempre nos gustó tener nuestra casa llena de gente, aunque ahora no sea mi casa y sea la de su madre, pero ante los hijos seguimos siendo los mismos padres y a los dos nos tocará currar hasta las tantas. ¡Así que a morir en el intento!.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...