Casi nadie me dice nada
y eso que yo adoro el silencio
y lo que viene después..
Pero tanta quietud en medio de ésta selva
que algunos llamamos, vida,
es como adormecerse sobre un campo de ortigas
todo duele y aunque no quieras que duela
el dolor se lleva como un añadido sobreañadido.
Cuantos años han pasado desde que nos conocimos
por el medio han pasado siglos y varios libros
y unos cuantos ríos de ilusiones que poco a poco
se han perdido entre los dedos de nuestra eterna inocencia.
Y lo que un día era gris ceniza
se ha convertido en un jardín con flores
y lo que olía mal y fatal
ahora se ha transformado
en algo que huele como a algo
que suena a demasiado
pero que sabe muy poco..













