Estoy pensando que esto del escribir a mi no me sale rentable. Vamos a ver, no saco pasta gansa ninguna, ni un penique ni siquiera un centavo. Si hasta me rechazaron los del blog o sea los de Google. Un día me propusieron y por el número de visitas, que dejara poner un número determinado de anuncios y a cabio ellos me darían algo de pasta. Y un día de verano en que estaba a dos velas y no tenía ni para comer, les dije que sí, que si aceptaba su propuesta. Una semana después, me dijeron que ¡un carajo!, pues el contenido no era lo suficientemente fino para poner anuncios. Ya veis como económicamente he triunfado.
Por otro lado cuando escribo fumo mucho más y debe ser por el nivel de concentración, pues no me entero de lo que fumo, solo me doy cuenta cuando el paquete ya está vacío. Otro punto negativo. Y las horas que me echo delante de éste puto ordenador y el dolor de culo y de espalda que eso me produce. Y el descentre que tengo para el resto de las cosas, me olvido de cosas y me vuelvo a olvidar de otras, me paso el día olvidándome de que me olvido.
Lo único y que nadie me puede quitar, es en lo que disfruto con ello. Disfruto escribiendo y disfruto con lo que escribo y eso no tiene precio, ni dolor de culo, ni dolor de espalda y no hay nada que me haga dejar de disfrutar. A veces tengo que llamarme al orden y decirme a mi mismo: ¡Basta! y porque sino me iría dormir y seguiría escribiendo. Esto es un vicio y es una colgadera, pero mientras no haga daño a nadie, pues ¡Bendita colgadera!

Lo único y que nadie me puede quitar, es en lo que disfruto con ello. Disfruto escribiendo y disfruto con lo que escribo y eso no tiene precio, ni dolor de culo, ni dolor de espalda y no hay nada que me haga dejar de disfrutar. A veces tengo que llamarme al orden y decirme a mi mismo: ¡Basta! y porque sino me iría dormir y seguiría escribiendo. Esto es un vicio y es una colgadera, pero mientras no haga daño a nadie, pues ¡Bendita colgadera!