Hoy es hoy
y podría ser un día grande,
pero el día de hoy...
ha nacido triste y apagado,
con luz tenue,
ojos grises
y mirada de porcelana...
Hoy podía ser un día grande
y al final, no lo fue.
Hoy sentí tus dedos
sobre mi vieja piel de pergamino
y cuando quise ver tu rostro,
me encontré en medio de una intensa niebla.
Hoy quise tener una visión tridimensional de tu cuerpo,
pero la bruma se ha depositado en mi espejo,
se ha quedado condensado en gotas
y ahora...
la bruma está llorando con lágrimas,
mientras
yo persigo el sonido de mis dudas y mis balbuceos...
y si el día antes, era gris,
ahora soy yo el señor que voy vestido de gris.