tú y todos los demás...
es más, creo que es muy fácil de
explicar:
yo te oía y os oía todos los días
y cada mañana escuchaba la misma
letanía...
....que no,
......que no lo estás haciendo bien,
........que tendrías que mejorar
............y cambia,
¡coño!... cambia o mátate
pero haz algo, dí algo, responde algo...
...¿y tú me oyes y tú me escuchas?,
y sabes...y sabes que hoy tampoco,
que hoy tampoco hice nada,
que soy padre, que tengo hijos,
que tengo que ser responsable
porque para eso soy responsable de mi existencia
y además, tengo mis años
y con la edad va incluída la promesa de ser alguien...
y mira, también oigo voces,
oigo muchas voces,
y oigo como resuenan los temores como tambores,
y escucho el sonido de como sobrevivo
y siguen las voces dando gritos
y danzando alrededor de una hoguera,
y mira, las penas también están animadas y exaltadas,
...parecen estar vivas y enardecidas,
.........parece que oigo sus vivas y sus voceríos...
y entonces llega el...
el vamos a ver,
que no te pongas así,
que no pasa nada...
que te tranquilices,
que respires y sueltes el aire y así, en modo avión,
y sintiendo el ritmo de cada respiración,
que bueno...
que si hoy no me decido tampoco se va acabar el mundo,
que a lo mejor mañana
o sino al día siguiente,
que me pare, que me pares,
que nos paremos, que todos nos paremos,
que pueda escuchar los sonidos del silencio,
que pueda moverme sin molestar a nadie,
que me dejen en paz, que yo me deje en paz,
que tú me dejes en paz,
que nos dejemos en paz,
que la paz sea con vosotros
y voces...y voces...y voces...
y voces sino os calláis
y ahora y en éste mismo momento,
os juro que saldréis de éste cuerpo
y ¿zas!...
y ahora sólo escucho al silencio.
